jueves, 26 de septiembre de 2013

Proyecto Fin de Carrera: Una opinión

Hay distintas formas de terminar una carrera universitaria. Algunas se terminan cuando se aprueba la última asignatura pendiente. ¿Algunas? Deberían ser todas, ¿no? Pues no: En algún momento a alguien debió de ocurrírsele que echar a la buchaca el último aprobado no era suficiente. ¿Por qué? No lo sé, pero el único motivo que se me ocurre es el del lucimiento personal, la celebración, la fiesta, la alegría, salir por la puerta grande vitoreado por los profesores, abrazarse a los catedráticos, saludar con la manita, encender la traca de fin de fiesta y pirarse. Si no es por eso, no le veo ningún sentido.
Uno aprueba su última asignatura (que ni siquiera tiene por qué ser del último curso; hay alguna asignatura-garrapata que se lleva colgando -no digo de dónde- durante años) y ya. Ya está. Ya debería estar. Pues no. Es necesario hacer una fiesta para celebrarlo.
De acuerdo: Como fiesta lo admito. Si es para hacer una fiesta me parece bien; pero para otra cosa no.


En muchas carreras se hace una tesis (que se suele llamar "tesina" para distinguirla de la tesis doctoral) y en otras (las técnicas) se hace un proyecto.
Es un proyecto con el que uno demuestra que ya sabe. Es el "mira, mamá, sin manos" del niño en bici ante su madre aterrorizada. Es (debería ser) un paseo militar, un desfile, un pasacalle. (Con banda de música y todo).
Eso debería ser nuestro PFC: Un miramamásinmanos, una exhibición, una fiesta, con nuestras madres (o en su caso nuestros tutores del proyecto) aplaudiendo y vitoreando.
El alumno, en ese momento trascendente, sonreiría con legítimo orgullo, saludaría a los asistentes y saldría al mundo exterior armado de valor y de confianza.


Hace una pila de años el PFC venía a ser eso: un trámite, una gestión que se daba por aprobada de antemano, y cuyo único incentivo era obtener alguna distinción: un sobresaliente, una matrícula de honor... tal vez el premio extraordinario... ¿Que no se conseguía? Bueno, pues se conformaba uno con su aprobado o su notable y se iba a casa tan tranquilo con su título de arquitecto (u orden supletoria) bajo el brazo.
Pero últimamente, por lo que me dicen, el PFC es un verdadero trago, una cuesta arriba muy dura, una prueba que ríete tú de las de Indiana Jones.
Yo sostengo que todo alumno que presente el PFC completo, con todo lo que le han pedido, debe ser aprobado por definición y por imperativo legal.
El tutor supervisa el proyecto, y si éste está incompleto, o alguna de sus partes ha sido hecha con desidia o con prisa, entonces debe exigirle al alumno que lo complete. Pero una vez que lo ha hecho y el tutor lo da por terminado y lo presenta, ¿qué más se requiere? Nada en absoluto. Ya está, y sólo falta saber si el alumno sale de la plaza (de una bendita vez) con ovación, vuelta al ruedo, orejas o rabo.
Vamos a ver: Imaginaos la increíble historia del alumno que ha aprobado Proyectos I, Proyectos II, Proyectos III... (¿cuántos hay ahora?) y que recibe del Tribunal del PFC la dura crítica de que no ha resuelto claramente, con la jerarquía adecuada, el espacio de entrada (por ejemplo). ¿Entonces cómo es que aprobó Proyectos I, Proyectos II, Proyectos III... (y los que sean)?
En ese caso, yo creo que si el tribunal del PFC necesita suspender a alguien para sentirse gonadalmente fuerte, al único que debe suspender es al tutor, y expulsarle.
El alumno ha estado durante meses mostrándole a su tutor los croquis del proyecto, recibiendo sus correcciones y modificándolos. Si no estaba bien resuelto el espacio de entrada el tutor ha tenido meses para decírselo.
Corrección a corrección los croquis se van perfeccionando, el proyecto va determinándose. La conclusión es (debe ser) un trabajo brillante. Y, si no es brillante, al menos será aseado y digno.
Me refiero, naturalmente, al alumno que se toma el PFC en serio y se lo curra. Porque si no es así, el tutor no le autorizará a presentarlo.



Yo recuerdo mi Proyecto Fin de Carrera, y fue una fiesta sólo superada por mi tesis doctoral. Una carrera en la que siempre había ido agobiado, acogotado, se convertía de pronto en un paseo, en una exhibición. De mi tutor sólo recibí ánimos. Me hizo trabajar duramente, pero todos sabíamos que era el último cohete de la fiesta, la guinda de la tarta, y que todo iba a acabar bien. Esa seguridad proporciona una gran capacidad de trabajo y una elevada moral.
Después de tanto trabajo, al final el proyecto está maduro. Si entonces el tribunal dice que es malo, a quien están llamando inútil es al tutor que lo ha acunado e incubado. El tutor debería ser despedido inmediatamente, y sus alumnos indemnizados por haber perdido un tiempo precioso con él.
Por otra parte, en el PFC además del diseño global del edificio se resuelve una parte de la estructura, de las instalaciones y de los detalles constructivos. (Casi siempre son sólo partes. El PFC propone temas tan ambiciosos que darían trabajo a un estudio con muchísimos empleados y colaboradores). Pues bien: Nunca hay ningún problema con la resolución de la estructura, la fontanería, la calefacción, el aire acondicionado, los detalles constructivos, etc. Sólo los hay con el diseño. Ay, maldito diseño.

¿Me he tirado aquí la hueva de años y ahora me vienen ustedes con que "la ambivalencia racional del entorno exhibe una disposición veladamente relativa"? ¿De verdad? ¿Es a mí? ¿Están hablando conmigo?


¿Qué pasa, que después de tantos años se dan ahora cuenta de que somos demasiados arquitectos y quieren poner el tapón? ¿Ahora? Mejor que lo hubieran hecho en primero. Ahora es ya demasiado tarde y tengo que salir de aquí, ¿me entienden?
El tribunal no debe ir al PFC a lucirse. O se luce el alumno o aquí no se luce nadie. Déjense de sus estúpidas e indecentes opiniones masturbatorias. (Las llamo masturbatorias porque son sólo pajas mentales, autoalabanzas de los miembros del tribunal: "Mirad qué listo soy; mirad cómo en cinco segundos desmonto todo este proyecto. Qué más da que este alumno lleve meses con él. Es un torpe").
Señores miembros del tribunal de PFC: Olviden por un momento sus egos, sus importancias, sus obsesiones, sus peleas internas y sus afanes de protagonismo y de poder. Tienen ante ustedes unos trabajos de unos alumnos que han superado todas las trampas que se les han ido poniendo durante años, que han realizado todo lo que se esperaba de ellos. Déjenles en paz de una vez. Denles sus bendiciones y deséenles suerte en su vida profesional. Mucha suerte.
Tutores de PFC: Ánimo. Sois los únicos que conocéis ese proyecto que se está cuestionando. Defendedlo ante el tribunal que lo ha mirado con displicencia, con prisa, con desgana. Pelead por vuestros alumnos. Ganaos la fe que han puesto en vosotros y sacadlos adelante. Es su vida. No son mercancía, ni carnaza, ni esclavos, ni gilipollas. Son personas valientes y muy trabajadoras, como demuestra el hecho de que hayan llegado hasta aquí. Los hay muy brillantes y los hay muy tímidos y oscuros. Atended a estos últimos, por favor. No pidáis a todo el mundo que sea genial y explosivo. Sólo quieren ser arquitectos, nada más. Ayudadles a serlo. Ya lo merecen. Ya está bien.
Alumnos que estáis haciendo el PFC o lo vais a empezar en breve: Mucho ánimo. Ánimo y fuerza. Es vuestro último esfuerzo en la escuela. Ya casi lo tenéis. Concentraos en ello y disfrutad. Es una fiesta. Vuestra gran fiesta final de carrera. Y acabadlo: Hay que salir de la escuela cuanto antes. No os desaniméis porque os digan que fuera no hay trabajo. Dentro tampoco lo hay, y al menos fuera corre el aire.


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30 comentarios:

  1. Leo esta entrada nada más llegar a mi casa, después de haber salido de ver al tribunal decapitando gente en los orales de PFC (esta misma mañana, hace 4 horas)
    Nos espera un mal trago, una pesadilla que nos va a acompañar durante el resto de nuestra vida, ya que estoy convencido de que a los 40 años me despertaré de un mal sueño pensando que aun tengo que terminar el PFC...
    La máxima nota que un alumno ha obtenido esta convocatoria es un 7. UN 7. Los profesores le alababan por su trabajo ejemplar, diciendo que ha sobresalido con creces entre los de su promoción, incluso llamándole amigo. UN MÍSERO Y ASQUEROSO 7. A un chaval que le han OBLIGADO a hacer el PFC en 2 años, porque hay profesores que no te dejan presentar el PFC si no llevas mínimo 2 años trabajando en él. Así que ahora la carrera se convierte en 6 años de carrera de media + 2 años de PFC.
    Todo para un 7, un tímido notable que no dice nada y lo dice todo sobre la durísima prueba en que se han convertido los PFCs.
    ¿Una fiesta? Será la fiesta del pijama, porque yo tengo por seguro que no me lo voy a quitar en 12 meses.
    Gracias por entradas como ésta y por tus ánimos, muchos los vamos a necesitar.

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    1. Mucho ánimo, Sergio. (Yo hice el PFC en cuatro meses. Y no es que yo fuera más listo que nadie. Era lo normal, más o menos. No me entra en la cabeza que haya que estar dos años con él).
      Me dejas sin palabras. O, mejor dicho, con palabras que mejor no escribo aquí).
      Besos, sobrino.

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  2. No creo que antes fuera un "miramamasinmanos", no al menos donde yo estudié
    Mi proyecto tenia como paso previo la realización de un anteproyecto, en cuatro meses, y en el que con bastante esfuerzo, gracias a las exigencias de un "stars-ystem" de la época, esfuerzo, saqué nota.

    Pues bien: desarrollé ese anteproyecto, y en el tribunal de PFC a duras penas me aprobaron con un cinco, librandome del suspenso de churro. Y eso gracias a que hice una defensa del proyecto contra viento y marea, argumentada, reflexiva y contundente ante aquellos que querian cargarse el proyecto sólo por desacreditar al tutor del mismo .Y te estoy hablando de hace 25 años.
    Aun tengo pesadillas..

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    1. Yo hice el PFC en el 1985, hace 28 años. O sea, que somos de la misma época.
      No he querido decir que fuera una broma. Yo también trabajé duro, pero no recuerdo nada de angustia. En la ETSAM no es que fuera un coladero, pero había un criterio fiable, y no se concebía sacar una nota previa buena y luego pasarlas canutas.
      Pero cada escuela tenía sus manías y particularidades, y luchas entre cátedras, y piques, etc. Una mierda, porque se daban bofetadas en la cara de los alumnos. Y por lo que veo la situación va a peor.
      Un abrazo, Aitor, y gracias por tu comentario.

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  3. El sentido del PFC es la integración de una serie de conocimientos hasta el momento impartidos y asimilados de forma independiente.
    Recuerdo que un profesor mio me dijo que no era el proyecto fin de carrera, sino el primer proyecto (en ese sentido integral) de mi carrera profesional, con toda la importancia que tiene y la ilusión que ese punto de vista genera. Y así me lo tomé.

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    1. Se me ha olvidado mencionar eso, que es fundamental.
      Tienes toda la razón, y muchas gracias por mencionarlo.
      Efectivamente, el PFC es la primera (y única) vez en la carrera en que uno concibe el edificio de una manera coherente, y no resuelve las estructuras, instalaciones, detalles constructivos, etc, que le han impuesto, sino os que él mismo ha diseñado y concebido.
      Eso le da un gran valor.

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  4. Tal vez debas plantearte las cosas al contrario. Es muy fácil ver el sistema desde tu punto de vista (y no te confundas, que yo también soy alumno y estoy haciendo el PFC). ¿Por qué necesitamos tutor?. ¿No se supone que ya somos muy listos, que lo sabemos todos y que esto debe ser un paseo?. Tal vez en estos cinco años de formación tan buena y bonita que parece, puesto que ya hemos aprobado y la hemos dejado, tal vez no hayamos aprendido lo que deberíamos. Tal vez necesitamos seguir aprendiendo, sino, ¿qué hace aquí nuestro tutor?. Me gustaría también que exista por tu parte un poco de documentación previa a estos escritos. ¿Has visto en alguna ocasión alguno, ya no digo la mayoría, de los proyectos que se presentan?. Si los vieras simplemente un poco por encima te darías cuenta de la cantidad de barbaridades que ocurren en una escuela, de las cuales no siempre son culpables los tutores, sino el empecinamiento de alumnos "brillantes" que son "brillantes" porque ya lo saben todo y han aprobado todas las asignaturas.
    No quiero que todo esto sea un crítica. Estoy de acuerdo contigo en que el proyecto de fin de carrera debería ser un paseo. Pero para que sea un paseo se necesita una formación correcta. Se necesita haber alcanzado una maduración personal, una autocrítica al trabajo y olvidarse de lo "brillantes" que somos y tener la capacidad de seguir aprendiendo mientras paseamos.

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    1. Tomo nota de tus observaciones. Pero lo que yo he escrito lo he hecho pensando sobre todo en los alumnos no brillantes. Los brillantes suelen encontrar el camino del éxito, pero los no brillantes también merecen ser arquitectos porque han superado todas las pruebas. (Para ser arquitecto no es necesario ser un genio. Se puede -y se debe- ser un correcto profesional que hace las cosas dignamente).
      Muchas gracias por tus observaciones. Tienes mucha razón. Haría falta que toda la carrera fuera integrada y coherente, y que diera una formación correcta. (Que yo creo que en general, y pese a todas las críticas, la da).
      Y te deseo lo mejor con tu PFC.

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    2. Parece que la ironía (una de esas cosas que "están de moda" en los PFC) no es tu fuerte. Un aplauso para el comentario.

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  5. El PFC es el símbolo de una carrera de arquitectura absolutamente decadente y ajena a la realidad, que debería cambiar su nombre y denominarse simplemente "construcción" o "desarrollo de trabajos que devenguen gastos de visado en el colegio profesional", ya que parece que es lo único que interesa en las escuelas, y por supuesto en los colegios. ¿Porqué el PFC tiene que ser un proyecto estúpido de esos que siempre hacen los enchufados de siempre, tipo museo de nada, ludocentro, centro polifuncional etc...?. Porqué se excluyen de un "trabajo fin de carrera" temas como la ordenación urbana, la evolución de la ciudad o sus partes, los estudios de paisaje, la ordenación territorial, los análisis estilísticos, los estudios sobre arquitectos y su obra, la rehabilitación, la recualificación de espacios abandonados etc....? pues simplemente porque todos esos temas no están en la órbita de las mafias que dominan las escuelas, que no son otras que los departamentos de proyectos, (los "dibujantes de edificios" vamos) y porque, (no sé si relacionado con lo anterior, curiosamente ninguno de esos temas genera derechos de visado y a los jerarcas de la profesión, los que dominan los colegios de arquitectos, no les interesan en lo más mínimo. Mientras tanto, el arquitecto se muere, puro, con la mirada fija en el infinito y sintiéndose incomprendido por todos, pero se muere

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    1. Chapó. Plas plas plas plas (aplausos).
      Sólo te comento que el PFC ha sido así desde siempre, y todo lo demás generaba derechos de visado hasta hace dos días.
      Efectivamente, se concibe la carrera de arquitectura sólo para formar arquitectos diseñadores de edificios, y se deja de lado todo lo demás.

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  6. Me reconfortan tus palabras, porque yo fui uno de esos afectados. Para mi tutor (JM Prada Poole) mi PFC era merecedor de sobresaliente; sin embargo, el Tribunal lo consideraba suspenso.

    Cometí el error de argumentarlo como tú: si la opinión del tutor es válida no podían suspenderme, y si la opinión del tutor (durante 2 años) no era válida debían sustituir la figura del tutor por la del notario simplemente, que da fe de que ese trabajo ha sido realizado por el alumno. De manera que o cesaban ellos, o cesaban a mi tutor.

    Así lo defendí. Y ellos, hábilmente, optaron por la tercera vía: suspenderme a mí sin mayores consecuencias ni para tutor ni para ellos.

    Reconozco mi ingenuidad. En esa misma convocatoria había otro alumno al que habían suspendido y cuyo argumento ante el Tribunal fue "Lo he hecho lo mejor que he sabido", agachando la cabeza. Él aprobó.

    A veces, defender las ideas tiene consecuencias indeseadas...

    En todo caso, después de pasar por aquella desagradabilísima experiencia, creo que aprendí bastante.

    (Por cierto, mi tutor se negó a acompañarme a la revisión con el Tribunal "para no enfrentarse con sus compañeros".)

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    1. ¿Cómo puede un tutor considerar que el PFC es merecedor de sobresaliente y que el tribunal lo suspenda? ¿A qué mierdas estamos jugando? Están jugando con la vida de los alumnos, maldita sea.
      Y eso de que el tutor escurra el bulto, ¿qué coño es? ¿Se está jugando él la vida? ¿Así estamos? Es sólo un PFC. Y uno que él ha tutelado.
      Me dan ganas de romper algo.
      Un abrazo.

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  7. Super agente 86 iba caminando con decisión y las puertas se abrían a su paso - por cierto, como las aguas del mar Rojo a Charlton Heston por cierto, que todavía no << lo hacían con ordenador >> - y bla bla bla ...entonces una puerta no se abría y se daba de narices ¡ pero no sangraba! Jugaba con mis hermanos mayores a adivinar cual era la puerta con la que se chocaba, yo lo hacía por adivinación y nunca acertaba, ahora ya sé contar y veo a muchos hablando por ahí con su zapatófono. Adoro los umbrales como medida, las siete pruebas, la casa que enloquece, la luz al final del túnel y las gafas. Eres bueno, muy bueno. Manos saltarínas, 53.

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  8. Pertenezco a una generación de arquitectos que sufrimos tribunales que iban a lucirse. Era una tradición ya el autobombo por parte de auténticos narcisistas. Yo no les di ése gusto. Mi trabajo me costó; casi dos años de duro esfuerzo y un trabajo muy meditado. ¿Merece la pena? . Desde luego que NO. Para colmo tan solo eran oficialmente 3 créditos...... Eso nos ha pasado. Mientras otras carreras técnicas superiores utilizan el PFC para ofrecer ánimoy reconocimiento, los arquitectos seguimos lanzando piedras sobre nuestro propio tejado.

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  9. Lúcido como siempre, José Ramón. La cuestión que se plantea con el PFC no deja de ser otra que la estructura de la propia carrera. El PFC es la culminación de una estafa educacional a la que la sociedad le ha hecho la prueba del nueve y que la profesión va a pagar durante muchos años. La carrera de arquitectura es un timo. Coderch decía que no era tiempo de genios, que sólo se necesitaban auténticos profesionales de la arquitectura. Cuando yo daba clases en la ETSASS la media de duración de la carrera era de once años. Desconozco los años que tienen que invertir los estudiantes para obtener un título que hoy por hoy sólo les permite emigrar o apuntarse a carísimos másters en los que completar su educación. Once años para no saber gestionar una unidad de ejecución, para que te tiemblen las canillas si un albañil te pregunta cómo construir la fachada, o no saber responder a vuela pluma el tamaño del acero en una zapata excéntrica. ¡Once años!

    Tiempo en el que has estado tolerando el adoctrinamiento de profesores que en la mayoría de los casos no cumplen con sus obligaciones docentes de formación de currículum, de tutorías o simplemente de asistencia a clases.

    Las escuelas de arquitectura se han convertido en fábricas de profesionales que nada más acabar la carera reniegan en su mayor parte de todo aquello para lo que han sido formados. De profesionales que tienen que tirar de ingenierías que les calculen las estructuras, las instalaciones, y las soluciones viarias de carreteras, de aparejadores que les hagan los presupuestos, y de abogados que les resuelvan los marrones de las leyes del suelo y demás casquería legal. Brillante, la formación.

    Nos tenemos que reinventar, pero para eso tenemos que empezar a pensar que la arquitectura es algo mucho más amplio que construir edificios. Dicen que los países que viven de la riqueza natural nunca se desarrollan. Y es cierto. Nuestra profesión ha vivido, (se ha atragantado), del pastel de la edificación residencial. Y así nos va.

    Ahora levantamos la cabeza, miramos a nuestro alrededor y nos damos cuenta que nadie cuenta con nosotros. En mi ciudad ha aparecido, en la ejecución de un pavimento asfáltico, un suelo de adoquines. ¿Sabéis a quién han encargado determinar el valor de ese pavimento, que es del siglo XIX?

    Efectivamente, a un arqueólogo.



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  10. A 4000 km de mi escuela he recibido hoy la gratificante noticia de que he aprobado mi PFC, no suelo ser una persona que acostumbre a escribir comentarios vagos en un blog, ni a quejarme bajo el anonimato, pero creo que será lo mejor por este momento.

    Estoy de acuerdo en la gran mayoría de cosas que se han dicho en el artículo y que se han comentado posteriormente, pero en otras no tanto.

    Aunque llevaba tiempo trabajando en el PFC, he de reconocer, que no he puse todo mi esfuerzo y dedicación hasta 2 meses y medio antes de la entrega, (que quiere decir esto, que soy un vago, que no se administrar mi tiempo)

    Desde un comienzo, tomé mi PFC como el primer proyecto de mi carrera profesional (y espero que alguna vez pueda continuar con ellos), dedicándole horas y esfuerzo al máximo mientras lo compaginaba con colaboraciones en la escuela y concursos para estudiantes por otro lado.

    En estos dos últimos meses he tirado de amigos, compañeros, todo lo necesario para que todo el esfuerzo que yo estaba realizando valiese la pena, por esto puedo seguir siendo un vago un perezoso....

    Actualmente la arquitectura está tornándose en algo diferente a lo que conocemos, no se trata de una cabeza pensante que desarrolla todo el trabajo para realizar una obra excepcional. La arquitectura se está convirtiendo gracias a todos, en una carrera multidisciplinar, donde todas las partes pueden tener criterio en el desarrollo del proyecto.

    El proyecto que me ha hecho merecedor de aprobar el PFC, integraba desde los ámbitos sociales de las comunidades cercanas, hasta los últimos detalles estructurales, pasando por ordenación urbanística e incluso encuestas vecinales de participación.

    En vez de corregidme un tutor y presentarlo ante un tribunal, directamente me corregía un tribunal con 6 profesionales y todos tenían palabra por igual (si es verdad que suelen tener rencillas internas, pero no ha sido el caso, cosa que agradezco)

    Después de todo este tiempo, hoy he conocido mi nota final, un 7, algo con lo que me encuentro muy orgulloso, ya que es verdad que podría haberlo hecho mejor. Pero tampoco tuve la oportunidad de presentar el proyecto final ante un tribunal, y pienso que hubiese sido una gran oportunidad de debatir mis inquietudes, aunque me desaprobasen el proyecto.

    Ahora espero poder empezar mi carrera y llegar a conseguir grandes logros (no refiriéndome a logros académicos y profesionales), conseguir que la gente para la que trabaje se sienta orgullosa del esfuerzo que realizo por ellos. Dándole lo mejor de mí e intentando hacerles la vida más sencilla.

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  11. Durante más un año, hace diez, estuve trabajando en mi pfc. Con toda la ilusión del mundo, con todo el esfuerzo del mundo. Presenté un proyecto del que realmente me sentía orgulloso. Cuando llegó el día D, el día de las exposiciones, miré a mi alrededor, a los veintitantos que pretendíamos salir de allí, y el dicho se hizo cierto: "si no reconoces al pringao, es que lo eres tú". En realidad, no fue necesaria ni la humillación pública; no hay mayor desprecio que no hacer aprecio; con el "artista invitado" hurgándose la nariz mientras desatendía mi exposición, la titular de estructuras saliéndose de la sala en mitad del proceso..., y los capos de proyectos (sí, he escrito capos), haciéndose los machitos (no sabéis cuánta gracia tiene esto) con algunas valoraciones "graciosas" sin sentido para lucirse ante el precitado artista invitado. En realidad, hay que ser comprensivos, ya estaban relajados tras haber asistido a la magistral exposición de aire de un tipo que levitaba, y que les hizo sentir un orgasmo como nunca.
    Días después, los "afortunados" fuimos convocados en privado, para, ésta vez sí, ser humillados y no tener ocasión ni de rebatir los inexistentes argumentos del suspenso. "Empieza de nuevo", me dijeron.
    Como era julio, me emborraché, celebré mi cumpleaños, me fui a la playa. Uno de mis con-sufridores se empeñó en aprobar en septiembre (años después supe que una importante beca en el extranjero dependía de ello), así que pensar "uf, como éste tío apruebe en septiembre y yo ni lo intente, me da algo" me hizo, a principios de agosto, empezar de nuevo.
    Solar nuevo, programa nuevo, y un solo concepto en la cabeza: "las pieles". Había descubierto que estaban de moda, así que "pon una piel en tu pfc". Fusilé una piel de una detail en alemán, y se la coloqué a un prisma con dos nucleos de escaleras y uno de aseos, una TECATECA; el básico, la construcción, y me centré en las infografías y maqueta mientras repartí trabajo entre mis amigos (para qué están si no es para ayudar con el pfc). En mes y medio entregué mi segundo pfc; oye, y para estar hecho sin pensarlo ni sentirlo, pues no estaba mal. Esta vez las exposiciones fueron voluntarias excepto para los dudosos; o sea, lo mío estaba claro, o aprobado o suspenso, así que para qué exponer.
    Aprobé, y llamando a mis padres para dar la noticia no podía dejar de llorar por los suspensos, más del 60%.
    Un compañero defendía que si te suspendían un pfc, en la siguiente convocatoria había que entregar el mismo; no te podían suspender eternamente. Creo que tiene razón.
    Por cierto, acerté de milagro, las pieles empezaban a estar un poco demodé, lo que se llevaba ya eran los "paisajes urbanos".
    Así que como comprenderéis estoy seguro de que los pfcs de arquitectura no tienen ningún sentido: lo que debería discutirse es si tienes un 6, un 10, o un 8, pero no más.
    Y por supuesto, que parece que lo único que existía son los megaedificios.
    En fin, gran post. Gracias.

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    1. Fantástico, f_er. Tremenda historia.
      Nombres; necesito nombres.
      ¿Por qué no me escribes a arquitectamoslocos@gmail.com? Prometo que seré discreto, pero con mis escasas fuerzas iré a por esos hijos de, incompetentes y mamarrachos. Me gustaría poner sus fotos en mi altarcito particular. La venganza será lenta, pero llegará. No habrá paz para los malvados.
      Un abrazo.

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  12. Yo tarde 6 meses en sacar el PFC y me pusieron un 7. Por aquel entonces en la ETSAM sólo iban a oral público los que aspiraban a sobresaliente. Para ello debías tener un 8 o más. Asistí a ver un oral público y vi como el Tribunal se cargaban sistemáticamente proyectos que se suponía que eran los mejores de la convocatoria, poniendo en ridículo a sus autores delante de sus familiares y amigos. Sentí vergüenza.

    Doy gracias por haber sacado en un 7.

    A todos los que estéis con el PFC, mucho ánimo y a acabarlo como sea. La nota no importa, a mi nadie me la ha preguntado nunca, lo importante es sacar el título.

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  13. Acabo de entregar y aprobar el PFC con la misma nota que el anterior compañero y he de decir que me habría encantado leer esta entrada mucho antes. Estoy de acuerdo en todas y cada una de las palabras que dices ya que he sufrido largos meses de agonía con la única idea del proyecto en mi cabeza. Incluso a pesar de que había días y semanas que el miedo me paralizaba y no me atrevía a trazar una sola línea, el PFC me ha apartado de novia, amigos, familia... Cambiándome incluso la personalidad. Ahora todo ha acabado y a pesar del exitoso final, no me siento victorioso, ni especialmente orgulloso. Las enhorabuenas de la gente que me quiere me dejan frío, ha sido una victoria pírrica, con demasiadas pérdidas en todos los ámbitos, para tan poco premio.

    Como premio no me refiero ni mucho menos a encontrar trabajo, pues emigraré, algo que siempre he querido hacer, pero que ahora además es casi obligatorio. Me refiero a la pérdida de tiempo, energía, años de juventud, dinero, salud y algunas otras secuelas que poco a poco van desapareciendo. Todo este sacrificio está muy bien cuando se lucha por un objetivo que merece la pena, pero en este caso no lo es. Mi tribunal definía el PFC como "una prueba de madurez", dejando claro que no es lo mismo que un "trámite". Y así debería ser, como relatas que era en tu época, un paseo militar en el que exponías tus conocimientos con mayor o menor brillantez pero con la seguridad de que era tu primer paso a una nueva etapa.

    La sensación que me queda es de que he acabado una etapa y me siento como un jubilado cansado en lugar de como un estudiante recién licenciado con ganas de comerse el mundo y comenzar algo nuevo. Si esto ocurre es que algo falla. Mi éxito en el PFC me ha dejado un sabor muy agridulce, del que me valgo para recordar las graves consecuencias que habría tenido de haber suspendido y tener que dar algunos pasos atrás o empezar de nuevo.

    A pesar de este pesimismo, si alguien que está con el PFC o va a empezar me lee, mi humilde consejo es que, conociendo todos estos testimonios intenten no cuestionarse nada, el PFC hay que hacerlo, no hay que darle más vueltas. Ser crítico está muy bien, pero la universidad tal como está concebida hoy día no tiene cabida para los estudiantes que se cuestionan este tipo de cosas y creedme, no sirve, solo os hará gastar energías que necesitáis para vuestro proyecto. Cuando acabéis, cuando estéis en condiciones de luchar por una escuela más humana, hacedlo. Luchad porque estas condiciones sean distintas para nuestros futuros colegas, porque no, no somos competencia, somos colegas.

    Me permito un último consejo, escoged un tema que os guste y a ser posible que se salga de la norma, investigad en campos ajenos a la arquitectura, no nos creamos dioses, la arquitectura es un medio, no un fin en sí mismo. Dejad a vuestro tribunal sin palabras desde la primera corrección. Dejaos de museos, clínicas y centros cívicos, no les pongáis las cosas fáciles. Personalmente disfruté mucho investigando con un tipo de edificio atípico que me aseguraron nunca antes haber corregido (hablo del tema, no de la arquitectura). A mí eso me hizo ganar la primera batalla, pues al documentarte un poco ya juegas con ventaja sobre ellos, luego todo fue sobre ruedas a pesar de los baches y las carreteras mal asfaltadas.

    ¡Mucho ánimo a todos los que estéis con el PFC, si habéis llegado hasta aquí es porque valéis para esto!

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  14. Muchas gracias por estas opiniones tan sumamente enriquecedoras. Estoy sumida en ese paseo "feliz". Ese camino que empecé con gran ilusión y que ha ido menguando día tras día.

    Durante estos años de carrera, he encontrado mi gran pasión en los temas técnicos, sobretodo innovación en la construcción y en instalaciones, algo que me hubiese encantado plasmar en mi PFC. Y algo que, tras ver presentaciones y comentarios de tribunales, veo que no tiene ni sentido. ¿Para qué? ¿Acaso lo van a valorar? ¿Simplemente con que lo nombre ya basta no?
    Sí, tribunal, he tenido en cuenta cómo construirlo, cómo irán más o menos las instalaciones y cómo será en general la estructura. Creo que cuadra todo... Y el tribunal tan contento...
    Es deprimente, estoy absolutamente de acuerdo con vosotros en que la arquitectura no es sólo diseño. Me siento frustrada, no sé hacer un trabajo sólo porque tengo que hacerlo. No me gusta tomarme las cosas como un mero trámite. Entonces todo pierde sentido, no hay motivo para esforzarse ni para hacer las cosas lo mejor que sabes.
    Entrego en septiembre y los nervios me carcomen. Lloros a diario, pesadillas, miedo... No sé explicar-lo con palabras, son sentimientos que creo que van más allá de la consciencia. ¿Y todo por qué? ¿Por un tribunal que va a demostrar saber más de mi proyecto que yo? ¿Por alguien que afirma no saber de estructuras? (eso es de ingenieros) ¿Por alguien que no ha pisado en su vida una obra de construcción?

    Me parece simplemente lamentable. No es justo que se nos machaque de ese modo, demostrando la mayor carencia de respeto hacia los alumnos.

    Y hablo con argumentos, he estado viendo presentaciones y todo esto que digo es perfectamente palpable...

    Muchas gracias de nuevo por este blog. Me ha animado mucho leer todo esto.

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  15. Leyendo todas las entradas no puedo sentirme sino "reconfortado" al ver que las pesadillas, miedos, agobios, depresiones son algo común al "trámite" del PFC.
    Hace un mes sufrí en mis propias carnes el azote de mi tribunal, que sin siquiera ponerse colorado me dijo que mi proyecto no valía, que no parecía lo que debía ser "cuando se miraba la planta desde lejos".
    "Seré idiota", pensé. "Tantos años aquí lo mismo me ha oxidado algunos conceptos", supuse. Pero viendo todas estas experiencias veo que son la norma y no la excepción, lo cual es deprimente y asqueroso. Lo mismo no soy el alumno mas brillante de proyectos, no como los tipos flotantes que se mencionan mas arriba, pero también estoy completamente convencido de que todo estaba perfectamente correcto, y mucho mas del trabajo realizado con estructuras e instalaciones. Pero no tuve oportunidad ni de pasar del segundo formato. Todo lo demás no valía para nada.
    De todo esto hace un mes, pero aun a día de hoy no encuentro motivos para embarcarme de nuevo en ese "trámite" del PFC, Y no es por la carrera en si, a mi me encanta lo que hago, sino por que sé que siempre encontrarán motivos para denigrar a los que deberían tratar como iguales.
    Leer todos los comentarios en algo me ha ayudado, al menos a no sentirme solo en algo que sólo los que pasan por ello pueden entender. Espero tomar y aspirar las lineas de ánimo que habéis compartido aquí y hacer de ellas fuerzas para comenzar de nuevo.
    Muchas gracias por vuestros comentarios.

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    Respuestas
    1. Ánimo. No te desanimes.
      ¿Quién fue el asqueroso hijo de una camella alcohólica que te dijo que tu proyecto no parecía lo que debía ser cuando se miraba la planta desde lejos?
      Dilo aquí públicamente o mándame un correo a arquitectamoslocos@gmail.com.
      No puedo hacer nada. Sólo contarlo.
      Otra cosa: ¿Cuántos meses has estado con ese proyecto? Y si su planta (vista desde lejos) no parecía lo que debía, ¿cómo es que no se dio cuenta de ello tu tutor?
      Ánimo. Un abrazo. No te rindas nunca. (Es lo que muchos quieren). Sigue.

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  16. Excelente, acertada y provocativa entrada.
    Casi todos tenemos una truculenta historia que contar del PFC.
    He leído en los comentarios que alguien le dijo a un alumno que el PFC era el primer proyecto profesional y no el último académico.
    Hasta hace poco me interesaba por las exposiciones de los concursos y las de los PFCs y llegué a la conclusión de que se parecían demasiado. Que prácticamente no había ninguna diferencia.
    Creo que en realidad el PFC es el primer concurso. A veces los juzgan los mismos tipos que forman parte del jurado en un caso real.

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  17. Recuerdo sobre todo aquellos tiempos en los que me tenía que decidir y elegir una de las tantas carreras universitarias del mercado. Y la verdad estaba entre elegir el mandato paterno y estudiar otra cosa. Al final, luego de pasar por muchas otras carreras, escogí la arquitectura y ya siendo un arquitecto hace muchos años puedo decir que es gratificante.

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  18. Hace 7 meses presenté mi Pfc, ¿y que queréis que os diga? Fue una experiencia bastante horrible y mafiosa. Aprobé si, con un notable sí, pero se debe a 2 razones : 1. Quería conseguir el título de una pu... vez!! 2. Pude disponer por primera vez en la carrera de dinero para subcontratar ayuda continua en los 2 ultimos meses y de manera intermitente durante el curso. Lo logré a la primera, en un año, y me siento orgulloso porque no quería atormentar más a mi familia con esta historia de nunca acabar.
    Yo soy de los que estudió arquitectura porqué me pilló el boom inmobiliario y si eras arquitecto te ibas a forrar. Sabía que no era mi pasión, ni había demostrado grandes aptitudes para esta profesión, pero por forrarse pensé y me encabezoné en que merecía el esfuerzo, ya que no tenía una vocación clara por nada.
    Como conclusión y sin irme más por las ramas, creo que el pfc puede ser un paseo para aquellos que disfrutan y son competitivos en este trabajo, y una tortura donde te puedes sentir muy marginado y hundirte hasta limites insospechados cuando ves que te vas quedando atrás y que te pueden decir "empieza otra vez" como remedio a tu inaptitud.

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  19. Me encanta el artículo. Es desgraciadamente a lo que se enfrenta la formación de la arquitectura en las últimas décadas.
    Después de 6 años de carrera en la ETSAM, tardé 3 años en acabar un PFC que era la continuación del trabajo de curso de Proyectos 9. He de decir que estaba trabajando durante los últimos años de carrera y durante la elaboración del PFC
    Fui a revisión oral obligado. Parece que lo defendí correctamente porque decidieron ponerme un 5.
    Ahora, solo 10 años después, llevo más de 1.000 viviendas visadas, y veo a esos alumnos brillantes de sobresalientes en proyectos y PFC que se han dado de bruces con lo dura que es la profesión.
    Lo que más me complace es ver cómo en mi estudio le "levantamos" proyectos a esos arquitectos de renombre profesores de la escuela que los promotores no quieren ver ni en pintura.

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