viernes, 11 de noviembre de 2011

Simbolismo dos

El otro día he escrito contra el simbolismo en arquitectura, pero he considerado como simbolismo solamente la metáfora más evidente.
El simbolismo no es solo eso, ni mucho menos. Creo que es simbolista la búsqueda de trascendencia, y entiendo como trascendencia el trasvase de significado desde la pura obra construida hacia... hacia el más allá; hacia un horizonte de belleza, de bondad, de historia, de heroísmo, de paz, de... de lo que sea.
Es decir: me refiero al monumento. Me refiero a la obra arquitectónica que no piensa en arquitectura, sino en homenajes, salvaciones, evocaciones, misticismos, ideologías, etc.
Hay una tentación de que la obra de arquitectura evoque la paz, la amistad, la lucha contra la opresión, la libertad, etc. Incluso cuando proyectamos una fábrica de embutidos de cerdo tenemos la tentación de buscar que el edificio muestre una cierta "cerdalidad" (lo que, en un extremo calatravesco o ledouxesco como los que veíamos el otro día, nos llevaría incluso a darle forma de cerdo).
Esto es un error, fruto incluso de la enseñanza que tuvimos. (A mí, en Análisis de Formas de primer curso, me pusieron a pintar el miedo). Pero creo que esto no produce buena arquitectura.
Cuando hace unos cuantos artículos me metí con el simbolismo de Kahn me refería a esa evocación de la "gran arquitectura", a esa monumentalidad innecesaria y antifuncional, a esa premisa kahniana de que la forma no debía seguir a la función, sino evocarla y representarla. En ese sentido, una biblioteca no satisface la función de leer (como las magníficas de Aalto), sino la representatividad y la dignidad de la lectura y de la cultura, su importancia sociológica o política, etc. En ese sentido digo que Kahn es simbolista y que eso no me gusta.
Repito que el simbolismo arquitectónico es ansia de monumentalidad, y si eso ya me huele raro en escultura, en arquitectura me parece completamente impropio.
Sigo la tesis de Zevi y afirmo que lo que se ve en esta foto de arriba no es arquitectura, sino escultura. Por muy grande que sea (¿quién limita el tamaño de una escultura?) y por mucha estructura que tenga (¿quién limita los materiales y sistemas constructivos de una escultura?) no tiene espacio interior, y yo añado que no tiene funcionalidad interna, "habitabilidad", por decirlo de alguna manera. Es un mero monumento, una mera escultura (y además mala).
Otro tal es esta tarta de crema:
que no tengo el disgusto de conocer in situ, y que sí parece tener algún espacio interior y alguna función (que supongo que será representativa, administrativa, expositiva, etc). Pero para mí tampoco es arquitectura.

(Esta foto está obtenida de la sección de viajes de la web de Daniel Prado Rodríguez, que es su autor. Podéis ver la foto original y un comentario de Daniel Prado sobre el monumento clicando aquí).



Surge entonces la pregunta: "¿es que acaso la representatividad, la evocación de un sentimiento, el homenaje, etc, no son funciones?" Sí. Y ahí empieza lo peliagudo.
¿Acaso la principal función de los edificios religiosos no es trascendental, meta-arquitectónica? Sí. Pero según Zevi (y yo estoy de acuerdo con él) los templos clásicos no son arquitectura porque no tienen espacio interior para el fiel, para el usuario. Y, según eso (añado), las iglesias de Alvar Aalto son magnífica arquitectura porque el espacio interior es limpio, funcional, cómodo, luminoso... etc. Pero también evoca un sentimiento, una sensación. Y eso no solo está permitido, sino que es obligatorio.
Entonces me estoy contradiciendo.
Puede ser arquitectura un mausoleo, un monumento, una iglesia, un centro de peregrinación, etc. Claro que puede. ¿Pero cuál es su función? ¿Que los asistentes estén cómodos, que haya buena luz, etc? Por supuesto. Pero también "algo más". Sí. Y en ese "algo más" está todo el lío.
Ese "algo más" está resbalando en el filo del kitsch. Los monumentos funerarios (que son, seguramente, los que cargan con el marrón de llevar el mensaje más delicado y difícil de todos) casi siempre son kitsch, porque casi nunca hay bastante. Nunca se puede manifestar todo lo que se siente, todo lo que se pretende evocar. Siempre se pone más, siempre se pasa uno de rosca, hasta que la expresividad es tanta que queda falsa, ñoña, sentimentalona y "blandita", y el supuesto sentimentalismo no queda sublime, sino ridículo.
¿Qué hacer ante el difícil trance de diseñar un mausoleo o una tumba? No tengo ni idea. Porque ya un mero cubo blanco de mármol es expresionista. Incluso más. Parece que se pasa uno de listo, que quiere ser más estupendo que nadie, y el minimalismo se vuelve también sollozo extemporáneo y ñoño.
No sé lo que haría si tuviera que hacer una iglesia o una tumba. Nunca lo he hecho. Ya os contaré.
(Me doy cuenta de que no he resuelto nada. Ni tan siquiera he expouesto una idea coherente. Vaya).
(Acabo de ver que he vuelto a bajar en el ranking de blogs de WIKIO. No me extraña. Con estas indefiniciones y balbuceos...)

2 comentarios:

  1. Buenas tardes,

    He visto que en este artículo tienen una foto del Gran monumento a Victorio Emanuele II que he realizado y que tengo publicada en mi web.


    http://www.daniel.prado.name/imagenes/articulos/Viajes/Roma/monumento-victor-manuel-II.jpg

    Lo tengo publicado en el artículo:
    http://www.daniel.prado.name/Varios-Viajes.asp?art=152#plaza_venecia_grandioso_monumento_victor_manuel_II_victoriano_vittorio_emmanuele_altar_patria_italiana

    Podrían poner un enlace a mi web y citándome como el autor de esta foto?

    Gracias

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  2. Gracias, Daniel.
    Cuando escribo un post busco fotos en la web sin tener en cuenta los derechos de autor. Como es un blog sin ánimo de lucro no les doy a los aportantes "anónimos" de las imágenes la importancia que tienen. Lo siento.
    Es cierto que de las que me muestra google escojo la que me parece mejor hecha y más atractiva o elocuente. Te felicito por tu foto.
    Enmiendo mi error citándote ahora al pie de la foto y poniendo enlace a tu web.
    Saludos.

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