domingo, 20 de mayo de 2018

Más gente normal

Hace unos meses escribí una entrada sobre los reyes de España, su forzado ambiente familiar y, sobre todo, su casa, a la que titulé "Gente normal".
Pues hoy toca hablar de más gente normal.
A la pareja protagonista de hoy le han dado palos por todas partes respecto a si tienen derecho o no lo tienen a comprarse la casa que se han comprado. Yo no tengo intención de discutir nada de eso. Vamos, es que ni me lo cuestiono. Pues claro que tienen derecho. Si se han comprado esa casa con su dinero lícitamente ganado, o con una herencia familiar o con cualquier otro medio justo y han pagado sus impuestos y han cumplido sus obligaciones nadie tiene nada que decir. Estaría bueno. (Aunque ellos lo dijeran de otros políticos: Allá ellos).

Estamos en un estado de derecho legítimamente constituido y sus políticos tienen las retribuciones legalmente establecidas. Si se compran una casa como si se compran un piano de cola. Eso es cosa de cada uno.

(Comenté esto en twitter y recibí alguna respuesta defendiendo que esta pareja sí podía pero los reyes no, y alguna otra en sentido contrario: que los reyes sí pero estos no. No estoy de acuerdo con ninguna de las dos posturas. Yo creo que son lícitos los dos casos y que dimanan de la estructura jurídica-democrática-política sobre la que se sustenta el estado español. La casa real tiene sus asignaciones presupuestarias y los políticos las suyas, y cada uno cumple con su función prevista por nuestro ordenamiento, así que no hay nada que decir).

Yo solo voy a mostrar la casa. Esto es un blog mayormente de arquitectura, y si me sorprendió para mal la casa de los reyes me ha sorprendido casi para peor esta casa.


Repito que se está hablando mucho sobre si una pareja de izquierda puede gastar tanto dinero, y repito que a mí eso no me importa. Lo que sí me importa es que unos líderes que propugnan un nuevo modelo de sociedad y una nueva estructura de dignidad del ser humano quieran esos cargaderos de madera, esos canecillos, ese pilar con esas zapatas de madera encima, esos chapados de piedra a modo de picatostes sumergidos en el chocolate, esa rueda de carro, esas sillas, esos pavimentos...

(NOTA.- Estas son fotos de la web que vende la casa, y los muebles y objetos decorativos son los de los dueños actuales. Los nuevos propietarios pondrán los suyos, pero dada la arquitectura de la casa, que les ha gustado, supongo que ellos están en esa onda y que lo que pongan seguirá una línea parecida).


(Esa chimenea, con el cargadero de madera igual que el de las ventanas. Ese paño de ladrillo visto, que le da como un toque áspero y rústico que contrasta con el resto del salón...).
(En los retratos reconozco a Goya y a Mao).

La casa no es que esté mal (que bueno, vaya, un poco sí). Ojalá el promedio de las casas que yo hago fuera ese. A lo que se ve, el arquitecto que la diseñó para sus dueños iniciales hizo un buen trabajo y acertó con sus gustos y su idiosincrasia burguesa.

(NOTA.- ¡Viva la burguesía! Los burgueses se independizaron económicamente, modernizaron sus talleres y comercios, dejaron de ser esclavos de los señores y mandaron a sus hijos a estudiar. La burguesía fue el progreso y la liberación de los pueblos. Viva la burguesía).

Sí, una casa burguesa.

(Ese pilar tosco de madera, con esa basa, ese paño de ladrillo visto, esa cocina con muebles de puertas oscuras con molduras, esa ventana, ese todo...)

Pero es que precisamente estos políticos proponen otra forma de vida. Una forma antiburguesa, una forma revolucionaria y comprometida de progreso. Y además, como moralistas que son, explican cada uno de sus actos y de sus decisiones, mostrándose como ejemplo y como provocación ética en cada uno de los detalles de su vida, por insignificantes que sean. (Por ejemplo regalando a los dueños de la otra casa un paquete de DVDs con una serie de televisión que trata de guerras de poder, sangre, traiciones, dinastías, tetas y muchas cosas más, que para todo el mundo es una diversión apasionante, pero para ellos es una parábola, una alegoría y una moraleja).

(Sí, ya sé que los muebles y los cuadros son de los dueños anteriores, pero esa monja mirando para no ver ese culo de enfrente, culo de tienda de muebles de carretera; esa cama con dosel, esos cojines...)

Políticos que no quieren pertenecer a "la casta" y que nos proponen a los ciudadanos una nueva manera de trabajar, de vivir, de entender el mundo... pero se instalan en una casa así.

(Picatostes falsos, pilar tosco, canecillos, madera, lámpara de hierro forjado, mimbre, barro...)

Políticos de vanguardia en casas de retaguardia. Políticos alternativos en casas de statu quo.





Todas estas fotos son de la inmobiliaria, que las muestra como las mejores posibles. Esta casa, con estas fotos, ha excitado la codicia y la envidia de todo el mundo. A mis amigos no arquitectos les he dicho que es una casa muy floja y me han vuelto a decir que estoy loco y que soy un envidioso.

Como dije al principio, la gran polémica que se ha formado es sobre si estos políticos tan éticos y austeros se merecen una casa tan buena, y lo que yo digo es que no es buena. Lo que yo digo es que deberían haber elegido una casa que nos mostrara el camino y que nos abriera los ojos a todos. Deberían haber elegido una casa progresista, vanguardista, luminosa, provocativa, espacialmente rica, hermosa... una casa por la que de verdad todos les tuviéramos envidia, una casa en la que descansar, disfrutar y desde la que trabajar para que las cosas cambiaran y para que toda la ciudadanía pudiera materializar el sueño de tener una similar.

El aseo de al lado de la piscina. Una cucada.

Pero esa casa no. Esa no. Ni se la merecen ellos, políticos tan idealistas y tan entusiastas, ni nos la merecemos nosotros.


(NOTA FINAL.- Se ha publicado hasta la extenuación la foto aérea y la ubicación con más o menos detalle y precisión; incluso un sicario indecente ha señalado la situación exacta de la casa. Esto me parece una canallada que pretende que algún que otro destalentado se aposte allí a molestar, a acosar e incluso a agredir. Qué pena de todo. Qué asco de todo. Repito que esta pareja tiene todo el derecho del mundo a vivir allí, y a vivir tranquilos. Lo único que yo les pediría -pero ya sé que es pedir peras al olmo- es que consideraran que la arquitectura forma parte de la vida, y que en su programa ideológico de reformas, de progreso, de dignidad humana, de vanguardia, de cultura y de todo lo demás le dejaran un pequeñísimo hueco).

9 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Que se puede esperar....de la clase politica, tendrían que ser un ejemplo (que Risa) a seguir, sostenibilidad, eficiencia energética, en definida mirar al futuro,no en su casa, en su modelo de vida.
    Y si hubiera sido casa pasiva...

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  3. Nunca...más de acuerdo, circunstancialmente acabo de volver de Berlín y entre otros he estado en el museo de la Bauhause y lo primero que se me vino a la mente, era que eso estaban haciendo los alemanes a principios del siglo XX, recordé que la misma reflexión la hice cuando vi por primera vez el pabellón de Mies, joder...por eso lo Alemanes están donde están, porque simplemente han sido capaces de encontrar ese "click" que permite encajar el arte y la ciencia, ese click que llevamos siglos buscando y no encontramos, pero lo peor es saber, que ni siquiera estamos en el camino.

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  4. Algunos discursos alternativos solo esconden la intención de "quítate tú para ponerme yo en el poder y repetir lo que tanto critico".

    En la línea de los que dicen por sistema que la arquitectura contemporánea es fea, yo digo que esa casa bonita no es, aunque prefiero decir que su estilo no es mi favorito y así no falto el respeto a nadie como hacen ellos.

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  5. Estética de clase dominante... incultura, en último extremo. Lo de la revolución y "la mierda de sistema que nos axfisia" lo dejamos para los mitines. Qué asco.

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  6. Pues mira que a medida que iba leyendo tu entrada iba pensando que esa es la casa justa que han escogido y que realmente se merecen. Tan falsa como ellos mismos y sus pretendidas políticas que no son más que humo y puestas en escena vacías. Repito. Esta casa les va al pelo. Al final su progresismo es puro postureo y ellos son más carcas que la casta. De la que forman parte hace tiempo por derecho propio. Esta casa retrata su verdadero yo.
    Un saludo.

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    1. Exactamente. A mí me dan bastante pena.

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  7. Totalmente de acuerdo, José Ramón. Un saludo.

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