sábado, 28 de enero de 2023

Joaquín Sorolla y Alvar Aalto

Lo siento: He escrito una entrada sobre Joaquín
Sorolla y Alvar Aalto y, tras darle un montón de
vueltas al título, solo me sale "Joaquín Sorolla y
Alvar Aalto". ¿Seré soso?


Este año se cumple el centenario de la muerte del pintor español Joaquín Sorolla, y también el centenario de cuando el arquitecto finlandés Alvar Aalto tenía 25 años. Ante semejante casualidad no me ha quedado otra opción que compararlos, y allá voy.

Joaquín Sorolla es un pintor perfecto, capaz de unos fantásticos dibujos que se deshacen bajo la fuerza del color, que a su vez construye la luz y es construido por ella. Si la palabra fotografía significa etimológicamente algo así como "dibujo hecho con luz" entonces Sorolla es un fantástico fotógrafo.

¿Hay alguien a quien no le guste Sorolla? Sus cuadros son un puro placer, una pura alegría de vida bullente. Es apasionante intentar seguir sus trazos rápidos y seguros, y ver con cuánto dominio capta la vida y su color.

domingo, 22 de enero de 2023

Otros méritos

Después de más de treinta años tranquilo, ejerciendo mi profesión por mi cuenta en un yomeloguiso, yomelocomo, en los últimos años me he visto dos o tres veces sorpresivamente en la necesidad de preparar mi currículum vitae. Han sido situaciones excitantes, en las que quería conseguir algo que me apetecía mucho, pero para ello he tenido que sufrir la extraña circunstancia de verme desde fuera y valorar y hacer valorar por los demás mis discutibles méritos.

Es una peripecia muy extraña, porque así, en global y sin pormenorizar, uno cree a priori (y más o menos) que merece obtener el premio porque tiene virtudes y logros suficientes, pero cuando va punto por punto cumplimentándolo se le van cayendo uno por uno todos los palos del sombrajo. (Me estoy refiriendo a un cierto tipo de currículum académico que uno no redacta como mejor le parece, sino que está ya previamente estructurado y hay que ir completando apartado por apartado).

Es patético y ridículo que, aunque pensabas que tenías bastantes méritos, no tienes ninguno de los que de verdad se valoran. Entonces te pasan dos cosas: la primera es que te da rabia que ese cuestionario esté compuesto precisamente así, como si te conocieran de antemano y se hubieran propuesto que no lo consiguieras, y la segunda, y bastante peor, es que ves que te habías estado engañando y vivías en un estado de inconsciencia evitando en el fondo conocerte y soñando vagamente con que eras mejor de lo que eres. Todo esto te tira por el suelo y te hacer verte de una manera muy rara, como si no te conocieras.

-¿Estancias en el extranjero?
-No.
-¿Programas de investigación?
-Bueno, yo investigué una vez...
-¿PRO-GRA-MAS DE INVESTIGACIÓN?
-No, eso no. Programas no.

Y así todo. Tienes cosas publicadas, incluso algún libro, pero no te preguntan por eso. No te dejan ponerlo. No entra. Sufres y te desesperas porque no puedes decir lo que necesitas decir, y que tú crees que vale bastante (aunque ya te vas dando cuenta de que no vale nada).

Al final de tantos sinsabores encuentras:

Ahí ya sí. Ahí ya puedes poner lo que quieras. Y te explayas:

miércoles, 4 de enero de 2023

Nuevo año

Feliz año nuevo.

Es el momento de felicitarnos y de desear cosas buenas, de desearnos mejores de lo que somos, tanto para apuntarnos al gimnasio como para dar los buenos días al entrar en un ascensor. Nos gustaría ser como nos vemos por un segundo si entrecerramos los ojos y nos esbozamos a nosotros mismos una sonrisa de cariño. Pero no nos engañemos: en un par de semanas dejaremos de ir a hacer ejercicio y en un par de días dejaremos de saludar.

Pero algo tenemos que hacer con este año que empieza. No sé. Se me ocurren muchas cosas, pero ya tengo experiencia en años (demasiada y demasiados) y sé que no las llevaré a cabo.

Al menos dejadme que me proponga algunas: