Hoy, por ser primer lunes de octubre, y por lo tanto primer lunes del último trimestre del año, se celebra el Día Mundial de la Arquitectura.
Siempre en lunes.
Lunes.
Por algo será.
Por tal motivo interrumpo la saga calzoncillista que sé que estáis empezando a seguir con entusiasmo para hacer esta brevísima y rapidísima entrada.
Día mundial de la arquitectura: Primer lunes de octubre. Yo, que a veces presumo de ser un "arquitecto profesional", llevo trabajando intensamente todo el mes de septiembre sin cobrar. ¿Por qué? Porque soy tonto. Pero tonto a unos niveles raramente concebibles.
A).- He hecho un proyecto de un chalet (no solo durante septiembre, sino desde julio; no he tomado vacaciones) y el cliente aún no lo ha pagado. Le he urgido a que contrate aparejador, me ha pedido un presupuesto de honorarios de uno que fuera de mi confianza, se lo he pedido a un estupendo profesional con quien suelo trabajar y se lo he transmitido al cliente.
El presupuesto de mi amigo es verdaderamente muy ajustado.
Hoy me llama el cliente diciéndome que otro aparejador le ha dado un presupuesto de menos de la mitad. Le digo que no puede ser. (A mi juicio esa cifra le daría para pagar los visados, el seguro y muy poco más). Me dice que sí, y que ese aparejador trabaja en una cuadra-galera de servicios múltiples y también le ofrece los servicios de un arquitecto por la mitad de precio que yo, que os aseguro que trabajo por un precio realmente bajo, que no llega ni a la mitad de las añoradas y lloradas tarifas de honorarios.
El subprofesional mierdero ese no solo tira el mercado cobrando una cantidad irrisoria, sino que mete cizaña respecto a mí, que no he cobrado aún más que una pequeña provisión de fondos en julio pero tengo el contrato firmado.
(A ver si el cliente me paga, que sigo creyendo que sí, y también contrata como aparejador a este hijo de la gran puta(1). Ya veréis qué ambientazo vamos a tener en la obra).
B).- Otro cliente, que me ha pedido unos croquis para un hotel, para ver su viabilidad y tal, y que tampoco me ha pagado aún esos croquis (que pueden evolucionar a proyecto o quedarse ahí sin más, y como tales fueron presupuestados), ya me va pidiendo los ficheros de autocad.
Feliz Día Mundial de la Arquitectura.
(Por favor: No me hagáis comentarios en el sentido de que soy idiota. Eso ya lo sé. Ni me digáis que hay que cobrar más provisión, ni que hay que tener más picardía, ni que espabile. Ya. Ya. ¿No os estoy diciendo que soy tonto?)
(Tengo fe, con todo, en cobrar. Al menos una buena parte. Ya os lo contaré a continuación).
(1).- Bueno, más bien su explotador, el amo del corral. Este es un pobre gallino, un infeliz. (Pero que aprovecha su ridícula oferta para echar mierda sobre mí con verdadero entusiasmo).
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Addenda de **-10-2018: Hoy finalmente... (Ya pondré lo que sea).
Addenda de 15-10-2018: Hoy me han pagado los dos. El mismo día. Estupendo.
Addenda de 15-10-2018: Hoy me han pagado los dos. El mismo día. Estupendo.
¿Has metido una cláusula de porcentaje a cobrar en caso de rescisión? Y si no denuncia. Ya sé qué no es fácil y a lo mejor productivo.
ResponderEliminarEste tipo de asquerosos son los que hunden lo que queda de profesión. Hay que exigir que nos devuelvan los honorarios mínimos. Los alemanes ya los han recuperado hace años. Si no no vale la pena seguir.
Lamentablemente esto funciona así ¡cuantas horas trabajadas sin cobrar! y lo de pedir provisión de fondos espanta al futuro cliente...que añoranza de los tiempos de honorarios mínimos.
ResponderEliminarPersonalmente creo que pedir un pago por adelantado de un porcentaje del trabajo, e ir cobrando por fases, no sólo no espanta a los clientes sino que además da una imagen de seriedad. Seriedad que por supuesto hay que mantener cumpliendo plazos de entrega y demás.
ResponderEliminarSiempre a vueltas con las mismas cosas...como sucede con los problemas que no se resuelven...
ResponderEliminarEl Día de la Arquitectura es un escaparate publicitario (y muy necesario, pues la arquitectura está abandonada por las instituciones y es una absoluta desconocida por el público; y aquello que se desconoce, ni se aprecia, ni se quiere, ni se paga, ni ná de ná) que montan los colegios de arquitectos, los cuales sólo representan a la ínfima parte de la profesión que visa cosas, y dentro de ella, a los que visan mucho (en porcentaje, ¿un 5 o un 10% del total? Seguramente menos). Desde luego no tienen ningún interés de que sea una jornada reivindicativa para mostrar la realidad de una ¿profesión? que está en vías de extinción (siempre habrá algunas personas que vivan de ella, pero eso es como el aristócrata que practicaba la ciencia en el siglo XVIII por diversión: algo casual, de diletantes...pero no una forma de vida estructurada y reglada que practica y defiende un grupo amplio de personas). Vamos, que lo último que van a hacer es mostrarse como un colectivo de desharrapados que se pelean entre sí por trabajos malpagados.
La recuperación de los baremos profesionales es algo imprescindible, sí, es condición necesaria...pero no suficiente. No se habría llegado a estos extremos de no haber existido previamente las condiciones adecuadas de aislamiento, individualismo y de falta de elementos para la defensa de los derechos como colectivo. Y aquí el problema viene de mucho antes de la retirada de los baremos colegiales de marras, y hay una LABOR DAÑINA IMPAGABLE que se da en la misma formación de los arquitectos en las Escuelas de Arquitectura, que los ha convertido en carne de cañón (o carne de plotter, como dice José María Echarte) para la explotación más salvaje, las más de las veces por parte de... sus propios colegas. Basta comparar la situación de arquitectos e ingenieros de caminos, dos colectivos muy similares en número de miembros, en años de formación, etc. Las diferencias hablan por sí mismas, y el motivo principal es que los ingenieros DEFIENDEN SU QUESO; como pueden, claro, contra las mismas agresiones y presiones de la economía neoliberal, pero desde luego, que salvan mucho mejor el tipo.
Para mejorar la situación es condición imprescindible crear el sentimiento de colectivo, para ser capaces de defender los derechos con organismos eficaces que lo representen, y también en la pelea del día a día, en la trichera, al rechazar las situaciones denigrantes, en la seguridad de que nadie más las va a aceptar. Porque es el único mecanismo eficaz frente a la agresividad del "mercado".
Hay mucho en común en el individualismo (más bien "ego", algo propio de "genios" y otros idiotas que no llegan a fin de mes) de los chefs y los arquitectos: dos profesiones con, aparentemente, mucho prestigio, que luego tienen condiciones de explotación laboral y que no permiten vivir de ellas.
Obviamente, no va a ser siempre así, porque el chollo de la mano de obra cualificada barata se va a terminar antes o después. Nadie estudia algo difícil y caro que no permite mas que aspirar a ser un paria.
Y mucho optimismo hay que tener para estudiar arquitectura y maquillar la cosa (como hacen las escuelas) de que no tiene salidas profesionales con cursos de moda, cosmética, diseño de muebles, papiroflexia...porque para cualesquiera de esas (perfectamente loables) actividades no veo la razón de embarcarse en pasar unos años previamente en una escuela de arquitectura dejándose el tiempo y el dinero. ¿Para qué sirven las escuelas de arquitectura? ¿Qué forman realmente? Quizá están ahí porque sí, y se limitan a sacar sus ingresos sin más...Quizá son ya meras ¿escuelas de diseño?
En fin.
Problemas, los de siempre. Soluciones: NINGUNA.
Con todo, dejando a un lado toda la mierda que rodea el ejercicio de la arquitectura, como si no existieran, y hablando como quien contempla arquitectura por primera vez...pues está bien que sea celebrada. Como cualquier otro (raro) producto excelso del genio humano.
pues a mi me pasa que veo Facebook con esto del dia de la arquitectura y veo a amigod arquitectos que lo comentan en sus estados como si a alguien le importara, primero no hay nada que celebrar, segundo no se a quien se le ocurrió pues que si el dia del arquitecto no es implementado por llamado popular de algunos estados, naciones o pueblos la verdad es que poco vale, y tercero, todos los que se llenan ls boca en Facebook o redes sociales poco y nada tienen de arquitecto, y me refierio a arquitecto-arquitecto, respecto a tu post, solo decirte que a mi me pasa lo mismo y que la gente poco y nada valora lo que uno hace, pero creo que si algun poder nos queda en esta sociedad es poder decir que no, creo, al menos aca en chile, saludos
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