El comentario que la acompaña trata en torno a que la fe que todos teníamos en el progreso de la humanidad se ha quedado reducida, por no decir completamente destruida, ante la necesidad de tener que advertir de estas estúpidas obviedades: "No se coma este envoltorio". (Permitidme una adaptación libre por mi parte suprimiendo la tilde).
martes, 10 de junio de 2025
No se coma este envoltorio
lunes, 12 de mayo de 2025
Valor = Precio
confunde valor y precio.
Abro con estos versos de Quevedo para decirle que no, que no tiene razón. Pretendo demostrar (o al menos defender) que en esta dinerocracia, o, mejor dicho, dinerolatría en que vivimos valor y precio son exactamente iguales.
Acabo de leer este titular de BBC:
-¿Y eso es grave?
-¡Ya me dirás! ¡Está valorado en cincuenta millones de euros!
-Ah, entonces sí.
lunes, 5 de mayo de 2025
Saltos mortales
Acabo de terminar de leer este libro:
Es de una jovencísima escritora belga, Charlotte Van den Broeck, que hasta ahora solo había escrito poesía. Esta es su primera obra en prosa y demuestra un dominio sorprendente para ser su debut.
Son trece relatos de suicidios de arquitectos, y me interesó en cuanto supe de su existencia porque lo asocié mentalmente con mi libro Necrotectrónicas, en el que contaba veintitrés muertes de arquitectos (aunque solo una por suicidio).
martes, 29 de abril de 2025
La edad de la inocencia
A Emilio
Hace unos años, un día frío y lluvioso de abril me sentía melancólico y algo tristón, y escribí aquí una entrada glosando el famoso verso de T.S. Eliot "Abril es el mes más cruel". Desde entonces, no sé cómo me las arreglo, cada año en abril suele caer alguna entrada blue. Mi amigo Emilio, fidelísimo lector de este blog, siempre me lo afea: "Ya te has puesto abrileño". Pues bien: hoy la entrada abrileña va por él y sobre todo para él.
Siempre intento hacerle caso a Emilio y contener mi ñoñería especialmente este mes, pero hoy me lo vais a permitir porque cumplo sesenta y cinco años. Es un momento muy especial.
lunes, 14 de abril de 2025
La aciaga sinceridad
Lester Young era un raro caso entre los músicos de jazz: había estudiado música y sabía leer los papeles sin ninguna dificultad. Era de familia de músicos, y para él fue natural aprender violín, trompeta y batería ya de niño.
En sus primeras actuaciones juveniles tocaba la batería, pero se cansó muy pronto de ella porque, cuando terminaban de tocar, él tenía que quedarse recogiendo el engorrosísimo instrumento mientras sus compañeros se iban libres. Así que se decidió por el saxo tenor. Era incluso más sencillo que el clarinete, y pensó que no le supondría demasiado esfuerzo hacerse con él. Y acertó. No solo se incorporó como principal saxo tenor a la famosísima orquesta de Count Basie, sino que queda en la historia como uno de los más grandes de todos los tiempos.
La orquesta de Count Basie acompañó a Billie Holiday en algunas colaboraciones esporádicas. Ahí la conoció Young, pero después siguió acompañándola en distintas ocasiones y con distintos músicos, y grabó algunos discos con ella. En esas obras Young era quien más y mejor la acompañaba, y llegaron a hacerse inseparables. Podemos distinguir entre las canciones de Holiday en las que está Young (con sus complejos y elaborados solos) y en las que no está.
lunes, 7 de abril de 2025
Nuevos tiempos
He visto en Facebook estas cosas que me chiflan:
Los tres tenores. Y aunque ya quiero irme retirando de estas frivolidades y adaptarme a mi nueva situación no solo económica, sino sobre todo anímica, no he podido resistir la tentación de buscar cuánto costaban.
lunes, 31 de marzo de 2025
Trampantojo
El otro día llovía en Aranjuez, y mi mujer y yo, caminando bajo el paraguas, charlábamos. Mientras lo hacíamos, yo miraba distraídamente al frente, pero poco a poco me sentí extraño. Noté que algo no cuadraba en lo que estaba viendo y me costó un rato entender qué era. Me quedé parado, sin cruzar la calle, mirando un balcón que he visto mil veces.
Ese balcón... ¿Qué le pasaba a ese balcón?
jueves, 13 de marzo de 2025
Elegí un mal día
En la película Airplane! (en España Aterriza como puedas), de 1980, hay un Boeing 707 con muy serios problemas para aterrizar, lo que pone a prueba a todo el personal del aeropuerto, especialmente al supervisor de la torre de control, Steve McCroskey (interpretado por Lloyd Bridges). Es un hombre templado, pero aun así se preocupa porque va a soportar una terrible carga de estrés. Ante la que se le viene encima dice: "Elegí un mal día para dejar de fumar", y fuma pensando que ya encontrará un mejor momento para dejarlo de verdad cuando se pase todo esto. Las horas transcurren y la tensión crece; entonces aumenta su declaración: "Elegí un mal día para dejar de beber"; y bebe. Más adelante: "Elegí un mal día para dejar de tomar tranquilizantes"; y se toma uno. Y ya después: "Elegí un mal día para dejar de oler pegamento"; y lo esnifa.
Pues así estoy yo ahora: Elegí un mal día para jubilarme.
lunes, 3 de marzo de 2025
El cuerpo
Llevamos unas cuantas décadas viviendo un urbanismo loco, unas ciudades hostiles que nos expulsan a los extrarradios cada vez más lejanos, y, en ellos, unos pueblos que lo eran y que ahora ya ni son pueblo ni son ciudad, sino unos inmensos aparcamientos de personas.
En la ciudad siempre ha habido barrios ricos y barrios pobres, pero desde hace años es sencillamente imposible que los menos pudientes puedan vivir en ellas; en ningún barrio. Los que eran menos boyantes se han ido empijando y ahora da gusto: Donde estaba el Bar Manolo hay ahora un laboratorio gastronómico que expende unas tostadas hechas con harinas de cereales que no has oído en tu vida y rociadas con espuma de albahaca. Nos han gentrificado a nosotros mismos de las calles de nuestros padres y nos han expulsado a cuarenta kilómetros de distancia, a unos lugares que han crecido metastásicamente: no hay más que ver los absurdos nombres de sus calles, debidos a la velocidad y a la falta de motivos.
Vivimos en unos extrarradios cada vez más remotos y también más abstractos. Y dependemos del tren de cercanías, del autobús interurbano o del coche para todo.
miércoles, 19 de febrero de 2025
Volar
No sé si conocéis esta famosa fotografía. Se titula Le saut dans le vide (El salto en el vacío) y apareció en el periódico Dimanche, [Le journal d`un seul jour] el 27 de noviembre de 1960.
En la foto aparece el artista Yves Klein saltando al vacío desde lo alto de una cerca. Llama muchísimo la atención porque no puedes evitar imaginarte el golpe que se va a pegar contra el suelo (o, si eres muy optimista, suponer que es un acróbata formidable que va a dar una voltereta en el aire y va a caer de pie).
viernes, 14 de febrero de 2025
Arquitectura para la vida
En el año 1953 los arquitectos daneses Jorn Utzon (1918-2008) e Ib Mogelvang (1919-1993)(1) hicieron unos dibujos a mano alzada y los presentaron al concurso de casas baratas Skansa en Skane (Suecia).
Son dibujos muy buenos, muy agradables, muy cálidos y muy vivos, que aunque están pensadísimos dan una sensación de espontaneidad e inmediatez. Pero lo que muestran sobre todo es versatilidad. Mirad estas plantas:
jueves, 23 de enero de 2025
Melancolía V-b
A veces Antonio iba más rápido que yo y me pedía que le contara por dónde iba a ir la historia, qué más iba a pasar. Y con apenas una sugerencia incierta mía emitía dibujos sin freno. Y otras veces, ante mi lentitud, seguía dibujando al personaje, haciendo series ensimismadas.
Melancolía V-a
A mi hermana Gema, artista total, de la pintura al
títere.
A mis hijos, que pasan bastante de mí, pero que si
tienen que dibujar un Hitlerito lo dibujan.
Cuando empecé a escribir esta serie pensé que necesitaría tres entregas. Al final fueron cuatro, porque añadí un tema personal sin conexión con lo que contaba en las tres primeras. Pues bien: ahora veo que, aunque quede ya fuera de todo, aún quiero contar una cosa más. Esta es ya la última. Lo prometo. (Al menos de esta serie; quien sabe si volveré a hablar de melancolía en alguna otra ocasión).
[Nota a posteriori: La divido en dos, V-a y V-b, por la gran cantidad de dibujos, que pesan mucho, pero lo que cuento en total cabría en una sola entrada. Considerad por tanto que esta y la siguiente son solo una].
Hace ya demasiados años (de todo hace ya demasiados años) tuve en Toledo una comida deliciosa y divertidísima con mis amigos. Publicábamos por entonces una vez al mes y de forma "colegiada" (hoy yo, el mes que viene tú, el siguiente él...) un artículo sobre arquitectura en la revista local Ecos y comíamos juntos el día que salía, para leerlo en grupo y comentarlo. Esa vez le había tocado a Pablo Alguacil, que hacía una reseña sobre un libro de un arquitecto estadounidense muy comercial y un pelín cínico: Paul Watercil.