El otro día os comenté mi desasosiego ante los provocadores dibujos de Michelucci. No entiendo por qué proceso un racionalista llega a eso. ¿Es porque el racionalismo no llena, y uno busca entonces otra cosa? Seguramente. Yo soy un claro defensor del racionalismo: Estoy feliz viviendo en una cultura que mide órbitas y eclipses y no lo atribuye todo a caprichos de los dioses. Pero también reconozco que el racionalismo no nos resuelve las cosas más importantes de la vida.
En todo caso, la arquitectura racionalista me produce ahora otra desazón -¡qué tío más pusilánime! ¡todo me desazona!-. Y es que la que iba a ser dura y precisa herramienta cerebral, solución exacta a problemas de función, soleamiento, economía, programa… haya quedado como reliquia romántica, como belleza. Yo, al menos, no la veo ya como teorema ni como máquina eficaz (que era lo que quería ser), sino como “cosa bonita”, “bello recuerdo”, “hermosura”. Eso la adultera. Eso la mata. Es como hacerle cariñitos en la barbilla a Chewbacca y decirle cuchi cuchi. No es eso. No desea ser cariñoso ni cuchicuchi. Eso le ofende. Caer bien y causar ternura le humilla.
Y, sin embargo, qué hermosa es la Estación de Santa María Novella de Florencia.
Fotografía de Daniel Prado Rodríguez, obtenida de su web (clica aquí).
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Esta estación fue construida en los años treinta. Sus arquitectos eran unos muy jóvenes toscanos (Baroni, Berardi, Gamberini, Guarnieri y Lusanna) reunidos en torno a su maestro Michelucci (cuarentón). Ganaron un concurso muy comprometido porque todo el mundo estaba muerto de miedo ante el sacrilegio de acercar una estación de tren al ábside de Santa María Novella. La solución fue muy discreta y silenciosa, pero a la vez muy potente. Me parece un gran proyecto.
El maestro Michelucci hizo en 1949 el mercado de Pistoia: Otro edificio racionalista, muy discreto y elegante, que le sienta estupendamente al casco histórico de la ciudad medieval.
En 1952 (sesentón) hizo una modestísima y dignísima iglesia en Collina. El año siguiente, la Caja de Ahorros de Florencia, puro ritmo, serie, módulo y elegancia. En 1956 un rascacielos en Liorna, pura plástica rectilínea y ortogonal.
Pero poco después, en 1961 (cumple setenta años) “estalla en el neoexpresionismo estructuralista” (Zevi) y se sacude una iglesia rara en plena autopista, al lado de Florencia. ¿Es que lo espiritual del programa le obliga a renegar del racionalsimo? Podría ser, como Le Corbusier en Ronchamp, pero en los dibujos que vimos el otro día hay iglesias, sí, pero también balnearios y polideportivos.
Así que me quedo como estaba. ¿Es todo mero lenguaje? ¿Es que el racionalismo ya no da más de sí y hay que probar formas? No lo sé. No lo sé.
Buenas noches, amigo.
ResponderEliminarCon la entrada del otro día, sobre Michelucci, quedé un poco inquieto, ciertamente, y estuve revisando parte de su obra. Pensé en el orden cronológico de los dibujos... todos evolucionamos.
Todos nos vamos haciendo mayores y adaptamos nuestro pensamiento a nuestras necesidades. Nos permitimos lujos que, de joven, no nos permitíamos. Ya no hay que pagar tantas letras.
En cualquier caso, a mí, las iglesias no me parecen "raras". El que me parece raro es Dios.
A mí también Dios me parece raro, y el hombre cuando necesita de él deja de ser racionalista. (Pero qué bien funcionan las catedrales góticas). Lo que me preocupa, en un campo específicamente arquitectónico, es cómo a los más grandes racionalistas parece que el lenguaje racionalista les falla al final de su vida. Es como si se dieran cuenta entonces de que toda su vida han estado equivocados. ¿Nos pasará a nosotros? Seguro que sí. También puede ser lo que tú dices: Ya no hay letras, ya no hay obligaciones, ya no hay que cohibirse. Seguramente eso sea lo único bueno de la vejez.
ResponderEliminarBuenas tardes,
ResponderEliminarSólo comentar que una de las fotos de la estación de Florencia de trenes está sacada de la siguiente dirección:
http://www.daniel.prado.name/Varios-Viajes.asp?art=289
Lo comento porque soy el autor y para publicar la procedencia de tal foto.
Esta forma parte de mi guía de viajes sobre Florencia
Si pudierais citar el autor y enlazarme, os lo agradecería...
Gracias y un saludo
Perdona, Daniel. Generalmente para ilustrar mis entradas busco imágenes en internet y selecciono las que más me gustan, y no cito las procedencias primero por descuido por mi parte, y segundo porque a menudo los sitios de donde las cojo las han cogido a su vez de otros lugares y no sé si son originales de allí.
EliminarEsa tuya es muy buena.
He puesto ahora en pie de foto la referencia a tu nombre, a tu web y a tu guía de Florencia. Espero que así te parezca bien.
Muchas gracias. Saludos.