viernes, 31 de enero de 2014

¿Algún voluntario para defender a Calatrava?

Hasta hace cuatro días Santiago Calatrava era el orgullo de la profesión, el objeto de deseo de los alcaldes, el yerno perfecto, el mago de la forma, el artista genial.
Era el gran arquitectingenierescultor del mundo. El megaestrella de las estrellas. El alfa y el omega.
¡Guau! ¡Cómo era! ¡Qué tío!
Y ahora, como por ensalmo, ha pasado a ser un apestado, el peor arquitecto del mundo, el ingeniero impresentable, el horror.
Nadie le quiere (ahora), y nadie pierde la ocasión de mencionarle para ponerle a parir, venga o no venga a cuento.
(Por ejemplo, en un ruborizante artículo de Vicente Verdú en el que se elogia a Foster hasta la vergüenza ajena -se menciona incluso lo bien que folla-, se aprovecha de paso, sin ton ni son, para decir que Calatrava es "un gran masturbador". Y así todo).

Uno se queda de piedra leyendo estas cosas.
Y constata, por enésima vez, lo miserable que es la gente.
Ya sabemos que siempre, bajo cualquier circunstancia, todo el mundo acude corriendo en socorro del vencedor. Nunca hay suficientes alabanzas, suficiente coba, peloteo y baboseo. Calatrava conoció esto y lo disfrutó. ¡Mas ay de ti si caes! Todo lo que era adulación y repugnante halago se vuelve un no menos repugnante insulto, desprecio, burla.

¿No era tan bueno Calatrava? ¿Dónde estáis los que llenabais páginas de ditirambos, los que le dedicabais monografías laudatorias? ¿Dónde os habéis metido los que le disteis el Premio Príncipe de Asturias? ¿Los que llorabais porque no estaba en vuestra mano darle el Premio Nobel, la UEFA Champions League o el Oscar? ¿Dónde os escondéis ahora?
¡Ah, que no os escondéis! ¡Que no sólo no os escondéis avergonzados sino que ahora hacéis chistes sobre él y le sacáis motes! ¡Ah!
Claro: Sois los mismos. Quienes corréis siempre presurosos a socorrer al vencedor sois los mismos que le tiráis a la adúltera la enésima piedra. Nunca la primera piedra; eso jamás; eso es arriesgado. La trigésima quinta, y sólo cuando ya esté muy malherida y, a poder ser, moribunda.
Así sois. Qué asco.

La prestigiosa revista EL CROQUIS -para una explicación urgente de lo que entiendo por "prestigiosa" en este contexto puedo decir "cara"- le dedicó a Calatrava dos números monográficos tipo tochaco: El nº 38 y, años después, el nº 57.


Dos monografías elogiosas, en las que sólo había unas palabras tímidas (y valientes) de Fernández Ordóñez que hacían alguna leve crítica (por otra parte bastante contemporizadora, pero es que le llamaron para que alabara, y al menos no lo hizo descaradamente).
Bueno, pues después de esos dos números monográficos llegó el éxtasis cuando EL CROQUIS los fundió en uno solo. El magno (y ya carísimo) 38+57.


Todo un despliegue editorial.
Fue hace tiempo. Tanto que no les queda ni un ejemplar. Nada. Si clicáis aquí y escribís CALATRAVA en el buscador no aparecerá nada. Sólo falta que os conteste: "¿Quién es ese? Por aquí no le conocemos de nada". Está descatalogado. Hombre: Era entonces tal objeto de deseo, y el colectivo de arquitectos tenía entonces tanta pasta, que supongo que se vendió absolutamente todo. Pero también imagino que si quedó algún ejemplar en el almacén lo habrán tirado por el váter.
Quienes antes le jaleaban ahora le niegan no sólo tres veces: Mil veces.

lunes, 20 de enero de 2014

Necrotectónicas (I)

¿Sabíais que Antonio Sant’Elia murió en la Primera Guerra Mundial, atacando una fortaleza, a la carga, en bicicleta?

Alegoría sobre la muerte de Antonio Sant’Elia, por Gema Hernández Correa

¿Sabíais que Francesco Borromini se clavó una espada en el vientre en un ataque de rabia, en un enfado terrible?
¿Sabíais que Louis I. Kahn murió en una estación de tren, en Nueva York, solo e indocumentado, y estuvo varios días sin identificar en el depósito de cadáveres? ¿Sabíais que esta triste muerte fue la ocasión para que se conocieran sus tres mujeres?
¿Sabíais que Carlo Scarpa murió en Senday (Japón) a causa de...? ¿De qué murió Scarpa? Nadie lo dice. En el librito de la colección Estudio paperback de Gustavo Gili se menciona textualmente “un accidente trivial”. Nada más. ¿Qué accidente? ¿Qué pasó?
En algún libro más amplio ni lo mencionan. Y no escribáis al Centro Carlo Scarpa: No os contestarán.
Nadie habla de estas cosas.
Nadie decente, “como Dios manda” cuenta episodios tan morbosos.
El caso es que, tras mucho preguntar, mucho buscar y mucho leer, sé que hay un escalón (o unos escalones, o una escalera) y un tropiezo (o una caída, o un desmayo). He recopilado varias versiones contradictorias (el enlace que he puesto a la wikipedia da una de ellas), y sigo sin saber si alguna es la correcta.

martes, 7 de enero de 2014

2013: Las cinco entradas más leídas de este blog

Se me ha pasado la fecha de hacer balance del año. Esto se suele hacer a finales de diciembre, pero se me ha ido la pinza. No suelo prestar demasiada atención a estas cosas, y debería hacerlo. Sobre todo para aprender más de vosotros.
Este blog ha alcanzado un número fiel de seguidores. Os lo agradezco mucho a todos. (No termino de explicármelo, pero las cosas que le hacen a uno feliz son siempre incomprensibles, y ahí radica su gracia y su misterio).
Hemos llegado a una "velocidad de crucero" tal que cada entrada es visitada al menos doscientas veces, pero lo normal es que tengan entre cuatrocientas y seiscientas visitas. Parece increíble. Bastantes (casi un 30 %) llegan a las mil visitas, lo que me parece realmente pasmoso.
Normalmente cada entrada tiene dos o tres comentarios, tal vez cuatro. Cada día miro, y cada nuevo comentario me hace muy feliz. Sois un poco tímidos y no os prodigáis mucho, pero cada vez que lo hacéis me quito el sombrero ante vuestra lucidez. (Ya podríais hacerlo más veces). En Facebook y en twitter sí me hacéis más comentarios, siempre muy amables. (Es curioso, pero en cientos de comentarios apenas ha habido dos o tres desagradables).
En el año 2013 he publicado cuarenta y cinco entradas. Eso supone 3,75 entradas al mes, o 0,88 entradas a la semana. Es decir: Soy, en general, bastante contumaz y perseverante.


De entre todas ellas, hay una que se destaca exageradamente:

1.- ¿Estudiar Arquitectura? Publicada el 22 de junio. Un post muy sentido sobre las incomprensibles razones que puede haber (si las hay) para estudiar arquitectura hoy, percudido por los recuerdos de mi lejano paso por la Escuela de Arquitectura de Madrid. Se ve que a pesar de la lejanía generacional nos unen muchas cosas. (Tal vez el miedo sea la principal de ellas). Blogger me proporciona una herramienta con la que puedo ver con qué palabras tecleadas en el buscador los lectores encuentran este blog, y me doy cuenta de que muchos de los que han leído esta entrada son padres angustiados.
Malos tiempos para la lírica. Pero no lamento que sea esta atenazadora angustia la que ha dado tantas lecturas a esta entrada, sino que prefiero creer en una especie de hermandad que nos une a todos y nos hace ir juntos de la mano.
En un organismo oficial muy vinculado a la arquitectura y al urbanismo vi mi artículo fotocopiado, rulando por ahí. Me dio gusto que funcionarios que, se supone, y más en estos tiempos, que tienen la vida resuelta al calor de la seguridad institucional, se emocionaran también con estas palabras y se sintieran implicados o concernidos también por esta angustia y este desconcierto.
¡13.290 visitas y 72 comentarios! No sé qué ha pasado, pero realmente ha calado. (Los datos son del 7 de enero, a las 7 de la tarde, pero siguen creciendo. Esta entrada tiene nuevos lectores cada día).

2.- Proyecto Fin de Carrera: Una opinión. Publicada el 26 de septiembre. Se ve que los temas relativos a la carrera de arquitectura os interesan especialmente. Esta entrada trata de mi sorpresa ante el cariz que está tomando el Proyecto Fin de Carrera en la de arquitectura. Parece que uno se lo jugara el todo por el todo con él, cuando ya ha estado demostrando durante mucho tiempo, muchas asignaturas y muchos cursos que ha alcanzado el nivel exigido.
Y también me causa gran sorpresa que cuando alguien ha hecho el proyecto siguiendo las indicaciones de su tutor durante meses, hasta que al fin éste le autoriza a que lo presente ante el tribunal, si el resultado es malo la escuela no despida a ese tutor incompetente y falsario.
5.301 visitas y 23 comentarios. Otra barbaridad.

3.- La caja. Publicada el 13 de enero. Va, con la Ley de Servicios Profesionales a la vista, sobre las desafortunadas declaraciones de un dirigente de un colegio de ingenieros industriales, que dijo que si sus colegiados ya pueden calcular la estructura, la instalación eléctrica, la de aire acondicionado, etc, de un hospital, ¿por qué no pueden hacer la caja, que es lo único que les falta? Por una parte, esa expresión traiciona lo que este señor entiende verdaderamente por proyecto arquitectónico, y por otra, mi opinión es que esta no es una guerra entre ingenieros y arquitectos (ambos colectivos somos víctimas), sino entre empresas multiservicios y seres humanos libres. La caja nos está esperando a todos.
2.363 visitas y 16 comentarios.

4.- La cabañita y la higiene sexual. Publicada el 11 de diciembre. Es una opinión (un tanto irrespetuosa) sobre la famosa cabaña de Le Corbusier.
Mira que os gusta que le meta caña a un maestro. Sois muy malos.
1.788 visitas y 8 comentarios.

5.- Sobre la originalidad en arquitectura. Publicada el 23 de marzo. ¿Se pueden plagiar ideas en arquitectura? ¿Tiene eso alguna importancia? En mi opinión las grandes ideas directrices de un proyecto tienen menos importancia que su desarrollo, y lo bueno o malo que sea un proyecto (y el edificio construido con él) depende más de las coherencias o incoherencias internas y de lo bien o mal que casen y cuadren las cosas.
1.471 visitas y 6 comentarios.

Repito que el número de visitas y el de comentarios que indico es del 7 de enero a las 7 de la tarde.
Y repito que muchas gracias a todos por vuestro seguimiento y vuestra participación.
Esto me da muchos ánimos para seguir adelante. Espero que mis chorradas os sigan interesando y haciendo gracia este año.

(Si te ha interesado esta entrada puedes clicar el botón g+1 que aparece aquí debajo).


Addenda a los pocos minutos de publicar la entrada: Si me he estado mirando el ombligo en esta entrada y complaciéndome de mí mismo, los grandes Stepien y Barnó me han enseñado (de nuevo) lo que es poder de convocatoria y de comunicación. Hoy han tenido la deferencia de hacerse eco de una de las entradas de este blog en el suyo y en facebook y la han puesto en quinto lugar en un día.
Tenía hecho el borrador del ranking, con datos tomados ayer, y ahora, justo antes de publicarlo, he mirado el número de visitas sólo de las cinco que ya tenía, para actualizarlas. Pero no me he dado cuenta de que estos monstruos, con su poder, habían cambiado el quinto puesto.

5.- Feliz Navidad y tal. Con la excusa de felicitar la Navidad me puse llorón a contar diversas penurias de la profesión de arquitecto, que tanto nos apasiona a todos. Digo que estoy harto y algunos me comentáis que me quedo corto.
1.708 visitas y 22 comentarios. (El 7 de enero a las 8 de la tarde).

jueves, 2 de enero de 2014

Re, selvático animal

(Dedicado a mi sobrino Sergio, que estudia
arquitectura y suscitó esta reflexión mía).

La empalagosa película Sonrisas y Lágrimas (The Sound of Music, 1965) es de una ya lejana época en que se doblaba todo al castellano, incluso las canciones. Doblar las canciones es algo bastante arduo. En la casi coetánea My Fair Lady (1964) la difícil pronunciación en inglés del diptongo "ai" (The rain in Spain stays mainly in the plain), se convierte en la difícil pronunciación en castellano de la "ll" (La lluvia en Sevilla es una pura maravilla). Pero en Sonrisas y Lágrimas no hay forma de traducir lo que -mostrencamente- significa el nombre de cada nota. Hay que reconocer que el problema no tiene solución. Compadezcamos al pobre adaptador, que tuvo que traducir esta canción:


Y no se le ocurrió otra cosa que esto: (Siento no poder encontrar la versión doblada, pero copio la letra).

"Do" es trato de varón
"Re" selvático animal
"Mi" denota posesión
"Fa" es lejos en inglés
"Sol" ardiente esfera es
"La" al nombre es anterior
"Si" asentimiento es
Y otra vez ya viene el "Do"

Tremenda y surrealista canción que nos llena de estupor. "Mi", "Sol" y "La" son irreprochables. A "Si" le falta apenas la tilde. A "Do" una n final, y a "Fa" una r. Psché. Muy cogidas por los pelos.
¿Pero qué narices es "Re"?
"Re": Selvático animal. Mejor no lo penséis. En internet hay tesis para aburrir. Todas añaden una letra al final, como en "Do" y en "Fa". Hay quien dice que es "Res", vaca. Vale: Una vaca selvática. Lo normal. Otros añaden una "y" para que sea el león, rey de la selva, pero tampoco cuela: "Rey" no es un animal. Y hay incluso quien añade una "x", por el Tiranosaurius Rex. Claro, claro. No sé. A ver qué se os ocurre a vosotros. Si es por mí, yo le añadiría "nault 5", pero creo que tampoco cuela.

No le deis más vueltas: Re es un selvático animal y ya está.

Y voy a la perorata que le solté el otro día a mi sobrino Sergio:
¿Qué es mejor: un edificio al que se entra por arriba y se desarrolla hacia abajo o uno al que se entra por abajo y se desarrolla hacia arriba? ¿Un edificio vertical u horizontal? ¿Un conjunto de bloques paralelos o radiados desde un espacio central? ¿Un esquema central, axial, una doble altura, una cúpula, una casa-patio, una sala hipóstila, un cuerpo en voladizo, una cubierta plana, inclinada a un agua, a dos, a tres...?
La primera respuesta que se nos ocurre es que eso dependerá de cada caso, de cada solar, de cada programa, de cada uso, de cada usuario... Pero una respuesta más rotunda (y más cínica, pero en el fondo más cierta) es que en el fondo da igual. A mí me da igual.
Re, selvático animal.
Lo que me importa de un proyecto de arquitectura no es el qué, sino el cómo. ¿Edificio vertical? Bueno; vamos a verlo. ¿Serie de pastillas en peine? De acuerdo; a ver qué tal está. ¿Distribución radial? Vale; veamos cómo se ha resuelto.
El problema (y la gracia) es ser coherente con el planteamiento inicial y ser capaz de resolverlo. Si ese planteamiento inicial lleva a un callejón sin salida habrá que cambiarlo, pero si da de sí y se deja desarrollar, adelante.
O, dicho de otra forma: Yo, como cualquier arquitecto, por mediocre o torpe que sea, sé hacer una casa de planta cuadrada, sobre pilotes y con cubierta plana a modo de solarium. También sé hacer una casa en la orilla de un riachuelo, con un salón que tenga una terraza que vuele sobre un pequeño salto. Pero no creo que me salieran así:


En todo caso, repito. ¿Qué es mejor? ¿Un esquema así o asao? Da igual. Lo que importa es cómo está desarrollado y concretado, cómo se distribuye el espacio, cómo fluye, cómo se habita, cómo se usa, cómo está construido, cómo es, cómo funciona, cómo, cómo, cómo. Los qués no importan. Son los cómos.