Hoy es el nonagésimo tercer aniversario del nacimiento de José Antonio Corrales, uno de los más grandes arquitectos españoles del siglo XX.
Con tal motivo varios tuiteros amantes de la arquitectura están haciendo hoy reseñas, citas y homenajes en twitter.
Uno de ellos, @museoes (a quien desde hoy empiezo a seguir) ha puesto estas dos fotografías:
Y las ha acompañado con este lacónico texto: "Mientras tanto, Casa de Campo..."
Se trata del magnífico Pabellón de España en la Expo de Bruselas de 1958, que diseñó con su compañero y socio durante muchos años Ramón Vázquez Molezún, y que es una de las diez obras más importantes de la arquitectura española del siglo XX, y del que ya hablé una vez aquí.
(He dicho "una de las diez" por decir algo. Estoy seguro de que si hacemos una encuesta entre arquitectos españoles para que voten las diez mejores obras realizadas en el siglo ésta será una de las seleccionadas. Y tal vez entre las cinco mejores también).
El pabellón, un prodigio de economía conceptual, de ingenio y de "pura arquitectura" fue tan estupendo que al terminarse la Expo fue desmontado y reconstruido en la Casa de Campo de Madrid (adaptándose al nuevo emplazamiento, porque una de sus virtudes era que se podía adaptar a cualquier topografía).
Y nuestras autoridades culturales, que tanto aman la cultura patria, llevan desde entonces velando por él.
Qué vergüenza y qué indignación tan grande.
Spain: mierder country.
Querido José Ramón, no puedo estar más de acuerdo. Como arquitecto cuya profesión se ha enfocado desde hace años hacia la conservación, mantenimiento y restauración del Patrimonio, desde la empresa constructora especializada (ese es otro tema, que tiene mucho de lo que hablar, pero que ya lo hablaremos en otro momento) no puedes ni imaginarte lo que me he encontrado en esta vida profesional. El último caso, que en esta ocasión está en vía de resolución, es la vivienda de Ramón Vázquez Molezún en La Roiba y que, gracias al amor por el patrimonio de los hermanos Olalquiaga, y a mi empresa, Retineo, que apostó, sin saber si en algún momento cobraría por su trabajo, pero, sobre todo, por las decenas de mecenas que han financiado los estudios y las obras (con eso que ahora, pomposamente llamamos "crowdfunding"), se ha podido poner freno al colapso inminente de una joya de la arquitectura moderna española. Y no, la Administración pública no ha hecho nada por remediarlo. Así nos va. Muchas gracias por regalarnos este espacio de reflexión.
ResponderEliminarPodéis ver el trabajo ejecutado aquí: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.290044624520190.1073741840.262873860570600&type=1