Dedicado a Peter (@Speedmaster72), a Rodrigo Almonacid
(puede decirse que he hecho esta entrada por ellos y para ellos)
y a todos los jóvenes arquitectos apasionados por la arquitectura
moderna que estudian incluso obras ocultas y relegadas.
Su recuerdo de Fullaondo me ha impulsado a poner aquí este
documento que tal vez les interese.
El escritor francés Marcel Proust compuso un cuestionario para entrevistar con él a cualquier persona que tuviera interés.
(puede decirse que he hecho esta entrada por ellos y para ellos)
y a todos los jóvenes arquitectos apasionados por la arquitectura
moderna que estudian incluso obras ocultas y relegadas.
Su recuerdo de Fullaondo me ha impulsado a poner aquí este
documento que tal vez les interese.
El escritor francés Marcel Proust compuso un cuestionario para entrevistar con él a cualquier persona que tuviera interés.
Este cuestionario se ha usado y se sigue usando muchísimo, se ha hecho famoso, y a mí me ha gustado siempre tanto que incluso se lo hice contestar al protagonista de mi novela El poliedro de la melancolía.(*)
Hoy juntamos un cuestionario que me encanta y un entrevistado fascinante: Juan Daniel Fullaondo.
Lo transcribo del libro Juan Daniel Fullaondo, de la editorial Munilla-Lería, de Madrid, 1996. El libro fue coordinado y maquetado por la hija del protagonista, María Fullaondo. Tiene 255 páginas y el cuestionario va desde la página 11 hasta la 17.
Espero que os gusten su sentido del humor, su mala leche, su aroma de desencanto y su desbordada cultura.
-Empecemos. ¿Qué virtud es la que prefieres?
-La inteligencia, simultáneamente ecuánime y creadora. La lucidez, si quieres. Desgraciadamente esto te sitúa, habitualmente, a contracorriente. Hace poco he visto parangonar a Teruel con Atenas, por ejemplo. Con la Atenas de Pericles, quiero decir.
-¿Qué cualidad es la que prefieres en el hombre?
-Pues lo mismo. Esa inteligencia, unida a un cierto sentido del coraje, de la decisión. Hay cobardes muy listos, pero que, por ello mismo, terminan haciendo las cosas más disparatadas... Generalmente suelen vestirse de saltimbanquis. A rombos.
-¿Cualidad preferible en la mujer?
-Es difícil hablar sobre el mundo de la mujer. Oteiza hablaba de la comprensión sentimental.Pero también está el talento, la inteligencia, lo mismo de antes, y el saber integrarse, hasta el fin, en todos los terrenos, la belleza, el atractivo...
-¿Tu ideal de felicidad terrenal?
-Disponer de la tranquilidad necesaria para poder seguir indagando. En otra clave, que me dejen en paz, por el amor de Dios. Lo que parece bastante difícil. También podría, alternativamente, decir, como Borges, convertirme en el Hombre Invisible.
-¿La ocupación que prefieres?
-La mía, como arquitecto, dentro de ese aludido marco "inter científico". Desde la arquitectura, hacia casi todo. Otros van hacia casi nada. Aunque hablen de la Acrópolis, que ahora se lleva mucho. Yo prefiero hablar del Bomarzo de Chillida.
¿Cuál es, para ti, la mayor de las desgracias?
Rodearse de majaderos. Que, inevitablemente, desembocan en traidores de tercera. Eso también pasa mucho.
-¿Qué te hubiera gustado ser?
-Lo mismo que soy, pero mejor, con un mayor margen de maniobra, de confianza...
-¿Dónde te gustaría vivir?
-He variado bastante con el tiempo, la edad. Ahora pienso en un panorama frío, con lluvia y nieve, cerca del mar...
-¿Cuál es el estado actual de tu espíritu?
-El de una cierta perplejidad dentro de una reflexión constante, personal. Esto ha sido bastante constante en mí.
-¿Qué don de la naturaleza te gustaría tener?
-Son tantos... Me gustaría no ser calvo. Y tener mejor salud. Y jugar mejor al ajedrez. Me pierdo en el medio juego. Pero hay muchas otras cosas.
-¿Hacia qué falta tienes mayor indulgencia?
-Obviamente, hacia las del corazón.
-Pues lo mismo. Esa inteligencia, unida a un cierto sentido del coraje, de la decisión. Hay cobardes muy listos, pero que, por ello mismo, terminan haciendo las cosas más disparatadas... Generalmente suelen vestirse de saltimbanquis. A rombos.
-¿Cualidad preferible en la mujer?
-Es difícil hablar sobre el mundo de la mujer. Oteiza hablaba de la comprensión sentimental.Pero también está el talento, la inteligencia, lo mismo de antes, y el saber integrarse, hasta el fin, en todos los terrenos, la belleza, el atractivo...
-¿Tu ideal de felicidad terrenal?
-Disponer de la tranquilidad necesaria para poder seguir indagando. En otra clave, que me dejen en paz, por el amor de Dios. Lo que parece bastante difícil. También podría, alternativamente, decir, como Borges, convertirme en el Hombre Invisible.
-¿La ocupación que prefieres?
-La mía, como arquitecto, dentro de ese aludido marco "inter científico". Desde la arquitectura, hacia casi todo. Otros van hacia casi nada. Aunque hablen de la Acrópolis, que ahora se lleva mucho. Yo prefiero hablar del Bomarzo de Chillida.
¿Cuál es, para ti, la mayor de las desgracias?
Rodearse de majaderos. Que, inevitablemente, desembocan en traidores de tercera. Eso también pasa mucho.
-¿Qué te hubiera gustado ser?
-Lo mismo que soy, pero mejor, con un mayor margen de maniobra, de confianza...
-¿Dónde te gustaría vivir?
-He variado bastante con el tiempo, la edad. Ahora pienso en un panorama frío, con lluvia y nieve, cerca del mar...
-¿Cuál es el estado actual de tu espíritu?
-El de una cierta perplejidad dentro de una reflexión constante, personal. Esto ha sido bastante constante en mí.
-¿Qué don de la naturaleza te gustaría tener?
-Son tantos... Me gustaría no ser calvo. Y tener mejor salud. Y jugar mejor al ajedrez. Me pierdo en el medio juego. Pero hay muchas otras cosas.
-¿Hacia qué falta tienes mayor indulgencia?
-Obviamente, hacia las del corazón.
-¿Qué es lo que detestas por encima de todo?
-Como antes, la majadería. Si además se une, como es frecuente, a la petulancia y al poder, ya tendríamos, verdaderamente, la apoteosis.
-Como antes, la majadería. Si además se une, como es frecuente, a la petulancia y al poder, ya tendríamos, verdaderamente, la apoteosis.