viernes, 23 de noviembre de 2018

"Respeto"

El otro día un amigo compartió en las redes sociales este lacónico aviso:


No lo parece, así, tan aséptico, tan mono, pero esconde una historia interesante. Vamos, es un microrrelato. A ver si lo sé desarrollar:

Lo que veis es un pantallazo de un anuncio de la Oficina de Concursos del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, que publica (sin gritar, sin llorar, sin insultar, sin quemar nada, sin cagarse en nadie) que un concurso público que tiene por objeto la contratación de un estudio de arquitectura para la remodelación y ampliación del servicio de urgencias de un complejo hospitalario ha sido adjudicado a alguien que ha hecho un 64,74% de baja.

Ya está. Solo eso. ¿Y qué?

Pues nada. Nada demasiado importante. Que en la limpia y sana competencia comercial, uno de los estudios de arquitectura ha conseguido aquilatar tanto su previsible trabajo futuro que ha hecho una rebaja del 64,74% sobre los honorarios base de licitación, que ya estaban bastante bajos porque la administración los baja y los baja a cada nuevo concurso, y los sigue bajando a la vista de que hay quien hace ofertas de ese calibre.

Eso sí que es un Black Friday (día que, por cierto, se está celebrando hoy).

No hay de qué preocuparse ni de qué asustarse. Cada uno afina su oferta con el afán de llevarse el encargo. "Es el mercado, amigo", que dijo un ilustre presidiario.

(Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que todos los ideólogos del anarcoliberalismo han estado chupando de la teta pública toda su vida? O son políticos o son empresarios muy bien anclados y muy favorecidos por los poderes públicos. Y te dicen a ti que emprendas y que te tires al charco. Qué risa).

Estos "compañeros" que hacen esa oferta suscitan pena, compasión, asco... todo junto. No sé qué pensar de ellos y tampoco quiero saber quiénes son ni por qué lo hacen. ¿Los compadezco y les doy palmaditas en la espalda o les escupo en la cara? Pues ninguna de las dos cosas. Los desprecio y ya está. A otra cosa.

¿Os imagináis que esa misma administración autonómica, en ese mismo hospital, contratara a los cirujanos, a los anestesistas y a los traumatólogos con el mismo método? Quien quiera cobrar menos se queda con el puesto. Sería bastante raro, ¿no? Sin embargo con los arquitectos es lo normal.

¿Qué tal os sentiríais si os operara un cirujano que ha hecho un 64,74% de baja en su sueldo para poder operaros? ¿Y si hubieran comprado el equipo de anestesia que costaba un 64,74% menos?

Una persona muy cercana a mí ha estado varios años preparando una oposición. Me parece algo de lo más cruel. Según los años se ofertaban ciento y pico plazas, doscientas... y se presentaban dos mil, tres mil aspirantes. Horrible. No vale con saberse el temario; hay que sabérselo mejor que el noventa y tantos por ciento de los presentados.
Imaginaos que en cualquiera de los años en que esta persona fracasó le hubieran dicho: "Vale: Si te bajas el sueldo te contratamos a ti". Naturalmente que lo habría hecho.
Ahora bien: ¿Cuánto habría estado dispuesto a bajárselo? ¿Y los demás? La demencial carrera por memorizar el mayor número posible de artículos de la ley tal y del real decreto cual se habría transformado en la no menos demencial carrera por bajarse el sueldo más que el de al lado.

Pues así estamos nosotros.

Tengo un amigo que ha trabajado muchos años en la gestión de un hospital público. Se ha encargado de todo tipo de concursos de suministros de bienes y servicios, excepto de obras. Ha comprado escáneres, equipos de resonancia magnética, pijamas, sábanas, anestésicos, material de quirófano... Muchos de los concursos eran de bastantes millones de euros, y me dice que el precio no era nunca el factor más importante, sino que lo eran la calidad y las prestaciones.

Me parece que así es como tiene que ser, ¿pero cómo se mide la calidad de la arquitectura? Me sorprende y me duele que la administración pública piense a ese respecto lo mismo que el vecino de mi pueblo cuando me pide precio porque los muy tal del ayuntamiento le exigen un proyecto, que maldita la falta que le hace. La administración no da ejemplo precisamente.

Lo que sí sabe, y cada vez mejor (como cualquier cliente) es que ponga el precio que ponga siempre va a haber un arquitecto que se lo va a bajar.
Nuestra profesión está hundida irremisiblemente. Nos han perdido el respeto, pero porque antes nos lo hemos perdido nosotros mismos. Nos hemos quedado como arquitectos zombies, muertos vivientes, caminantes que van a recogerse a su colegio suplicando amparo, pero que se encuentran con que donde estaba han puesto un macdónalds.

Ah, y que estas quejas no salgan de aquí. Que no las lea nadie que no sea arquitecto, porque ya sabemos: "Ahora os quejáis, ¿eh? ¡con la que habéis liado!" "La culpa es vuestra". "Siempre tan prepotentes y tan soberbios, y cuando os ponen en vuestro sitio os echáis a llorar". Nada, nada: A callar. A sorberse los mocos, a sacudirse el polvo, a estirarse la chaqueta y a seguir caminando.


Ya digo que ni sé quiénes son los adjudicatarios del concurso ni los quiero buscar, así que lo que digo a continuación no es una acusación concreta contra ellos. Estas son las únicas cuatro razones que se me ocurren para que hayan hecho esa barbaridad:
1.- Son jóvenes sin obligaciones y sin reflexión sobre el futuro. Chavales que viven de sus padres y que ni pagan casa, ni ropa, ni tienen hijos que mantener ni nada, y si se llevan mil eurillos limpios se los gastan con los colegas.
2.- Están desesperados. Llevan tiempo sin ganar ningún concurso ni obtener ningún encargo privado y están dispuestos a lo que sea por trabajar. (En este caso serían dignos de lástima, pero tampoco de respeto. Se hunden y nos hunden a todos).
3.- Son unos chapuceros. Han hecho ya algún trabajo parecido y tienen bases para hacer un cortaypega rápido. Plim-plán y ya está. En dos patadas y sin reparar en nada. Que salga como salga.
4.- Son unos sinvergüenzas. Hacen el proyecto por muy poco dinero, pero están conchabados con el único importador español de obsidiana australiana (suponiendo que exista) y van a ponerla por todo el suelo y todas las paredes, llevándose la comisión correspondiente. O van a liarse con el constructor para pillar un tanto por ciento de cada certificación de obra. O las dos cosas: la obsidiana y las certificaciones.

Este último caso es el más interesante y divertido: La administración se queda tan contenta por haber adjudicado un proyecto y una dirección de obra muy baratos pero se va a comer toda la obsidiana australiana que le quepa.

No se me ocurren más posibilidades. Las cuatro que digo son horribles. Los colegios profesionales deberían protestar contra eso. Pero protestar de verdad. Y denunciar. Y poner contenciosos. Y lo que haga falta, leches.
Pero no: ¿Qué es lo que hacen? ¿A qué se limitan? ¿Entrecomillar la palabra "Adjudicación" puede haber sido la única tímida protesta del COAVN? ¿Hacerse eco de la tropelía y publicar el aviso pero entrecomillando la palabra?

-Esto no es una adjudicación: Es una "adjudicación".
-Ah, sí, oh. Qué miedo. Qué terribles son los colegios de arquitectos.

Y lo de las comillas es porque el anuncio está escrito. Me imagino que cuando vayan a decírselo a alguien cara a cara harán las comillas con los dedos.

Repito: Se ha perdido el respeto a nuestra profesión. Nos lo han perdido nuestros clientes. Nos lo han perdido las administraciones públicas. Pero es que todo ello es porque nos lo hemos perdido nosotros mismos.

Bueno, el respeto: el "respeto".


11 comentarios:

  1. No hay palabras.
    Eso no solo ocurre entre los arquitectos en todas las profesiones liberales esta pasando.
    Un poco menos entre los abogados, ¿porque?: el acceso al libre ejercicio esta controlado por un examen de acceso a la colegiación (¡ups, que no es necesario visar "por la seguridad juridica de los españoles"!).
    Personalizando hace poco un proyecto, complejo, que tirando por bajo eran 30.000€, se "adjudico" por 9.000 (el visado solo eran 4.200€); cuando investigue al "adjudicado" resulto ser un equipo formado por unos "colegas" que habían terminado dos años antes la carrera.
    Se debiera promover por parte de los Colegios, todos a una, sin diferencias, una ley como la Alemana: cada cosa tiene un precio y sobre eso tributas, si lo haces mas bajo vas a tener castigo; lo cual ahora no pasa ahora.
    Si existe cierto castigo pero el cliente no se entera hasta que es tarde, cuando contrata bajo un proyecto, un asesoramiento técnico en definitiva, tiene entre manos, por lo general, una chapuza, un documento de 3.000pag ininteligible (todo ESS que sale solo de la churrera) y una gran bomba de relojería.
    En la industria, sector en el que me muevo, se valora mas quien hace las cosas, la trayectoria y las soluciones, en el resto (son como dijo un mentor, amigo y maestro) son todo "proyectos administrativos"; en definitiva para el gran publico (ignorante): PAPELUCOS.

    En mi modesta opinion la solucion pasa por dos vias paralelas: control sobre la profesión por iguales (no por la churrera de la Universidad) y una ley de honorarios para arquitectos e ingenieros.

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  2. Te queda la opción de una Ingenieria (¿porque cuando son macro estudios, se les llama ingeniería?) que tienen contratado a un arquitecto y cinco becarios y que el beneficio esta en entregarlo en un mes y ya se arreglará lo que sea en el proceso. Ah y de la Arquitectura ¿que es eso de la Arquitectura?.

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  3. De las cuatro razones que apuntas, me parece que se extiende -aunque no tengo pruebas, sólo por rumores, que no es buen apoyo, lo sé, pero es lo que hay- la cuarta. Como dices, la más grave. Pedir peaje al contratista. La completa destrucción de lo que significa ser director de obra, convirtiéndolo en un chantajista. Sin comillas. Ah, y lo que dice José Villarejos "...la churrera de la Universidad" es la clave.

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  4. La culpa es de todos, empezando por nosotros mismos.
    Menos lamentarse y más volar nuestros sillones de entretelas,donde seguimos acomodados aún siendo un colectivo de mas de 50.000 pro(?)fesionales.
    Las pruebas los tenéis en las Juntas Generales de los colegios que van los de siempre, y donde vemos que las Leyes nos exigen más y responsabilidad a menos honorarios.
    Pero no me preocupa nada porque esto se destruirá por si solo, si antes no ponemos un poco de sensatez y autoestima

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  5. Hola Jose Ramón, y todos los lectores que lleguen hasta aquí.
    Gracias a la vida (que me ha dado tanto ...), hace tiempo que no ejerzo y me dedico a otras cosas. Por eso yo si me he atrevido y molestado en consultar quienes eran los "adjudicatados", no se si por compadecerme o despreciarlos (gracias, san Google). Y he llegado a la conclusión de que no solo es desprecio lo que he sentido tras la búsqueda, pues hasta resulta que se quejan de las bajas estandarizadas en licitaciones públicas.
    Por cierto, me parece que has acertado en (por lo menos) 2 de las 4 posibilidades.
    Y me enfado.
    Mucho.
    (Aunque ya no vaya conmigo).
    Saludos.
    Y la Paz.

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  6. no tengo comentarios acerca de esto, es triste lo que ocurre y lo que empuja a la gente a hacer esto, pero algo que puedes hacer y me ayudaría al menos a mi es hacer una entrada de como haces tus presupuestos para cobrar los honorarios

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    1. Lo siento, pero en este asunto no soy nada ejemplar. Ni en ninguno. Hago lo que puedo, y me bajo los pantalones casi siempre. (Aunque nunca he llegado a una bajada tan brutal).
      Te tomo la sugerencia. A ver si se me ocurre cómo tocar este tema en alguna nueva entrada. Aunque precisamente este blog es mi vía de escape, y procuro hablar de cosas más amenas, y no de la sordidez cotidiana.
      No obstante, pensaré a ver qué puedo contar. Muchas gracias.

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    2. una vez aca en chile, en santiago, vi una exposición de le Corbusier, sus dibujos y proyectos sobre Sudamérica, me sorprendió ver una hoja de presupuestos, no entendí mucho porque estaba en frances, pero entendí algo que siempre he querido poner en mis presupuestos, "el arquitecto se reserva todos los derechos de obra y si algo no le parece puede abandonarla en cualquier momento" segun yo eso decia, aunque no entiendo nada de francés, desde ese dia he buscado esa carta de honorarios y nunca la he encontrado en internet, quizás pueda ser un punto de partida

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  7. La verdad es que está todo dicho.
    El problema es que hay demasiada oferta para tan poca demanda y siempre hay una solución.
    Una sencilla es dedicarse a otra cosa.
    Otra es la de la obsidiana. Que puede parecer ilegal, pero creo que el suelo de la terminal de no se qué aeropuerto tiene piedra de la cantera de no sé qué arquitecto.

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  8. Pues visto por encima el expediente, sí parece preocupante la situación de vuestro colectivo. Los datos concretos más relevantes sería éstos:

    1 - Precio máximo de licitación: 73.735,5 € (IVA excluido), de los cuales un 50% corresponden a la redacción del proyecto, y el otro 50% a la dirección facultativa y coordinación de seguridad y salud de obra).

    2 - Adjudicación: 26.000 € (IVA excluido): 13.000 € y 13.000 € por tanto para cada uno de los dos subapartados. Efectivamente una bajada muy importante, si tenemos en cuenta que la Administración convocante normalmente ya determina su precio máximo de licitación teniendo en cuenta "precios medios del mercado".

    3 - ¿Cuáles son entonces los criterios de adjudicación establecidos cuya aplicación ha determinado la adjudicación señalada? La primera impresión sería considerar que se ha dado un peso muy relevante al criterio "precio", de forma que las ofertas más bajas, obtendrían altas puntuaciones por este concepto "compensando" sus déficits de puntuación si los hubiera tras la aplicación de los otros criterios de valoración más subjetiva o sujetos a juicios de valor, normalmente fijados en los concursos para valorar la "calidad" de la oferta. (Entiéndase el término "calidad" en sentido amplio).

    Pues bien, en el caso que nos ocupa, el criterio precio "solo" tiene un 20% del peso a la hora de valorar las ofertas aplicando los criterios establecidos para obtener el adjudicatario final, es decir el de más alta puntuación.

    Los criterios establecidos son:

    1 - Valorables mediante fórmulas objetivas: Oferta económica (0-20 puntos) y propuesta de ampliación de número de visitas de obra (0-5 puntos).

    2 - No valorables mediante fórmulas objetivas (también llamados, criterios subjetivos o sujetos a juicios de valor): (0-75 puntos) otorgados para la valoración de diversos aspectos como son aquellos relacionados con la calidad funcional, con el planteamiento de la ejecución de las obras, con la calidad social de la propuesta, con la calidad constructiva, las instalaciones y el mantenimiento y con el importe previsto para las obras.

    4 - El plazo de ejecución del contrato es de 120 días.

    No parece que la Administración pretendiera "ir excluvisamente a precio" en este expediente. Efectivamente y aunque solo sea un "botón de muestra", sin valor por sí mismo desde un punto de vista estadístico, algo pasa en vuestro sector, algo habría que analizar, algo parece que se debería cambiar siendo vosotros los actores fundamentales del cambio. Es difícil, pero no imposible. Suerte.

    Incorporo más abajo los enlaces, para quien tenga curiosidad, con toda la documentación de la licitación y de la adjudicación. (No sé si es procedente o no, José Ramón, si no te parece oportuno, elimínalo sin contemplaciones).

    https://hacienda.navarra.es/sicpportal/mtoAnunciosModalidad.aspx?Cod=180905115917B7225FCE

    https://hacienda.navarra.es/sicpportal/ctaDatosAdjudicacion.aspx?Cod=3184&Ticket=18111610002110769314

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    1. Muchas gracias, Luis.
      Te explicas con gran serenidad, lucidez y solvencia, y eres un buen contrapunto a mi indocumentado berreo.

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