En 1972 Tom Wolfe publicó "El coqueto aerodinámico rocanrol color caramelo de ron" que hablaba sobre el concepto de Arquitectura Electrográfica refiriéndose a los neones de los edificios y mucho más. Es arquitectura.
no sé si será arquitectura, pero la perorata del pollopera da un poco de grima. La luz sin oscuridad debe ser algo muy desagradable. Los malos más malos de las películas más malas torturan a sus víctimas con luces cegadoras. La misma técnica se utiliza para representar una aparición divina. ¿Tendrá algo que ver? P.S. No espero respuesta
Me gusta lo que dices, Anónimo. No es que quiera tener la última palabra, pero no puedo dejar de celebrar tu comentario (y más cuando dices que no esperas respuesta). El locutor de la K-B-Oso (se me ha olvidado su nombre) padece de verborrea constante y, en efecto, tomar nota de lo que dice puede ser desazonador. A veces lo mejor es dejarse llevar sólo por el tono y la cadencia, y no escuchar literal, sino poéticamente. Por otra parte, no es lo mismo un cañón de luz apuntándote a los ojos, ni la desnuda bombilla del interrogatorio policial del cine negro, que esta estrafalaria coleción de lucecitas varias, disparatadas y felices. La arquitectura es espacio, y el espacio no son los puntos topológicos, los xi, yi, zi cartesianos, sino su cualificación, su matización. La luz, el color, la calidez, la verborrea, la risa del doctor Fleishmann (como se escriba), incluso la sonrisa del siempre escéptico astronauta Maurice, son arquitectura, o pueden serlo en determinadas circunstancias. Y, sí, también la meliflua Enya colabora en esta sensación, para mí muy arquitectónica. Gracias por opinar. Es cierto: La música necesita silencios, y la luz necesita oscuridad. Sigue haciendo comentarios, por favor.
Para mi sí que es arquitectura, no solo porque genera espacios, miles, millones (podría ser perfectamente una maqueta de ideación para mi clase de proyectos, jeje), sino porque los sentidos lo conciben como una especie de orden dentro del desorden. Es un camino con techos y paredes definidos tan solo por puntos de luz, esa especie de contexto en el que sabes que estás en un sitio pero no llegas a saber si estas dentro o fuera, ni cuando entras o cuando sales. Es arquitectura, por el simple hecho de que es espacio.
En 1972 Tom Wolfe publicó "El coqueto aerodinámico rocanrol color caramelo de ron" que hablaba sobre el concepto de Arquitectura Electrográfica refiriéndose a los neones de los edificios y mucho más.
ResponderEliminarEs arquitectura.
no sé si será arquitectura, pero la perorata del pollopera da un poco de grima. La luz sin oscuridad debe ser algo muy desagradable. Los malos más malos de las películas más malas torturan a sus víctimas con luces cegadoras. La misma técnica se utiliza para representar una aparición divina. ¿Tendrá algo que ver?
ResponderEliminarP.S. No espero respuesta
Me gusta lo que dices, Anónimo. No es que quiera tener la última palabra, pero no puedo dejar de celebrar tu comentario (y más cuando dices que no esperas respuesta).
ResponderEliminarEl locutor de la K-B-Oso (se me ha olvidado su nombre) padece de verborrea constante y, en efecto, tomar nota de lo que dice puede ser desazonador. A veces lo mejor es dejarse llevar sólo por el tono y la cadencia, y no escuchar literal, sino poéticamente.
Por otra parte, no es lo mismo un cañón de luz apuntándote a los ojos, ni la desnuda bombilla del interrogatorio policial del cine negro, que esta estrafalaria coleción de lucecitas varias, disparatadas y felices.
La arquitectura es espacio, y el espacio no son los puntos topológicos, los xi, yi, zi cartesianos, sino su cualificación, su matización. La luz, el color, la calidez, la verborrea, la risa del doctor Fleishmann (como se escriba), incluso la sonrisa del siempre escéptico astronauta Maurice, son arquitectura, o pueden serlo en determinadas circunstancias. Y, sí, también la meliflua Enya colabora en esta sensación, para mí muy arquitectónica.
Gracias por opinar. Es cierto: La música necesita silencios, y la luz necesita oscuridad.
Sigue haciendo comentarios, por favor.
Para mi sí que es arquitectura, no solo porque genera espacios, miles, millones (podría ser perfectamente una maqueta de ideación para mi clase de proyectos, jeje), sino porque los sentidos lo conciben como una especie de orden dentro del desorden. Es un camino con techos y paredes definidos tan solo por puntos de luz, esa especie de contexto en el que sabes que estás en un sitio pero no llegas a saber si estas dentro o fuera, ni cuando entras o cuando sales.
ResponderEliminarEs arquitectura, por el simple hecho de que es espacio.