Es impresionante la fuerza, el talento y la capacidad de entusiasmo que tenéis los jóvenes. A veces dais hasta un poco de miedo. "Esta gente nos come. Nos come por los pies y no dejan de nosotros ni la coronilla", nos decimos los veteranos cuando os vemos salir de las escuelas.
A vuestra energía terrible unís vuestra preparación. Me pasma el dominio que los jóvenes arquitectos tenéis de las herramientas gráficas informáticas, la fluidez con la que habláis inglés y otros idiomas, el dominio de técnicas paralelas y complementarias a la arquitectura, como son la construcción de maquetas, el diseño gráfico, las animaciones y vídeos... Tenéis capacidad de sobra para quitarnos cualquier encargo con razón y con méritos.
Me dais mucho miedo, que lo sepáis.
Y sin embargo os veo trabajando gratis en estudios que no os merecen, regalando vuestros conocimientos, vuestras técnicas, vuestras horas de trabajo e incluso vuestras no-horas de sueño.
¿Por qué lo hacéis?
No lo termino de entender. Acabáis vuestra carrera y estáis deseando lanzaros a la profesión. Claro que sí. Pero en vez de buscar vuestros propios clientes preferís entrar a trabajar en un estudio ya consolidado, y mucho mejor si puede ser en el de un arquitecto de prestigio. Me parece muy bien. En principio se supone que cuanto mejor sea ese estudio más y mejores trabajos hará, y por lo tanto también ingresará más dinero y pagará mejor a su gente. Estupendo.
Ah, que al parecer eso no es exactamente así. Que al parecer muchos jóvenes trabajáis gratis por tener la oportunidad de aprender.
¿Y qué es lo que queréis aprender, que se trabaja gratis?
Sabéis de sobra. No necesitáis aprender. Y, desde luego, no tenéis que aprender a preparar cafés o a hacer fotocopias.
Y si os piden ya de entrada un nivel alto de 3D y os ponen a hacer renders como locos, ¿qué es exactamente lo que os enseñan?
Como os aprecio y os veo casi como un padre os voy a enseñar lo más importante, lo único que debéis saber para siempre: EL TRABAJO SE COBRA.
Eso es lo que diferencia a un profesional de un aficionado, y nosotros somos profesionales, coño. La arquitectura es un trabajo, y los trabajos son hechos por profesionales.
Por favor, copiádmelo cien veces con pluma de ganso y hermosa tinta roja de cochinilla, y también con la mejor caligrafía de la que seáis capaces:
Hala, por mí ya habéis aprendido todo lo que teníais que aprender. No olvidéis esto nunca. Y ahora a volar. Buena suerte.