viernes, 30 de julio de 2010

Moisés y Aarón. Vacaciones

Estoy muy animado con el blog, y ahora que voy a tener más tiempo (aún), el cuerpo me pide escribir, y escribir, y escribir.
Pero voy a parar un poquito por vosotros.
No soléis hacer comentarios (muchísimas gracias a los que lo hacéis), pero en el contador veo que lo visitáis a menudo, más de lo que yo esperaba cuando empecé. Sin embargo, estos días el contador ha pegado un frenazo brutal. Esto puede ser porque ya os hayáis cansado de mí (Dios, qué manera de aburrir en dos semanas), o porque estéis de vacaciones, o con horario de verano, o con mucho calor... qué sé yo. El caso es que de lo que sí os habéis tomado unas vacaciones, al menos, es de este blog.
Paro, porque lo de Heidegger sí que quiero que lo leáis, e incluso que me digáis algo, y os advierto que lo de Moisés-Aarón va a caer en septiembre. Es pregunta de examen y quiero que os la miréis.
Creo que si venís en septiembre y os encontráis veinte o treinta post nuevos os vais a desanimar y vais a pasar definitivamente de mí. Así que paro un poco. O al menos cambiaré el tipo de posts y los haré más ligeros y veraniegos.
Si alguien quiere curso de verano, o tertulia, o lo que sea, que lo diga. Que me deje algún comentario. Yo miraré a diario (y con ello seré el único que mueva el contador de visitas). Si os veo a alguno por aquí os contestaré u os diré algo.
Buenas vacaciones.
Os pongo deberes de verano, tarea de vacaciones: Moisés y Aarón.
Moisés era tartamudo. Conocía la palabra de Yahvé y la tenía que predicar, pero no se le daba nada bien hablar en público. No "transmitía". Se trabucaba, se liaba y lo echaba todo a perder. Su hermano Aarón, por el contrario, tenía una hermosa y bien timbrada voz, entonaba muy bien y cautivaba al auditorio. Pero no conocía el mensaje que había que transmitir. Solución: Moisés se lo explicaba a Aarón y éste, sin terminar de entenderlo bien, se lo contaba a su pueblo con bellas palabras y hermosos gestos. A Aarón le daba igual ocho que ochenta. Él soltaba el discurso que le pusieran delante, incluso sin entenderlo ni asimilarlo. Sólo así se explica que cuando Moisés subió al Sinaí Aarón aprovechara el tiempo haciendo un ídolo, un becerro de oro. Después de las plagas, los discursos ante el faraón, el báculo y la serpiente, el éxodo, las aguas del Mar Rojo y todo lo demás, no se había enterado de nada.
Simplificamos y reducimos a símbolos. Nos queda:
MOISÉS.- Tiene las ideas claras y conoce el asunto, pero no tiene talento artístico para "hacerlo bonito", para adornarlo. Sus obras quieren ser profundas y penetrantes, pero no le terminan de salir.
AARÓN.- No tiene ni idea del tema, pero tiene talento artístico y lo sabe "hacer bonito" y atractivo. Sus obras son muy bellas, pero él mismo no lo tiene muy claro.
Estos son esquemas extremos, y exagerados. Ya comentaremos casos reales, menos rotundos (comparar a Chillida con Aarón fue exagerado). Pero el modelo Moisés-Aarón, por su claridad y simpleza, nos puede servir para aclarar algunas cosas.
Ya lo veremos, porque el tema creo que da para más.

5 comentarios:

  1. ¿Esto qué es una clase de historia para tontos?
    Te pongo un fragmento de un Texto de Baudrillard
    del libro "olvidar a Foucault":

    "Particularmente hoy, lo real no es más que esto: reserva de materia muerta, de
    cuerpos muertos, de lenguaje muerto. Aún hoy la evaluación del stock de realidad
    (no hablemos de la energía: la cantinela ecológica oculta que no es la energía
    material lo que desaparece del horizonte de la especie, sino la energía de lo real, la
    realidad de lo real, y toda la posible seriedad de una gestión, capitalista o revolucionaria, de lo real), nos da seguridad: si el horizonte de la producción se ha desvanecido, el de la palabra, el de la sexualidad, el del deseo, pueden aún tomar el relevo. Siempre habrá que liberar, que gozar, que dar la palabra a los otros — eso
    es lo real, esa es la sustancia, ese es el stock en perspectiva. Así pues, poder."

    Y otro del libro "Cultura y Simulacro":
    Así pues, lo que ha estado en juego desde
    siempre ha sido el poder mortífero de las imágenes,asesinas de lo real, asesinas de su propio modelo, del mismo modo que los iconos de
    Bizancio podían serlo de la identidad divina.
    A este poder exterminador se opone el de las
    representaciones como poder dialéctico, mediación
    visible e inteligible de lo Real. Toda la fe
    y la buena fe occidentales se han comprometido
    en esta apuesta de la representación: que un
    signo pueda remitir a la profundidad del sentido,
    que un signo pueda cambiarse por sentido y que
    cualquier cosa sirva como garantía de este cambio
    —Dios, claro está. Pero ¿y si Dios mismo
    puede ser simulado, es decir reducido a los signos
    que dan fe de él? Entonces, todo el sistema
    queda flotando convertido en un gigantesco simulacro— no en algo irreal, sino en simulacro,
    es decir, no pudiendo trocarse por lo real pero
    dándose a cambio de sí mismo dentro de un circuito
    ininterrumpido donde la referencia no existe.

    Me piro a Tossa de mar, no volveré por aquí hasta por lo menos el 15 o el 20.

    Un fuerte abrazo.

    A seguir currando.

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  2. No es para tontos (creo), y no es historia. El mito de Moisés y de Aarón me parece muy interesante. Como todos los mitos, es una caricatura. Pero a veces conviene sacar los rasgos groseramente, para que se entienda más.
    Me gustaría mucho más que me contaras lo que dicen esos "sabios" (o lo que tú entiendes, o lo que a ti te sugieren) a que me recortes y pegues unas parrafadas abstrusas y ásperas. Aunque no lo parezca, las tontunas que escribo me exigen simplificar y digerir los textos. No los pongo sin más, o al menos no es esa mi intención.
    Que lo pases bien en la playa.

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  3. Bueno, veo que te lo tomaste demasiado racional, lo de historia para tontos que es a lo que se refiere Deleuze cuando dice "cómo nos tratan las instituciones" o la "psicología reducida o simplista" que nos ve como meros números con los que hacer sus previsiones para seguir manteniéndose en el poder, o lo del pensamiento débil de Vattimo.

    La cultura hace tiempo que se volvió simulacro y el hombre de a pie ciborg (esto lo sabes bien porque te leíste el libro de Broncano, pero también lo apunta desde la trilogía de Esferas Sloterdijk o en su Crítica de la razón Cínica).

    Si nos empeñamos en seguir un razonamiento utópico racional (cosa que hace mucho tiempo que avandonaros los científicos y que está muy bien contado en Hiperespacio de Kichio Kaku o en La Partícula Divina de Lederman y Teresi) estamos en la línea de lo que cualquier institución que quiera tener al redil anestesiado puede conseguir.
    Esta racionalidad salvadora de la que presume el blog es lo que Lyotard ya apuntaba como uno de los problemas del Siglo XXI, porque cuando el mundo es irracional, los medios para controlarlo son espectaculares (contado muy bien por Braudillard en La seducción), con-funden, y sorprenden.
    En La Modernidad Superada. Arquitectura y Pensamiento del SXX, Montaner apunta algunas pautas de lo conseguido por la arquitectura en los últimos años (tú también apuntaste alguna en tus anteriores post), y lo logrado está en la línea del pensamiento y no en la falsa utopía de antes de la guerra.
    Tratas a los filósofos de mala manera pero tú te los pierdes y en la libertad está la ciencia.

    Ahora, aclarado que historia para tontos no es lo que parece ni los textos de Baudrillard son abstrusos (desde tu lógica de las sensaciones como diría Deleuze pueden parecerlo), me voy a hacer las maletas.

    Otro fuerte abrazo.

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  4. Michael Foucault expuso: Qué es por tanto la filosofía (quiero decir la actividad filosófica) si no es la labor crítica del pensamiento sobre sí mismo. Y si no consiste , en vez de legitimar lo que ya se sabe, en tratar de saber cómo y hasta dónde puede ser posible pensar de otro modo

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  5. Leí el libro de Broncano sobre el ciborg no sólo porque tú me lo descubriste (que no lo conocía), sino porque hasta me prestaste tu ejemplar. Me pareció muy interesante, y me tocó la fibra sensible que relacionara la melancolía con la modernidad, porque es algo que yo intuía de alguna manera. Me aclaró mucho esa idea.
    Del resto de filósofos que citas, confieso que a alguno no lo conozco, y que algún otro me parece un bocazas, pero aprovecharé las vacaciones para ponerme las pilas.
    No trato a los filósofos de mala manera. Sólo a algunos.
    Venga. Buenas vacaciones. Abrazos.

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