Veamos cómo una canción deliciosa como When You're Smiling (compuesta por Larry Shay, Mark Fisher, y Joe Goodwin) puede versionarse de muy diferentes maneras. Cómo sobre una base melódica y rítmica muy sencilla (y muy buena) se pueden construir estructuras complejas pero muy frescas.
La letra de la canción es ésta:
WHEN YOU’RE SMILING
When you're smiling, when you're smiling
The whole world smiles with you
When you're laughing, when you're laughing
The sun comes shining through
But when you're crying, you bring on the rain
So stop that crying, be happy again
Keep on smiling, because when you're smiling
The whole world smiles with you.
The whole world smiles with you
When you're laughing, when you're laughing
The sun comes shining through
But when you're crying, you bring on the rain
So stop that crying, be happy again
Keep on smiling, because when you're smiling
The whole world smiles with you.
(Apenas dos estrofas, que se pueden repetir y modificar ad libitum).
Una traducción podría ser ésta:
CUANDO SONRÍES
Cuando sonríes, cuando sonríes
El mundo entero sonríe contigo
Cuando te ríes, cuando te ríes
Sale el sol brillando al máximo
Pero cuando lloras traes la lluvia
Por eso, deja de llorar; sé feliz de nuevo
Sigue sonriendo, porque cuando sonríes
El mundo entero sonríe contigo.
La letra es muy sencilla y muy directa, pero muy bonita. La música también lo es.
La estructura permite dar una primera vuelta sólo presentando la melodía, otra con improvisaciones, otra con la letra, otra a orquesta completa en plan apoteosis, etc. Como se quiera.
Todo el mundo la ha cantado. Veamos algunos ejemplos. Os pido que no los escuchéis todos seguidos, porque os puede dar una sobredosis.
Quería dejar a Satchmo para más tarde, porque su interpretación no es la más "típica" para empezar. Es demasiadio lenta. Pero a ver quién le dice que no a Don Luis. Una pasada.
Empieza la banda, muy despacio, tocando los acordes finales, la resolución. Mientras, Armstrong adorna con los duduá exquisitos de su trompeta. Y tú te quedas diciendo: "¿será posible?" Hace una transición entre el duduá y un final tranquilo (entre 0.12 y 0.18, seis segundos) y empieza a cantar. ¿A cantar? ¿Será posible? Entre 0.18 y 0.22 arranca a cantar algo así como "ban to totsi du du tsant tsa tsa" y ahí mismo un "ooh" que no deja ni un ápice de respiración al "when-you'res-miling" en un stacato inesperado. Y yo le digo: "Vale, Don Luis, cántelo como le de la gana, que sólo por esto ya merece la pena tener un blog de arquitectura: para ponerle a usted".
No sigo segundo por segundo. Sólo os repito que reparéis en la versatilidad que ofrece un esquema tan sencillo, que permite solear, bandear y cantar a placer.
Demasiado lento, ¿verdad? Pero la canción lo aguanta bien.
Vamos ahora con otro Don Nadie. ¿Quién dudaba si era o no era cantante de jazz?
Un estilo completamente distinto. Cinco segundos de entrada de gran banda y Don Francisco ataca la letra directamente. Escuchad el adorno del saxo a cada paso. (When you're smiling -dadarada tabadadá- when you're s -tariradá dabadará taratá). Muy bien, Muy buen swing.
Canta la letra con un gran dominio -como siempre- y la termina en 0.48. Ahí deja el toro dispuesto a los subalternos (¿subalternos? nadie lo diría), que tocan la melodía a toda potencia y con una alegria contagiosa. Da gusto escucharlos. Y en 1.12 empieza un solo de saxo que es como para que los que manoseamos uno lo dejemos ya de una vez. Qué frescura y qué fraseo. Dura sólo hasta 1.33. Apenas ha durado 21 segundos, pero en 21 segundos uno puede demostrar su absoluta maestría.
La banda redondea cinco segundos y el jefe vuelve a entrar y repite lo mismo que ha hecho al principio. Un esquema clásico cantante-banda-cantante, pero ahora llega a la parte final de la letra con un ritardando muy escénico, y la banda cierra de un golpe. Ya está. Así se canta y así se toca la música.