En estos tiempos de pandemia están cerrados todos los centros (físicos, presenciales) de enseñanza. Pero el curso sigue. De repente, y sin tenerlo preparado, todos los docentes y todos los alumnos se han puesto las pilas como han podido y se han lanzado a la piscina.
Los centros hacen lo que pueden: Mandan correos con instrucciones, habilitan plataformas y programas para reuniones virtuales... Lo que sea. Algunos tienen más medios y más éxito que otros, pero todos se han puesto a ello.
Esta entrada al blog es una respuesta a dos fotos maravillosas, que luego son tres, que luego son cuatro.
(Por favor, clicad en ella para verla más grande)
Se ha buscado un rinconcito en la cocina de su casa, al lado del microondas y debajo del colacao. Se ha agenciado lámparas varias, que ha conectado, como el ordenador, con un laberinto de cables y ladrones, un atril en el que están dos de los libros que va a comentar, ha calzado el portátil con una caja y ya está dispuesto para empezar.
(Me pregunto si se sentará o si la dará de pie. Si se sienta tendrá que ponerse de lado, porque los muebles de cocina no permiten meter las piernas, y si se queda de pie me temo que se vaya a cansar bastante). (Bueno, a lo mejor da un paso a la derecha y otro a la izquierda, una y otra vez, y da la clase medio bailando).
(Clicadla también)
"Ñapas para poder dar clases on line de asignaturas manuales. Lo que no aprendamos de esta situación..."
En efecto, él da clase de representación gráfica y en este caso quiere que los alumnos aprendan alguna técnica manual. Para ello se ha colocado el dibujo sobre esa base de goma y ha calzado la tableta con una caja para tomar con su cámara las operaciones que vaya a hacer en directo durante la clase sobre ese dibujo en papel. De la cámara de la tableta las imágenes van a su ordenador y de este viajan a la plataforma que comparte con sus alumnos.
Como bien dice, lo que no aprenda uno en estos días... Un probo profesor de arquitectura convertido en técnico audiovisual e informático.
Ambos profesores, además, como todos, van provistos de auriculares, micrófono, cámara web, etc., para estar lo más próximos posible a sus estudiantes, responder en directo a sus dudas y repetir algún detalle o alguna explicación que no se hayan entendido bien, mientras están atentos a que ningún gesto torpe e inoportuno les tire todo el chiringuito.