viernes, 13 de mayo de 2011

Una joyita (o, mejor dicho, un joyero)

Aparte de fotos de tatuajes(1), no sé bien qué buscáis en este blog, pero desde luego espero que no sean noticias de rabiosa actualidad arquitectónica. Lo digo porque voy a escribir sobre una obrita que ya tiene sus años.
Es una obra que creo que es digna del estupendo blog Arquitecturas Silenciosas, que, por cierto, trata estos días sobre una fantástica capilla con un raro espacio interior.
Voy a mostraros hoy otra capilla, pero sin espacio interior (véase Zevi: Saber ver la arquitectura), sino con un raro espacio exterior.
En el paraje de Aravalles, del municipio de Torralba de Oropesa (Toledo), se apareció la Virgen hace muchísimos años, y se celebra una romería todos los 1 de mayo. Allí van los torralbeños, padres e hijos, abuelos y nietos. Van los novios, los hermanos, los amigos. Comen en el campo y celebran su devoción y sus tradiciones.
El Ayuntamiento le encargó al arquitecto Julio César Moreno Moreno una capilla para alojar la imagen de la Virgen y para celebrar la misa en tan señalada fecha. Un altar en medio del campo, sin uso en todo el año. Callado, latente, listo para su función de sólo un día, pero qué día.
Se concibe, por lo tanto, como el joyero que aloja la más preciada joya, como una caja, un estuche.
Pero el estuche cerrado, como una crisálida, de repente estalla.


A esta capilla abierta acude todo el pueblo. Se colocan unos toldos. (Hay años en los que llueve, y otros en los que cae un sol implacable). Es una romería alegre, feliz, llena de vida, con mucha gente, con mucha fe, y coches, tortillas, vino... Todo eso es perfectamente compatible y se organiza en torno a la capilla. Por eso digo que la capilla tiene un raro espacio exterior. La capilla, que no es nada, que apenas es nada, estalla fuera de sí misma, estalla hasta los niños que corretean y juegan, hasta los coches aparcados, hasta la fe de los torralbeños.


Es uno de esos ejemplos en los que la arquitectura se sale de sí misma. Me parece de una sencillez y de una elegancia admirables.



Esta obra se proyectó en 1992, y se construyó en 1998. En el año 1999 obtuvo el Premio de Arquitectura de Castilla-La Mancha. En mi opinión, perfectamente merecido.



(Nota 1.- Como administrador del blog, tengo acceso a unas estadísticas que, entre otras cosas, me dicen qué palabras tecleadas en google han llevado a la gente a este blog. Para mi modestia, todos los días triunfan las búsquedas de fotos de tatuajes, y todo porque en un post sobre Loos puse una foto -muy buena- de un tatuaje -muy bueno-. Naturalmente, ese post es el más visto todos los días. Así que el halagüeño contador de visitas, que ya ha llegado a las 20.000, no lo es tanto. La inmensa mayoría entran aquí sin querer).
(Nota 2.- Hoy Blogger se ha tomado el día para hacer reajustes, arreglos y quién sabe qué más cosas. Al final, restablecido el servicio, me encuentro que he perdido un comentario muy amable de Ana Moreno, en la entrada del Canto al Trabajo de Frank Lloyd Wright. Lamento que haya desaparecido, y me alegro de haberlo leído ayer y de haberle contestado personalmente a Ana. Si no, ni me entero).

2 comentarios:

  1. Sin duda alguna esta es una de esas arquitecturas silenciosas que se muestran con naturalidad. Es hermosa cuando todo está desplegado y los toldos colocados; el espacio pasa a estar acotado y sin embargo, no tiene límites. La gente acaba completando la obra, es arquitectura a la escala del hombre.
    También es hermosa cuando todo está recogido y como olvidado, transmite paz y sosiego. Hay un gesto plástico que nos parece brillante: lo que parece ser el atril, arranca de la propia tierra, levemente separado del podio, en equilibrio con la escalinata de la izquierda. La simetría asimétrica.
    Agradecemos tus palabras sobre nuestro blog. En estos casi tres meses de andadura, podemos decirte con toda sinceridad que una de las mayores satisfacciones que nos ha dado es contar con tus comentarios, teniendo en cuenta que éramos seguidores de tu blog, antes siquiera de pensar en montar el nuestro.

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  2. muchas gracias por tratar así a esta obra que es lugar en un lugar que ya era. Es verdad que el tiempo ha pasado, y que se ha ido entretejiendo la memoria del lugar con la de la gente del pueblo, y veo que con la vuestra también.
    Ahora tiene una hermana cerca, en Herreruela. También es ermita y lugar, y se relaciona más por implosión y captación que por explosión de su interior en el paisaje. Por eso la hemos llamado "cámara", es la cámara de San Isidro.

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