(Iba a titular "el más tonto del mundo", pero tampoco es cosa de presumir).
El mes pasado os conté en una entrada mi ineptitud congénita para realizar cualquier trámite administrativo.
Tal vez recordéis cómo os contaba mi periplo por una ciudad accidentada, bajo un sol abrasador, yendo de un edificio universitario a otro para que admitieran mi solicitud a ser profesor asociado.
También os contaba que durante la carrera jamás conseguí (en ningún curso) matricularme comilfó, y siempre me equivocaba en algo.
Pues bien: Hoy he vuelto a pensar en ese puesto de profesor asociado y me he hecho tilín a mí mismo imaginándome las cosas que les podría contar a mis alumnos. Vamos, que me he visto ya.
Y he caído en la cuenta de que no tenía ni idea de cuándo se publicarían los resultados. Así que he entrado en la web de la universidad, sección "personal docente e investigador" (PDI) y ahí he visto la convocatoria. He ido a clicarla por si en ella se decía en qué fecha se resolvía, pero no ha hecho falta, porque justo debajo de ella venía una pequeña nota: "Listado provisional de admitidos y excluidos".
He clicado y ha salido un larguísimo pdf.
He buscado "mi" plaza, y en la larga lista de admitidos provisionalmente (¡uf! ¡cuántos! Pensaba que la competencia sería menor) no estaba yo. He mirado entonces en la lista de excluidos y...
(Sí, amigos, he quedado excluido del concurso. Han sonado las doce antes de que el príncipe me sacara a bailar. O, mejor dicho, ni me han dejado entrar al baile. Venía borracho y mal vestido -como de costumbre- y ni he podido cruzar la puerta).
(Clica para verlo grande y poder leerlo)
Resulta que no he abonado la cantidad de 9 ? (supongo que serán 9 €) de formación de expediente.
Ah, ¿pero es que había que pagar nueve euros para la formación del expediente?
¿Dónde ponía eso? Veo que del resto de excluidos ninguno lo está por ese motivo(*). O sea, que todo el mundo lo sabía. Debía de venir en la convocatoria en letras bien grandes, y seguro que en la instancia que rellené lo ponía también. Y bien clarito. ¿Cómo es que no lo vi? ¿Cómo es que soy tan atolondrado?
(Por supuesto que daban cinco días hábiles para alegar, aportar, corregir, etc, antes de que la lista se hiciera definitiva. Pero por supuesto que esta idea de mirar se me ha ocurrido demasiado tarde. El plazo de esos cinco días terminó hace tres).
Se me ocurren tres cosas. 1.- La primera es cómo puedo ser tan tonto, tan inútil y tan incompetente. ¿Cómo pretendía enseñar nada a los jóvenes estudiantes, ayudarles a nada, si yo mismo soy incapaz de desenvolverme en la vida? ¿Qué me imaginaba yo que estaba en condiciones de enseñarles? ¿Seré giliflautas? ¿Seré imbécil?
Necesito a alguien responsable a mi lado para salir de casa, para darle la manita y que me cruce la calle.
Menudo día imbécil me pasé recopilando justificantes, y menuda mañanita rica en la ciudad de las cuestas y del calor.
Si es que soy imbécil. Seguro que los admitidos no tuvieron que subir ni una sola cuesta. Seguro que aparcaron al ladito del Registro General, abonaron los 9 ?, entregaron la documentación y ya está.
A esos era a los que me refería entonces cuando decía que el profesorado está muy bien preparado. La selección natural se encarga de que los impresentables como yo quedemos excluidos.
El mundo funciona, al fin y al cabo.
2.- Vale. Pero por otra parte se me ocurre también que en qué cabeza cabe que haya que pagar para presentarse a un trabajo. No lo puedo concebir. No sé con qué derecho puede decir la universidad que los interesados paguen los gastos de formación del expediente. ¿Qué expediente? ¿Y en todo caso, vale nueve euros ese ímprobo esfuerzo de formar un expediente? (Digo yo que a quien admitan ya le tendrán que abrir un expediente, pero a quien no admitan les basta con una carpetilla provisional, para tirar su contenido en seguida).
En fin. Con todos los respetos, me parece cuando menos una inelegancia, y cuando más una desfachatez.
(Cuando yo tenía un próspero estudio nunca les hice pagar a los aspirantes a un puesto la cantidad de nueve euros para estudiar su currículum y guardarlo en un archivador).
3.- Y, por último, aquel agradabilísimo funcionario del que hablé en su momento, y que me revisó la instancia y me la selló, y comprobó y compulsó las fotocopias de mis títulos, ¿no podía haberme advertido que me faltaba por pagar la tasa de formación de expediente?
Sí, ya sé. Ya sé que es una excusa y una salida muy fácil echar la culpa a los demás de lo que en realidad es un fallo mío. Un fallo gravísimo que me deja sumido en la vergüenza y en el oprobio. Porque me siento muy muy incompetente. Y muy torpe. Y muy desnortado, inmaduro, estúpido...
Se lo he contado a mi mujer, y me ha dicho que hay que ver cómo soy, que siempre estoy metiendo la pata y que no se lo diga a nadie, porque tenemos amigos y familiares que nos quieren y que aún tienen unas ciertas expectativas puestas en mi persona. Vale, no se lo contaré a nadie.
(Disimulad vosotros. No le vengáis diciendo que lo voy proclamando en mi blog).
(*).- Remiro las listas infaustas y veo a otro que tampoco pagó los 9 ?. ¡Qué alegría me he llevado! ¡Un compañero, un alma gemela!
Dicen que el mal de muchos es consuelo de tontos. Pues vale. Pues ya os estoy diciendo que soy tonto.
(Esta vez ni cliques el botón g+1 ni nada. Muchas gracias)
Vaya... y yo que hubiese puesto todos mis ahorros (que son casi nada) a la apuesta de que te quedarías con el trabajo...
ResponderEliminarQué perdida tan grande!... la que han tenido los que hubiesen sido tus estudiantes; al menos no serías un profesor aburrido y sin tema de conversación.
Hoy he hecho una serie de estupideces para inscribir mis ultimas materias en la universidad; sentado frente al computador me sentí el único idiota del mundo que no podía inscribir las materias que deseaba, aun teniendo el privilegio de inscribirlas el primer dia.
Ahora me entero que muchos tampoco pudieron hacerlo... No me alegré, pero al menos sentí un fresquito.
Ahh lo olvidaba... pasaba por aquí a contarte que he acabado anoche tu libro. Una maravilla, no hay más que pueda decir de él.
Lástima grande que aquellos alumnos se hayan perdido de escuchar tantas historias de viva voz.
Saludos desde el otro lado del mundo.
Muchas gracias, Sergio Andrés.
EliminarEstos días se está matriculando mi hijo pequeño en el primer curso de la universidad. Se supone que todo se puede hacer por internet, pero ya le acompañamos ayer a la universidad porque, como dices, había algunos pasos que el sistema no te dejaba hacer. Aún nos falta un trámite.
(Me da miedo "ayudarle", porque conociéndome soy capaz de estropearlo todo).
Muchas gracias por tus palabras hacia mi libro. Celebro que te haya gustado.
Un abrazo.
Bah, eso no es nada....yo me tiré un mes currando un concurso que nos quedó precioso, un diseño guapo, unos planos increibles y unas presentaciones 3d que en la vida repetiré. Metimos, mi equpo y yo, horas como locos, e hicimos un proyecto con posibilidad de ganar. Pero con las prisas de ultima hora, en uno de los 200.000 documentos que nos pedía la Administración en cuestión, se me coló una firma y sello con mi nombre y firma (maldito corta-pega), que por supuesto un avezado funcionario vió en seguida, con lo que nos descalifcaron sin mayor miramiento, lógicamente. Ni mirarlo, vaya. Desde entonces, es oir la palabra "concurso" y me entra una urticaria que sólo remite con dosis masivas de antihistamínicos, cinco sesiones de relajación y dos semanas de internamiento psiquiátrico.
ResponderEliminarQué faena. Qué difícil es todo.
EliminarUn abrazo.
(Estas cosas me consuelan un poco. Perdona; no es que me alegre de lo tuyo. Al contrario, me causa mucha desazón. Pero al menos veo que no soy tan ridículo ni tan impresentable. Que no soy un bicho tan raro).
José Ramón, lo siento muchísimo por alumnos que hubieras tenido, porque sin comerlo ni beberlo se van a perder a un tipo sabio como profesor, pero casi que me alegro por la puñetera Administración, que por capullos, no van a poder ufanarse de haber contratado a un tipo así. La verdad es que no se lo merecen.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aprecio.
EliminarLa verdad es que los alumnos necesitan profesores espabilados, que les eduquen en este difícil arte de nadar y guardar la ropa. Yo para eso no valgo mucho.
Un abrazo. Me alegras el día.
No te quejes, tu mujer no te ha dejado, "mu" tonto no debes de ser. Eso me recuerda a los concursos, te dicen cosas verbalmente y después no valen, desde hace tiempo las pido por escrito y por eso ya no nos presentamos.
ResponderEliminarTodavía te queda este blog para tus alumnos del mundo.
La verdad es que mi mujer me quiere mucho. Pero digamos que le basta con saber ella lo tontito que soy. No le hace mucha gracia que lo sepa todo el mundo.
EliminarSí. A mí también me ha pasado varias veces: Me explican lo que hay que hacer y me queda clarísimo, pero luego no era exactamente así, o faltaba algo.
Abrazos y muchas gracias.
Después de circular por numerosas carreteras y circunvalaciones de Estados Unidos sin perderme (mucho) y adaptarme al sencillo sistema suyo de señalización, me di cuenta que uno de los problemas de este país es que esta organizado por tontos muy tontos pensando en listos, cuando realmente los que se encargan de hacer estas cosas tienen que ser listos y pensando en los tontos, osease en nosotros los usuarios.
ResponderEliminarAsí que siempre nos faltara una fotocopia del dni, un sello en alguna pagina, un certificado... (Hace días conseguí descalificar una vivienda de vpo, da para un libro. Ahora estoy intentando apuntarme a varias solicitudes de empleo, ya os contaré, por ahora voy... mal)
P.D. Lo publico como anónimo, porque no tengo perfil de google, ni se que url poner, ni conozco aim, openID...
Haces una observación muy interesante: En este país mal organizado el ciudadano tiene que ser "listo" (en el mal sentido de la palabra, en el de "pícaro").
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
(Efectivamente, si no tienes perfiles en esos sitios lo mejor que puedes hacer es comentar como anónimo, tal como has hecho. Pero si te apetece puedes escribir tu nombre al final, como firma).
Se han perdido un gran profesor.
ResponderEliminarLos alumnos ya nunca lo sabrán...salvo que lean tu magnífico blog!
Muchísimas gracias.
Eliminar(Normalmente no contesto los comentarios, porque me da la sensación de que eso es como querer tener la última palabra. Pero esta vez os estoy contestando a todos porque me he sentido tan mal que vuestras palabras me animan mucho).
Un abrazo.
José ramón, a mi me hubiera gustado mucho tenerte de profesor. Creo que lo harías muy bien, y tus alumnos aprenderían (y disfrutarían) mucho contigo. En su defecto, y ante la estupidez de nuestros dirigentes (llaman "recortes" y "austeridad" a las políticas del expolio y de la injusticia, hasta prostituir por completo ambas palabras), impartes tus lecciones mediante este humilde blog. Gracias por ello.
ResponderEliminarNo te desanimes porque no te hayan cogido. Ya de entrada era casi imposible, con--seguramente--miles de solicitudes para una mierda de plaza mal pagada, es como desear que te toque la lotería.
El problema no es tuyo, el problema es de este país, que no va a ningún sitio bueno, sino al garete.
Con los gobernantes que tenemos y las políticas que aplican, lo están desgüazando todo.
En nuestra mano está el revertirlo y recuperar lo perdido...si somos capaces. Sobre todo, recuperar la Dignidad, con mayúsculas, que nos la han robado.
Ya dijo el poeta Neruda: "no es hacia abajo y hacia atrás la Vida".
No me desanimo. (Con vuestros comentarios es imposible desanimarse).
EliminarMuchas gracias. Sois todos demasiado amables.