sábado, 23 de noviembre de 2019

Nuestros antepasados

(A Merxe Navarro)

Mi amiga virtual en las redes Merxe Navarro me ha pasado indignada un artículo donde, de nuevo (y ya es una costumbre) se denigra la arquitectura. (Clicad aquí).

La cosa consiste en que el ayuntamiento de Jávea (Xàbia en valenciano) acaba de aprobar una ordenanza que prohíbe las cubiertas planas, las grandes cristaleras y todos los excesos demoníacos de la arquitectura contemporánea, esa siniestra disciplina. (No sé si, ya puestos, y en plena carrerilla purificadora y salvífica, han prohibido también los versos que no riman, la pintura abstracta, la música dodecafónica y el fútbol femenino).

El periodista nos lo cuenta con verdadero entusiasmo. Se ve que es muy partidario: Nos dice que bueno, que sí, que ha habido alguna casa moderna muy premiada, pero que eso ha degenerado ya en verdadero vicio y desparrame, a lo que el alcalde, justamente indignado, ha puesto fin. Ya era hora.

El ayuntamiento, harto de esto:


ha exigido esto otro:

Estas dos fotografías están sacadas de la galería de imágenes
del artículo citado. O sea, que no son exageraciones mías.

Mucho mejor. Dónde va a parar.

Pero el motivo por el que vuelvo a hablar de este aburrido y manido tema es porque me ha hecho gracia. Me ha divertido mucho que el asco que siente esta gente por un cierto lenguaje arquitectónico sea vergonzante; vamos, que no se atrevan a reconocerlo, sino que lo justifiquen con una excusa "razonable" e incluso "racional".

Y la excusa elegida esta vez es... ¡tachánnnn!... ¡LA EFICIENCIA ENERGÉTICA! ¡BRAVO! ¡BIENNNNN! ¡YUJUUUUU!

(Fuente de la imagen aquí)

La eficiencia energética, la sensatez económica, la sostenibilidad. Joé, si es que le saben emocionar a uno.

(Fuente aquí)

Esto es como cuando alguien dice: "No tengo nada contra los inmigrantes, pero..." e intenta dar una explicación, un motivo lógico para atacarlos. Que no, hombre, que no; que es usted un xenófobo de mierda y ya está. No disimule.
Pues aquí igual. No, si lo de la cubierta plana o las cristaleras grandes no es que me disgusten como elemento moderno; es que son energéticamente ineficientes.

Ya el periodista introduce el tema: "Más de una de estas viviendas se sobrecalienta al dar todo el día el sol en las cristaleras". (Todo el día: Orientación absoluta -ábsolut orienteision- se llama esta figura).
Vamos a ver: Las cristaleras tienen un coefiente de transmitancia jorobado, de acuerdo, pero dan también muchas ventajas aprovechando el efecto invernadero en invierno, y además hay ahora vidrios con unas fantásticas propiedades. Pero venga, vale, le damos el beneficio de la duda. El vidrio es un material delicado, y el muy avanzado y de muy altas prestaciones es también muy caro, de acuerdo. Aunque tal vez merezca la pena rascarse el bolsillo para aprovechar las vistas al mar, que, por cierto, en Jávea/Xàbia viene quedando al este y por tanto el sol entra solo por la mañanita. Además podemos construir viseras en voladizo, pérgolas y elementos varios para paliar el soleamiento. Vamos, que la solución a tener los pies fríos no es cortárnoslos.

Pero no. Vaya gana de darle vueltas y de marearnos pensando soluciones constructivas. La solución total la tiene el lumbreras del alcalde. Dice que las tejas árabes, las ventanas de madera y los porches con arcos (estilo riurau) son más ecoeficientes. Y remata: "Nuestros antepasados sabían lo que se hacía".

Pues a la porra. A tomar por ichi. Asunto solucionado: Los porches (con arcos, eh, tienen que ser con arcos) son más ecoeficientes. Los arcos estilo riurau son la quintaesencia de la felicidad y de la ecoeficiencia. Un arco estilo riurau tiene un coeficiente de transmitancia de jopelines.

Ya está todo dicho: Nuestros antepasados sabían lo que se hacía. "Lo dijo Blas: punto redondo". Nuestros antepasados sabían la verdad que ya hemos perdido para siempre.

Qué nostalgia, qué pena, qué frustración. Nuestra hiperavanzada civilización no sabe operar un cáncer de colon como lo hacían nuestros antepasados, ni navegar como ellos, ni volar, ni conservar en frío, ni comunicarse a distancia, ni cartografiar las costas, ni imprimir en cuatricomía como se hacía en los tiempos remotos, ni escanear documentos como entonces, ni calcular el movimiento de los astros, ni viajar al espacio exterior, ni estudiar la estructura molecular del ADN como hacían nuestros sabios antepasados. Ellos sí sabían lo que se hacía.

¿O lo que ha querido decir el señor alcalde es que hemos avanzado en todo lo demás y en lo único que hemos retrocedido es en la arquitectura, que los únicos retrógrados y antiprogresistas somos los arquitectos? Pues yo diría que sí, que es eso justamente lo que ha querido decir: que la arquitectura contemporánea es más mala que una lechuga de Chernobyl. Qué pena, qué lástima que la arquitectura haya perdido todo su saber ancestral, su verdadera razón de ser y su ecoeficiencia.

Sí. Tiene razón. La casa de mis abuelos en Seseña tenía el piso de tierra batida. Mi abuela asperjaba agua todas las mañanas metiendo la mano en un cubo y achicando su contenido al suelo. Yo eso no lo conocí. Cuando yo iba de niño a casa de mis abuelos ya tenían baldosas; ya habían degenerado, perdida para siempre buena parte de la sabiduría de sus antepasados.

Las vigas tenían carcoma, eso sí (y qué casa no la tenía), y por la cámara de arriba corrían los ratones entre el entrevigado de cañizo que se pudría cariñosa y amablemente. Era todo muy hermoso.
No había agua corriente: Mi madre y sus hermanas bajaban a la fuente con una carretilla de aquellas de madera con dos agujeros en los que iban encajados dos cántaros. ¿Las llegasteis a conocer? Yo sí. Hasta ahí sí llegué. Esa sabiduría sí la disfruté.

Esa carretilla, tal cual, estaba en todas las casas
de Seseña. (Imagen de milanuncios.com)

Luego llegó el agua corriente y lo mandó todo a la mierda. Maldita sea.

Por supuesto, en la casa de mis abuelos no hubo cuarto de baño hasta después de haber nacido yo. Ni siquiera una letrina. Las evacuaciones líquidas y sólidas se hacían en la cuadra, al fondo del patio. La gente se lavaba por partes, echando agua a una palangana y lavándose con ella la cara, el pecho, los sobacos... Había un orden de lavado, de más delicado a más grosero y de más limpio a más sucio. Es decir: Te lavabas la cara con la primera agua, limpia y a estrenar, y luego las manos, el pecho... No convenía gastar mucha agua porque, aunque era gratuita, tenías que volver a bajar a la fuente con la carretilla, y buena gana de trabajar de más. Era un arte que nuestros antepasados dominaban y que ya se ha perdido. Una verdadera pena. Nosotros, seres ignaros y brutos, nos duchamos de una vez. ¡Hala! ¡A lo loco! ¡Sin conocimiento ninguno! Así nos va.

Ellos se bañaban un par de veces al año, o a lo sumo tres. Y desde luego nunca en otoño o invierno, puesto que lo que hacía de bañera era una media tinaja colocada horizontalmente en el patio sobre dos borriquetas de madera (recuerdo una vez en que me bañaron en ella). No como ahora, con tanta bañera y tanta ducha, e incluso tanto jacuzzi y demás signos de decadencia y oprobio.

Cuando yo era niño ya había luz eléctrica, pero cuando lo era mi madre no: Candiles, braseros de picón (por cuya causa mi madre caía atufada cada dos por tres), cocina de paja... Qué delicia. Nuestros antepasados sí que sabían lo que se hacía.

Y así todo: El botijo era mucho mejor que el frigorífico, la sombra mejor que el aire acondicionado, la sopa caliente mejor que la penicilina, el vidrio simple, lleno de pompas y aguas, mejor que los de ahora, y así todo. Por las rendijas de las ventanas corría el aire. En invierno se encajaban papeles entre las hojas y el cerco.

Bueno. Me canso. Qué cosa más aburrida. Vamos a ir resumiendo:

¿Que con un lenguaje moderno se puede hacer pésima arquitectura? Por supuesto. Claro que sí. ¿Que con un lenguaje rústico/nostálgico se puede hacer pésima arquitectura? Es casi obligado; para empezar, porque se está haciendo arquitectura falsificada. Pero vaya gana de insistir.

Que lo reconozcan abierta y francamente, que digan sin complejos que les da asco la arquitectura moderna, la pintura abstracta, el jazz, la poesía que no rima, el teatro del absurdo y todo lo que se salga del estrecho carril de sus caletres y prejuicios. Y, ya puestos, que asuman que la arquitectura no les gusta en absoluto, ni la contemporánea ni ninguna otra, porque si pretenden que se haga ahora al estilo riurau es como si pretendieran que se hiciera gótico, románico o azteca, sin entender que la buena arquitectura ha sido siempre adecuada a su lugar, a su cultura, a su técnica, y que hacer ahora un estilo "antepasado" por pura nostalgia es no haber entendido ese estilo y no tener el más mínimo interés por entenderlo.

Y lo peor es que esta gente, estos bestiajos ignorantes, tienen poder normativo, tienen el autoritarismo descarado, grosero y aplastante, y, sobre todo, la desfachatez de exigirnos que hagamos tejados de teja árabe, arcos riurau y ventanas de madera. Pero entonces, eso sí, hay que ser coherente: Si hacemos todo eso en homenaje a nuestros queridos antepasados también tenemos que poner la palangana en la cómoda, verter en ella el agua limpia del cántaro y lavarnos primero la cara, luego las manos, después el pecho, los sobacos, las ingles, y terminar enjuagándonos delicada y afectuosamente el sufrido sitio hasta el que me tienen.

20 comentarios:

  1. Cada vez es más difícil hacer nuestro trabajo, por alguna extraña razón cada día nos odia más la sociedad, esto parece que no toca fondo ... al final parece que tenía razón Esperanza Aguirre cuando quería acabar con todos nosotros. En vez de hacer este tipo de normativas, con una se arregla todo, se cambia la LOE y los arquitectos ya no tenemos ninguna competencia, nada de hacer casitas modernas sin teja ni arcos!

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  2. Muy bueno. Un abrazo ( por cierto soy Carmen Martinez- Raposo)

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    1. Hola, Carmen. Muchas gracias.
      A quienes, sin tener ninguna vinculación con la arquitectura, leéis alguna entrada del blog os lo agradezco muy especialmente. Los arquitectos nos ponemos muy pesados con nuestras cosas.
      Un abrazo.
      (Ah; de vez en cuando -muy de vez en cuando- escribo alguna entrada sobre jazz. No sé qué es peor).

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  3. Te leo siempre con interés, pero no estoy de acuerdo con el moralismo que presentas en esta entrada. ¿Se puede hacer buena arquitectura con un lenguaje tradicional? Y tu respuesta implícita es que no, porque sería arquitectura "falsificada". Da igual lo bien que resuelva el programa. Da igual lo cómoda que sea, lo bien construida que esté, lo bien que se adapte al paisaje y clima locales. Da igual que se integre en el contexto y que los residentes estén contentos. Lo que importa, ante todo, es que el edificio parezca "moderno". Todo lo demás es "falso". Qué superficial.

    El argumento es que a día de hoy hay agua corriente y hace varias décadas no, poco tiene que ver con que la gente se encuentre a gusto en ciertos espacios y encuentre belleza en determinadas formas desde siempre. O que determinadas zonas quieras preservar su arquitectura tradicional frente a una arquitectura sin contexto, globalizada y poco querida. Es una pena que los arquitectos modernos se lo denieguen, como curas intransigentes, en base a un ridículo dogma sobre lo que es "falsa" o "verdadera" arquitectura. Así le va a la profesión.

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    1. Hola, creo q malinterpretas el pensamiento que se expone en el texto. Dices : "Lo que importa, ante todo, es que el edificio parezca "moderno"." Es justo lo contrario, que el edificio parezca moderno es solo el resultado de utilizar estrategias de la arquitectura moderna, el que hace que la arquitectura parezca algo que no es es el que utiliza elementos, tecnología, etc que han sido claramente superadas por otras actuales. No se trata de hacer que las cosas parezcan, se trata de utilizar la logica y resolver los problemas utilizando lo que mejor los resuelve, sin partir desde prejuicios.
      Un saludo.

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    2. Muchas gracias, Anónimo, por tu interés.
      No siempre podemos estar de acuerdo. Te agradezco mucho tu discrepancia.
      Creo que usar un "estilo" como un "maquillaje" o una "indumentaria" es malo, y en ese sentido las cubiertas planas, los voladizos y el hormigón visto son a menudo meros postureos de pésima arquitectura. Pero aun así, prohibir esos elementos "lingüísticos" o "estilísticos" me parece una barbaridad y un acto de suprema ignorancia y de gran desprecio.
      Y en cuanto a tejas, arcos, porches... Creo que si responden a razones constructivas, funcionales, ambientales... son correctas y plausibles, pero también creo que, usadas como mero elemento de catálogo, de recetario, que es lo que se trasluce de esa visión del alcalde, son un desastre.
      Y también creo que una cosa es preservar la arquitectura vernácula y tradicional, que me parece no solo admirable, sino necesario, y otra cosa muy distinta es querer hacer arquitectura tradicional, que me parece una falsificación y una impostura.
      Dicho lo cual te vuelvo a agradecer tu comentario.

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    3. Totalmente de acuerdo con anónimo. El artículo está plagado de sofismas, y tiene una idea mítica y teleológica de la modernidad y del progreso. Confunde los avances tecnológicos que se van incorporando a todos los aspectos de la vida, incluída la arquitectura ( a los monumentos nacionales, castillos, palacios, catedrales, también se les integra electricidad, calefacción, alarmas, aire acondicionado, pero intentando no dañar los valores artísticos del monumento) con cuestiones estéticas y urbanísticas en las que se ha podido tener en cuenta la armonía con el entorno o criterios de tipo turístico, económico o cultural. Una idea oscura y salvífica del progreso ( como si un cuadro de Miró fuese un "progreso" respecto a un cuadro de Velázquez, o el reggaeton frente a la música pop o una sinfonía de Beethoven, algo absurdo) y con la propia idea de arqutectura "moderna" como si esta fuese la única posible, y el que planteara otra cosa, con otros criterios,es un bestiajo ignorante, autoritario,unos insultos intolerables y que solo retratan al que los emite. Parte también de una idea puritana, resignada y falaz de "falso histórico" ¿Dónde está el falseamiento? Hay una arquitectura tan contemporánea como cualquiera que se haga ahora, en determinado estilo y materialidad, en función de unos criterios que incluso pueden ser muy beneficioso económicamente para esa localidad, pero no hay falseamiento alguno. Un falso histórico, es hacer pasar algo por lo que no es pero aquí nada ni nadie está tratando de falsear la antiguedad de la construcción,o un anacronismo, algo imposible espacio temporalmente como un reloj digital casio en la época romana ( esto sería un falso histórico en una recreación o una película de romanos, no al revés). Aunque no hay cierre categoríal entre las distintas Artes, es decir desconexiones, y no se pueden establecer siempre analogías, el autor trata de salvar la estética de la arquitectura "moderna" ( como si las medidas urbanísticas tomadas en esa localidad fueran una enmienda a la totalidad y una causa general a esta) a través de la analogía con el verso libre, la música dodecafónica o la pintura vanguardista. Pero a un poeta que hoy hiciera sonetos, décimas, o coplas de pie quebrado nadie le diría que es un bestiajo ignorante, ni que "falsea" nada. De hecho el verso libre, no renuncia a la rima, tiene musicalidad a través de diversos recursos como la repetición, el paralelismo, etc , renuncia a ciertas métricas, pero mantiene todo el uso de figuras retóricas, toda la belleza y originalidad de sus expresiones, el dominio del lenguaje, e incluso al verse "desencorsetada" de esas estructuras prefijadas puede ganar en profundidad. Con la música dodecafónica o el jazz lo mismo, un músico que haga hoy pop, rock o música clásica no está falseando nada. Esto no quiere decir que cualquier disposición de sonidos en serie sea música y además música de calidad, ni que cualquier texto sea poesía y además poesía buena, porque a eso es a lo que nos lleva toda esa cosmovisión posmoderna, de pensiero dévole, de pensamiento pobre, sin sistema, subjetivista, con el que es imposible aprehender nada,como el que manifiesta el autor de este blog, y que ha llevado a las Artes a una situación cada vez peor, con más disparates, auténticos desastres, y no digamos la arquitectura y el urbanismo con su doble dimensión entre Arte y Ciencia y la especulación a la que están sometidos los solares sobre los que se asienta. Pero claro los bestiajos ignorantes somos los demás y al que se salga del redil del "progreso" y la "modernidad" como ellos la entienden, palo.

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    4. Dices «otra cosa muy distinta es querer hacer arquitectura tradicional, que me parece una falsificación».

      La arquitectura "moderna" no es más que otra "tradición", con ya casi un siglo de historia. Cuando Le Corbusier construyó la villa Saboya, ¡mis abuelos no habían nacido todavía! Que ese estilo sea "moderno" y "acorde a nuestro tiempo" no lo compro. La pregunta, volviendo a Jávea, es: ¿Por qué continuar la tradición de un grupúsculo de arquitectos centroeuropeos de principios del siglo pasado sí es válido, pero continuar la tradición de toda la vida de Jávea es inmoral?

      No defiendo la decisión del alcalde, pero me intriga cierta intransigencia por parte de muchos arquitectos hacia todo lo que no sea arquitectura "moderna". Perdona si en algún momento he sonado brusco, pues de verdad que disfruto leyendo tu blog, y gracias por tu respuesta a mi primer comentario.

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    5. Anónimo 2, cualquier poeta que escribiera hoy sonetos, décimas o coplas de pie quebrado, dudo que lo hiciera en el lenguaje de la época perteneciente a esos estilos o que tratara temas que no fueran actuales. Esa es la cuestión, estamos confundiendo aspectos formales con el contenido.
      Si la arquitectura avanza hacia la democratización de la construcción, por ejemplo, con sistemas de ensamblado tipo IKEA dudo bastante que a nadie le importe la arquitectura tradicional y los arcos de ladrillo de sus porches.
      La cosa es que poner límites al progreso es un ejercicio cuánto menos inútil.

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    6. Jaime, ya que pones a IKEA de ejemplo: IKEA combina sin problema muebles modernos con otros que tienen molduras clásicas y aspecto tradicional. Yo tengo en casa un armario clásico y una cajonera moderna, ambos del IKEA. ¿Mi cajonera es "verdadera" y mi armario "una falsificación y una impostura"?

      Como ves, el sistema de ensamblado de IKEA es tan compatible con un diseño moderno como con uno tradicional. Lo "democrático", como tú dices, sería ofrecer buena calidad en cualquier caso, como hace IKEA, no dictar desde el púlpito que toda forma tradicional es pecado.

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  4. Un poeta utilizará tanto el lenguaje como los temas que crea conveniente para su composición y no tendrá ningún problema en utilizar lenguaje arcaico si piensa que su obra así lo requiere para conseguir expresar lo que quiere. Pero la analogía iba por el tema de la métrica y la rima en relación a la arquitectura "moderna". No hay tal confusión. ¿ O es que hacer hoy pintura o escultura figurativa y virtuosa en su concepción y ejecución es algo propio de bestiajos ignorantes? La "democratización de la arquitectura" no quiere decir nada, otro flatus vocis que los que repiten como loros muchos arquitectos posmodernos, y confundís el progreso, que es una idea oscura y mitificada , con la estética de la arquitectura racionalista, minimalista y todas sus variantes funcionalistas. Lo dicho, artículo plagado de sofismas, producto de una escuela de pensamiento posmoderna, subjetivista, de pensamiento débil, inclsuo rancio, que adolece de lo que critica y que lleva a una muy mala teorización y por la tanto a malos diagnósticos.

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    1. Yo no he dicho que hacer hoy pintura o escultura figurativa y virtuosa en su concepción y ejecución sea algo propio de bestiajos ignorantes. Digo que prohibir la pintura y la escultura abstractas (repito: prohibirlas) es propio de bestiajos ignorantes.

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    2. Yo tampoco he dicho que ud haya dicho eso. Pero tampoco nadie ha prohibido la pintura ni la escultura "abstracta". Lo que se ha hecho en un paraje determinad en función de unos criterios urbanísticos, turísticos, de armonía estética con el entorno, o lo que sea, es establecer unos requisitos a la hora de construir. No es una enmienda a la totalidad Y en principio,sin entrar a lo concreto del tema, me parece bien y me parece lícito, porque la administración también está´para intevenir en temas urbanísticos y por lo tanto estéticos o en función del bien común ( los beneficios turísticos que da determinada arquitectura no se pueden despreciar alegremente) . Y ojalá fuese así en todos los Cascos Históricos y no se permitieran intervenciones como lamentablemente se han dado y se dan, que rompen toda la unidad estética, su armonía ( que aunque no se dé completamente en estilos puede darse en todos los demás órdenes y que da un salto cualitativo al conjunto) o la tipología o carácter dominante de un conjunto y que al final terminan malográndolo. No se puede ni debe sacrificar los valores estéticos conceptuales de un conjunto, con todos los beneficios que reporta para una ciudad (materiales e inmateriales), por un endeble y puritano criterio de "falso histórico", que en cuanto se analiza un poco en profundidad se cae. Porque son los valores estéticos, artísticos, conceptuales los que merece la pena preservar ( la lucha del hombre es una lucha por la eternidad, como Sísifo se trata de arrebatar un día más a los dioses, no es resignación cristiana) incluso por encima de su materialidad ( que tiene su valos histórico) que por efecto de la entropía es efímera. Es la paradoja del barco de Teseo, el río de Heráclito. La arquitectura "moderna", ya no tan moderna, no es el final de la Historia, cual Fukuyama, y me temo que todas las Artes van a tener que ir volviendo sobre sus pasos para poder dar un paso adelante, sino lo están haciendo ya, porque están en un callejón sin salida. La arquitectura "moderna" ( enorme cajón desastre) tiene todo el derecho a existir pero fuera de los Cascos Históricos ( esa idea de ciudad dinámica en constante renovación llevada a su máxima expresión como ha defendido Mone es funesta para la conservación del patrimonio arquitectónico y por lo tanto errónea) y a cohabitar con otras concepciones arquitectónicas más clásicas y por supuesto la administración tiene derecho a intervenir en determinadas zonas en función de criterios urbanísticos y estéticos sin que se les tilde de bestiajos ignorantes y autoritarios.

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    3. Pienso que, para empezar, identificar la arquitectura tradicional con cubiertas a dos aguas y con arcos en las fachadas implica cierta ignorancia arquitectónica. Es una excusa para evitar dar el argumento "siempre ha sido así y a mi sólo me gusta así". No importa si son casitas de chocolate pintadas mientras los viejecitos de la zona piensen que nada ha cambiado desde su niñez.
      Por otro lado, tiene tela hablar de bien común, unidad estética, armonía, etc, viendo las aberraciones monstruosas y sumamente agresivas con el paisaje que se construyen frecuentemente en pos de esa "unidad estética".
      Ya si además metemos en el argumentario el tema económico y turístico acabamos de enturbiar todo porque nos cargamos los, ya de por sí, débiles argumentos anteriores. Si lo importante es el tema parque de atracciones para turistas quizás deberíamos plantearnos un bando municipal para que en estos preciosos pueblecitos la gente se vista como antaño, que eso también vende un montón. Señores con capa, señoras con enaguas y faldas hasta el suelo... Después de todo, nuestros antepasados sabían lo que se hacían. O mejor construimos un Disneyland? Tengo entendido que un tal Guggenheim lo petó en Bilbao. No es muy tradicional pero...qué leches, no despreciemos el turismo.
      Ese endeble criterio de "falso histórico" es muy fácil de entender: una cosa es histórica o no lo es. Punto. Lo construido en una época histórica es histórico; si no no lo es y no tiene ningún valor histórico. Estaría muy claro con un coche. Si fabricas un Tesla y le pones un chasis de 1930, y le das la forma de un coche de Capone, tendrá cero valor histórico y cero valor moderno, ya que un coche eléctrico con ese peso, esa aerodinámica y esa inseguridad tendrá una autonomía de 100 km y matará a todos sus pasajeros en el primer accidente leve. Hay que saber porqué algo (una estética o lo que sea) tuvo un valor x en su momento y discernir si lo tiene ahora o no. Además eso de los conceptos estéticos es un engendro extraño. Hay que distinguir entre el concepto de un edificio y la estética de un edificio, que en la buena arquitectura debe acompañar a ese concepto sin contradecirlo. Ya me dirá usted si encuentra valor alguno en un Coliseo de cartón piedra, por ejemplo.
      Continuando, me imagino que con Mone se refiere usted a Moneo, y la ciudad en constante renovación y cambio no es algo que defender o no. Es un hecho. Está ahí. Es algo a lo que adaptarse lo mejor que sepamos o no. Y repito, adaptarse, que no es sinónimo de conformarse ni resignarse.
      Por último, debo señalar lo más importante. Esto no es un debate sobre estéticas arquitectónicas. El artículo no trata de defender lo clásico o lo moderno. El artículo habla de lo funesto de censurar una estética porque sí. Únicamente una estética. A los defensores de esta censura la arquitectura tradicional (y por supuestísimo también la moderna) les importa un pito. Lo que les importa es la estética. Y da igual si es una estética hortera o no, agresiva o no, artificial o no, eficiente o no. Lo único importante es que tenga cubiertas con muchas inclinaciones y arquitos de medio punto. Si es tradicional o no ni lo saben ni les importa.

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  5. Kate Beckinsale es muy guapa.Alberigo CARACCIOLA.Los Boliches.[MÁLAGA]

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  6. De arquitectura sé muy poco,pero estoy de acuerdo en que subestimamos a nuestros antepasados y,aún peor,hacemos "remakes" de la historia tergiversando el pasado.Por ejemplo,dibujamos a nuestros ancestros poco menos que una pandilla de ceporros que no sabían lo que hacían cargándose de chiquillos.Lo sabían muy bien!!.Los que no somos conscientes somos nosotros del invierno/suicidio demográfico al que vamos directo.Tampoco creo que la mujer tuviese un papel tan pobre como dicen las feministas.Por mucho que su apellido se perdiera,la mujer era la auténtica reina de la familia.A menudo pienso que la universidad es enriquecedora pero productora de pijoprogres atontados.Por ejemplo:un Dacia puede ser usado para taxi en España sin ningún problema.Si quieres poner un coche que cuesta el triple [un Jaguar,un Volvo,un Bmw,un Infiniti o un Alfa Romeo todo son problemas,líos y follones por no estar "homologado" .Ir a la universidad "pa" eso!!.Nuestros antepasados,como dice romanticamente el autor,tenía "otra" sabiduría .Alberigo CARACCIOLA.Los Boliches.[MÁLAGA]

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  7. Muchas gracias José Ramón
    He disfrutado mucho leer esto y me recuerda un poco lo que sucede acá en México con los llamados "Pueblos Mágicos" que de pronto se convierten en "Pueblos Trágicos" porque con el pretexto de conservar su identidad no logran más que caricaturizarla.
    De igual manera te felicito porque se nota en los comentarios que lograste abrir el debate.
    Saludos

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  8. Es muy sencillo. No se puede presuponer que ninguna solución estética va a ser más adecuada que otra. Por eso no tiene lógica censurar ninguna de ellas.
    Pero lo que menos sentido tiene aún, es censurar justamente las de este siglo, con el pretexto de que en tal casa o tal otra se ha usado una y ahí funciona mal. Si queremos buscar edificios deficientes como pretexto para censurar por extensión, encontraremos los ejemplos más desastrosos entre las simuladas casas tradicionales construidas en este siglo. En ellas, con aberrante frecuencia, no sólo los materiales son falsos (piedras de plástico, parquets cerámicos, maderas huecas, pilares que no sostienen nada...) sino también la estética, convenciendo al personal de que superponer cuatro o cinco cubiertas, apiladas sobre una nueva edificación, era lo que se hacía antaño...
    La guinda la pone el hecho de que el concejal de turno, como es habitual, de por sentado que en cuestión de arquitectura no hay nada que aprender; que cualquiera que tenga una opinión tiene automáticamente conocimiento. De medicina ya no porque oiga, de eso no sé. De eso saben los médicos, que para eso la estudian, pero de arquitectura... Qué pensará esta gente que hacen los arquitectos en la escuela y a lo largo de su carrera...Supongo que nos imaginan conectados sentados en una silla de tortura a lo "Naranja mecánica" mientras nos pasan imágenes para lavarnos el cerebro durante unos años. Y que nos imaginan en nuestras casas después arrodillados todas las noches a los pies de la cama mientras rezamos al dios de la cubierta plana. Qué estúpidos, pudiendo tener dos aguas quién quiere un plano. O aún mejor, pudiendo tener quince aguas, por qué hacerla recta. Y cuanto más picuda mejor (no sea que nieve). Por decreto, cubierta inclinada llueva o no llueva. Eso es eficiencia! Porque en Javea llueve de lo lindo

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