Me pregunta si noto la diferencia. Ofú; claro que la noto.
Veo un intento muy torpe de defender la profesión de arquitecto respecto a la de ingeniero, y lo hace -como de costumbre- exponiendo lo peor de nosotros.
Yo también defiendo (aquí lo hice por extenso) la competencia de los arquitectos para diseñar casas, y me opongo a los intrusismos y demás confusiones y zancadillas, aunque creo (ya lo dije) que nuestro problema no son los ingenieros.
Pero sí, naturalmente: Creo que un arquitecto es quien debe diseñar una casa, como creo que un médico es quien debe curar enfermedades. Me parece obvio.
Pero sí, naturalmente: Creo que un arquitecto es quien debe diseñar una casa, como creo que un médico es quien debe curar enfermedades. Me parece obvio.
Pero es que precisamente el ejemplo de marras muestra lo peor de nosotros.
La casa que (supuestamente) ha proyectado ese ingeniero es un poco tristona y anodina, pero no está mal. La planta muestra unas piezas rectangulares aceptablemente bien distribuidas. Se accede al salón desde un porche, con una piscina enfrente. Puede ser un sitio agradable. La cocina queda a mano del salón, y tiene una salida accesoria a un tendedero-lavadero. Me parece bien. Un pasillo da al dormitorio y, al fondo, al baño, que tienen suficiente intimidad e independencia para ser una casa tan pequeña. Pues no está nada mal.
En todo caso, la forma en que están colocadas las ventanas da una cierta sensación de pobreza o de torpeza. Es demasiado inmediato, y se le podría dar una vueltecilla. O dos. Pero en principio puede valer.
Sin embargo, la otra casa es una vergüenza. A mí me da un poco de vergüenza ajena, y me ofende que se exponga como muestra de "lo que sabemos hacer los arquitectos".
Para empezar, hace trampas. Ingeniero y arquitecto no juegan con las mismas reglas. El dibujo del arquitecto es en colores, y tiene vegetación y otros complementos. No vale comparar dos cosas en desigualdad de condiciones, haciendo una trampa tan evidente y zafia.
Para empezar, hace trampas. Ingeniero y arquitecto no juegan con las mismas reglas. El dibujo del arquitecto es en colores, y tiene vegetación y otros complementos. No vale comparar dos cosas en desigualdad de condiciones, haciendo una trampa tan evidente y zafia.
En cuanto al diseño de la casa de colores... Ofú. No sé por dónde empezar.
La cocina tiene una forma muy poco práctica, que además deja al salón sin posibilidad de nada. ¿Cómo usar ese salón? Lo veo difícil, y muy molesto. Para colmo le casca una puerta de acceso aún más torpe que la del ingeniero. El dormitorio tiene una pared oblicua, absurda, y el armario queda en el quinto infierno. En una casa tan pequeña se consigue que todo esté lejísimos y nada quede a mano de nada.
¿Y qué es ese círculo entre el dormitorio y el armario? ¿Una piscina-barreño? ¿Cuánto puede tener de diámetro?, ¿un metro veinte? ¿Es un bidé exterior? "Es un jacuzzi", me dice Fray Vicente Jesús de Albadearriba Nomeolvides Tressabores.
-¿Un jacuzzi? ¡Qué me dice usted, Fray Vicen! ¿De uno veinte?
(Ah, sí, vale, que el dibujo del arquitecto también hace trampas con la escala).
-Un jacuzzi íntimo, en una zona semiexterior, para que se bañe la feliz pareja en la intimidad.
-¿Y la piscina?
-Esa es más para toda la familia.
-¿Qué familia, si es una casa de un solo dormitorio?
-¿Y las visitas? Es que eres un borde y un aguafiestas, Joserramoncito.
-Vale, pues apúnteme un jacuzzi... una terraza redonda para el dormitorio... un templete de planta cuadrada en la esquina de la piscina... ¿Es un templete, o sólo es pavimento?
Vamos, que la mierda de casa del arquitecto cuesta el triple o el cuádruple que la del ingeniero y además ha sido cuidadosamente pensada para amargarles la vida a quienes vivan ahí.
La cocina tiene una forma muy poco práctica, que además deja al salón sin posibilidad de nada. ¿Cómo usar ese salón? Lo veo difícil, y muy molesto. Para colmo le casca una puerta de acceso aún más torpe que la del ingeniero. El dormitorio tiene una pared oblicua, absurda, y el armario queda en el quinto infierno. En una casa tan pequeña se consigue que todo esté lejísimos y nada quede a mano de nada.
¿Y qué es ese círculo entre el dormitorio y el armario? ¿Una piscina-barreño? ¿Cuánto puede tener de diámetro?, ¿un metro veinte? ¿Es un bidé exterior? "Es un jacuzzi", me dice Fray Vicente Jesús de Albadearriba Nomeolvides Tressabores.
-¿Un jacuzzi? ¡Qué me dice usted, Fray Vicen! ¿De uno veinte?
(Ah, sí, vale, que el dibujo del arquitecto también hace trampas con la escala).
-Un jacuzzi íntimo, en una zona semiexterior, para que se bañe la feliz pareja en la intimidad.
-¿Y la piscina?
-Esa es más para toda la familia.
-¿Qué familia, si es una casa de un solo dormitorio?
-¿Y las visitas? Es que eres un borde y un aguafiestas, Joserramoncito.
-Vale, pues apúnteme un jacuzzi... una terraza redonda para el dormitorio... un templete de planta cuadrada en la esquina de la piscina... ¿Es un templete, o sólo es pavimento?
Vamos, que la mierda de casa del arquitecto cuesta el triple o el cuádruple que la del ingeniero y además ha sido cuidadosamente pensada para amargarles la vida a quienes vivan ahí.