domingo, 19 de marzo de 2023

Padre

Desayuno muy a menudo en una churrería que lleva un antiguo futbolista local con su familia. Es un sitio pequeño y antiguo (por no decir viejo). Como además hacen unos churros y unas porras excelentes suele estar muy lleno a la hora crítica.

La zona de atención al público es de planta rectangular y tiene una barra de lado a lado justo enfrente de la puerta de acceso. En las otras tres paredes hay una pequeña repisa corrida donde apoyar el desayuno, que se trae uno mismo desde la barra.

La repisa tiene pocos centímetros de anchura. Tan pocos que el plato de las porras queda en voladizo
(pero por lo menos su centro de gravedad está dentro)

Las paredes están alicatadas hasta algo más de un metro y medio de altura con azulejos marrones veteados de forma lobulada, que hablan de otros tiempos y que hoy, tras haber rebasado ya la categoría de "horteras" han entrado por derecho propio en la de "vintage".

martes, 14 de marzo de 2023

Arquitectura y pulpo a feira

que me hacen comprender cosas. 


Le acaban de dar el Premio Pritzker al arquitecto británico (quiero decir gallego) David Chipperfield, y lo primero que me he llevado ha sido una sorpresa: Yo creía que ya lo tenía. (Para que os fieis de este blog. Su autor no sabe qué insignes arquitectos cuentan con el galardón).

Quien sí está siempre al corriente de todo es mi admirado compañero y amigo Jaume Prat, y ha escrito esto tan sabia, documentada y provocadoramente que no tengo más que aportar; así que me limito a remitiros a su texto, lleno de conocimiento y de visión inteligente.

Yo solo quiero comentar una de las cosas que él dice, y que me animan a aportar mi torpe visión. 

El hostelero David Chipperfield en el Bar do Porto, Corrubedo (La Coruña)

Jaume dice que la arquitectura no son los objetos producidos por los arquitectos, sino un hecho complejo y multifactorial. La arquitectura no son los edificios, sino lo que los edificios permiten que pase. "La arquitectura se basa en las relaciones. Relaciones entre personas y su actividad, entre personas y un lugar acondicionado que les permite realizar actividades como habitar, tratarse entre ellos, trabajar, identificarse, emocionarse con un lugar".

miércoles, 8 de marzo de 2023

La placa secreta

Nunca he asistido a la ceremonia de colocación de la primera piedra de un edificio. He hecho bastantes, e incluso algunos públicos, que son los que más se prestan a algo así, pero no se ha dado el caso.

En ese rito solemne se reúnen los agentes que van a llevar a cabo el milagro de la construcción, y en un hoyo practicado a tal efecto reciben con mortero o similar la supuesta primera piedra del edificio (es mentira: no tiene nada que ver con este y se quedará enterrada ahí, desvinculada de la obra)(1). La autoridad representante de la propiedad deposita junto a la piedra unas monedas, un periódico del día y algún otro objeto simbólico como testimonio del tiempo en que eso se construyó, para que se pueda saber en un futuro lejano, cuando a alguien le dé por hurgar en el hoyo.

En la novela La arquitectriz(2) Plautilla Bricci, su narradora y protagonista, cuenta la emoción, la responsabilidad y el miedo que sintió al poner la primera piedra de la Villa Benedetta ("El Bajel"), proyectada por ella en la colina del Janículo de Roma. Entre los objetos simbólicos que entierran se encuentra una placa de plomo grabada con un texto.

martes, 28 de febrero de 2023

La reina de Somosaguas

A Agustín Ferrer Casas, que otra vez que le metí
prisas no solo conseguí que terminara un cómic insigne,
sino que incluso me mencionara en los agradecimientos.
A ver si con esto le vuelvo a animar. 


La Casa Carvajal está en venta por cuatro millones doscientos mil euros, y eso me hace pensar varias cosas que voy a intentar explicar aquí.

En el reportaje de El País dicen 4.200.000 €. En este
anuncio pone 3.950.000 €. (No sé si es que ya lo han rebajado).

La primera es que la casa "está en precio". Tan grande, con una parcela también enorme y en una urbanización de lujo, se está pidiendo por ella lo que vale el metro cuadrado en esa zona, sin ningún plus por ser una obra de arte (aunque en el anuncio inmobiliario presumen de ello con legítimo orgullo).

Pero es que el hecho de ser oficialmente una obra de arte no solo no hace que el precio suba, sino que la perjudica notablemente y los vendedores quisieran quitarle esa etiqueta para que los posibles compradores se animaran. Porque ¿quién quiere una obra de arte? Colgada en una pared está muy bien, y de adorno en un jardín también, pero para vivir en ella es una tortura.

lunes, 20 de febrero de 2023

Es fácil ser arquitecto

De vez en cuando aparece en mis redes sociales esta estupidez:

Es algo que me saca de quicio, que me pone de mal humor, que me incomoda muchísimo. Se trata de que alguien, orgullosísimo de haber conseguido llegar a ser arquitecto (se ve que no se lo cree ni él, y habría que ver cómo se sacó la carrera) enuncia una supuesta ironía: "Es fácil ser arquitecto", para luego añadir una retahíla de cosas que prácticamente nos convierten en superhombres.

domingo, 12 de febrero de 2023

Premio (con striptease)

Es una zafiedad y una ordinariez aprovechar que a alguien le dan un premio para arrimarse a él y exhibirlo como si nos perteneciera un poco, y hablar de él con una especie de camaradería con el premiado, como haciéndonos los cómplices. No, nada de eso, pero es que ayer sábado la academia de cine le ha dado el Premio Goya al mejor cortometraje de ficción a la película Arquitectura emocional 1959, y los profesionales y amantes de la arquitectura nos hemos puesto muy contentos, como si tuviéramos algo que ver con ello.

La vi hace unas semanas en una proyección especial en el auditorio del COAM, con asistencia de su director, Elías León Siminiani, entre otros. Me gustó mucho y, a pesar de mi pudor, me atreví a felicitarlo al final del acto. Estaba nominado a los Goya y todos le deseamos que lo ganara. Y mirad: lo ha ganado. Estupendo.

La película trata de la historia de amor entre dos jóvenes universitarios: Andrea, una chica de la alta burguesía, hija de un notario, que vive en un espléndido edificio del arquitecto Secundino Zuazo enfrente del Retiro de Madrid, y Sebas, un chico de clase obrera, hijo de un empleado de la EMT de Madrid , que vive casualmente en otro edificio del mismo arquitecto, tan espléndido desde el punto de vista de la sabiduría arquitectónica, pero mucho más modesto, pequeño y alejado del centro mollar de Madrid.

viernes, 10 de febrero de 2023

El técnico

La primera vez que alguien se refirió a mí como "técnico" me sentí muy raro. (Además fue en una situación muy desagradable que nunca olvidaré, y que me enseñó mucho). Acababa de terminar la carrera y fue en mi segundo trabajo como arquitecto.

Fijaos qué tontería: me habría sorprendido mucho menos que me llamaran "artista". Desde luego yo me sentía muy arquitecto y mucho arquitecto. Estaba muy orgulloso de serlo, de haber alcanzado ese estatus tan deseado. Y para mí por aquel entonces un arquitecto estaba mucho más cerca de ser un creador que de pasar datos a una tabla.

Debe de ser por la misma razón por la que siempre me he obstinado en hablar de "mi estudio" y no sucumbir a la tendencia cada vez más generalizada de llamarlo oficina. Un estudio es mucho más bohemio. Un estudio es el sitio de un pintor, de un poeta, de un músico, y una oficina es el de un contable, un agente de seguros, un auxiliar administrativo. En un estudio puede morir Mimi, en una oficina te pueden compulsar una fotocopia.

Pues bien, este artista que aquí veis no ha hecho en su vida ni una obra de arte, mientras que pasa horas y horas descargando fichas catastrales. La profesión era esto.

Y a mucha honra. Como decía Antonio Machado y yo repito a menudo,

a mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago.

jueves, 2 de febrero de 2023

Dos hitos, dos mojones

Quiero comentar aquí dos episodios paralelos y creo que muy aleccionadores para todos, pero especialmente para los arquitectos, que muy a menudo nos presentamos a concursos y que, de una u otra manera, siempre estamos sometiendo nuestro trabajo a la aprobación de los demás. 

Lo voy a ejemplarizar con dos carteles que creo que son dos hitos, dos piedras miliarias, dos mojones, dos referencias en el camino de la creación y de la apreciación de la obra de los diseñadores por el público.

Ruta de los mojones. Pina de Ebro (Zaragoza)

El primero de ellos es el de la tradicional Fiesta de la Aceituna de Martos (Jaén). Para elegir el del año 2022 se convocó un concurso, como cada año, y lo ganó la artista fuenterrobleña Silvia Viana Chaves, una ilustradora con mucha experiencia y con una gran potencia expresiva.

Hizo un cartel que a mí me parece muy sugerente (y se ve que al jurado también): un gesto insistente de rayar y rayar con lápiz de color aceituna en un movimiento elíptico, obsesivo, directo y brutal, para recordar la forma de una aceituna. Y, sobre este grafismo elemental y a la vez frenético, una buena tipografía en rojo y negro y los logos exigidos.

Ya está. Todo intención. Pura sencillez y potencia:

Silvia Viana Chaves, cartel ganador de la
XLII Fiesta de la Aceituna de Martos (Jaén)

sábado, 28 de enero de 2023

Joaquín Sorolla y Alvar Aalto

Lo siento: He escrito una entrada sobre Joaquín
Sorolla y Alvar Aalto y, tras darle un montón de
vueltas al título, solo me sale "Joaquín Sorolla y
Alvar Aalto". ¿Seré soso?


Este año se cumple el centenario de la muerte del pintor español Joaquín Sorolla, y también el centenario de cuando el arquitecto finlandés Alvar Aalto tenía 25 años. Ante semejante casualidad no me ha quedado otra opción que compararlos, y allá voy.

Joaquín Sorolla es un pintor perfecto, capaz de unos fantásticos dibujos que se deshacen bajo la fuerza del color, que a su vez construye la luz y es construido por ella. Si la palabra fotografía significa etimológicamente algo así como "dibujo hecho con luz" entonces Sorolla es un fantástico fotógrafo.

¿Hay alguien a quien no le guste Sorolla? Sus cuadros son un puro placer, una pura alegría de vida bullente. Es apasionante intentar seguir sus trazos rápidos y seguros, y ver con cuánto dominio capta la vida y su color.

domingo, 22 de enero de 2023

Otros méritos

Después de más de treinta años tranquilo, ejerciendo mi profesión por mi cuenta en un yomeloguiso, yomelocomo, en los últimos años me he visto dos o tres veces sorpresivamente en la necesidad de preparar mi currículum vitae. Han sido situaciones excitantes, en las que quería conseguir algo que me apetecía mucho, pero para ello he tenido que sufrir la extraña circunstancia de verme desde fuera y valorar y hacer valorar por los demás mis discutibles méritos.

Es una peripecia muy extraña, porque así, en global y sin pormenorizar, uno cree a priori (y más o menos) que merece obtener el premio porque tiene virtudes y logros suficientes, pero cuando va punto por punto cumplimentándolo se le van cayendo uno por uno todos los palos del sombrajo. (Me estoy refiriendo a un cierto tipo de currículum académico que uno no redacta como mejor le parece, sino que está ya previamente estructurado y hay que ir completando apartado por apartado).

Es patético y ridículo que, aunque pensabas que tenías bastantes méritos, no tienes ninguno de los que de verdad se valoran. Entonces te pasan dos cosas: la primera es que te da rabia que ese cuestionario esté compuesto precisamente así, como si te conocieran de antemano y se hubieran propuesto que no lo consiguieras, y la segunda, y bastante peor, es que ves que te habías estado engañando y vivías en un estado de inconsciencia evitando en el fondo conocerte y soñando vagamente con que eras mejor de lo que eres. Todo esto te tira por el suelo y te hacer verte de una manera muy rara, como si no te conocieras.

-¿Estancias en el extranjero?
-No.
-¿Programas de investigación?
-Bueno, yo investigué una vez...
-¿PRO-GRA-MAS DE INVESTIGACIÓN?
-No, eso no. Programas no.

Y así todo. Tienes cosas publicadas, incluso algún libro, pero no te preguntan por eso. No te dejan ponerlo. No entra. Sufres y te desesperas porque no puedes decir lo que necesitas decir, y que tú crees que vale bastante (aunque ya te vas dando cuenta de que no vale nada).

Al final de tantos sinsabores encuentras:

Ahí ya sí. Ahí ya puedes poner lo que quieras. Y te explayas:

miércoles, 4 de enero de 2023

Nuevo año

Feliz año nuevo.

Es el momento de felicitarnos y de desear cosas buenas, de desearnos mejores de lo que somos, tanto para apuntarnos al gimnasio como para dar los buenos días al entrar en un ascensor. Nos gustaría ser como nos vemos por un segundo si entrecerramos los ojos y nos esbozamos a nosotros mismos una sonrisa de cariño. Pero no nos engañemos: en un par de semanas dejaremos de ir a hacer ejercicio y en un par de días dejaremos de saludar.

Pero algo tenemos que hacer con este año que empieza. No sé. Se me ocurren muchas cosas, pero ya tengo experiencia en años (demasiada y demasiados) y sé que no las llevaré a cabo.

Al menos dejadme que me proponga algunas: